Honestidad. Compromiso. Cercanía. Austeridad: Coherencia. Estos son algunos de los distintivos de Sebastià Taltavull. Un obispo que he experimentado como un Padre y Pastor. Y me voy a explicar.

En estos meses tuve la oportunidad de compartir con cristianos y cristiana de Mallorca, con personas muy implicadas en el compromiso con los más pobres, tareas humanitarias, tanto en España como en Polonia y Ucrania. Un denominador común de todas ellas y de los mallorquines que nos rodeaban, algunos de los cuales no eran "cristianos de misa”, coincidían en los elogios de este obispo “bueno y sensible” al que no dudan en calificar como un hombre que recuerda a Jesús.

Durante sus años en Barcelona le sentí siempre cercano a nuestro trabajo con los más pobres, siendo tal vez el único obispo que no tenía problemas en acercarse y compartir sus tardes con “unas monjas” que abríamos las puertas para acoger a los más pobres y con unos voluntarios que lo daban y lo dan todo a los más necesitados: tiempo, alegría, ayuda, disponibilidad.

Por aquellos tiempos nuestra Comunidad ya se disponía a ceder los espacios y a acoger proyectos que hoy son una realidad al servicio de los más vulnerables, y siempre el Obispo Sebastián estuvo animando, ayudando y acompañando.

Sorprendía a la gente que subía a Manresa con un austero coche que hacía muchos años había dejado de ser 0 Km, así como su disponibilidad para escuchar y ayudar.

Compartí luego con fieles de Barcelona su experiencia de cercanía con Mons. Taltavull, y sintieron mucho su marcha a Mallorca, que él siempre entendió como un servicio a la Iglesia.

Su fidelidad al Papa y su cercanía con Francisco, hacen que Sebastià sea un obispo que “huele a oveja” y cuyo distintivos no es otro que el del Evangelio y el servicio.

Por todo esto y por la experiencia compartida con laicos, religiosos, sacerdotes y ciudadanos de Mallorca y de Barcelona, puedo decir que chirría y hace poco creíble todo lo que le están echando encima algunos que “sí tienen intereses creados a costa de las Jerónimas de Mallorca” Alguno con intereses de “vedetismo protector” y otros -u otras- intentando sacar alguna tajada, ¡porque hoy cargarse a un “obispo”! -aunque sea bueno-, tiene prensa entre los que van de progres o “profetas”,  y si además les caen unos euros, eso ¡No tiene precio!.

La huella del obispo Sebastià en Menorca como sacerdote y como Vicario General, también es inmejorable: Aún le añoran y dan fe de ellos las religiosas contemplativas y sus conciudadanos que guardan el recuerdo de un hombre creíble, un pastor cercano y un amigo incondicional.

No sé qué ocurre en Mallorca con el Monasterio en el que no viven las Jerónimas, y me sorprende el circo que pretenden montar algunos a costa de decir mentiras y repetir bulos. Lo mejor sería, que sin los “seudo protectores” que utilizan a las monjas con piel de oveja para su fama personal, el obispo pueda resolver desde el diálogo y la fraternidad un asunto en el que pongo las manos en el fuego él no pretende ni dinero, ni poder, ni tiene intereses creados. Estoy segura que es auténtico su deseo de poblar el Monasterio con una Comunidad contemplativa, como lo estoy de su compromiso insobornable con los más pobres y con una Iglesia servidora.

Obispo Sebastià: Que Dios te bendiga y que en la diócesis que está bendecida con tu ministerio pastoral, haya paz y el Evangelio eche raíces y se encarne en la vida de los fieles y consagrados.

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