Mensajeros celebró en San Antón el día de las personas sin hogar El padre Ángel, a los sintecho: "Vosotros sois los verdaderos tesoros de la Iglesia"

Ayer, el Padre Ángel que celebraba también el Día Mundial de las Personas Sin Hogar en San Antón, recordó las palabras del pontífice: “Vosotros sois los verdaderos tesoros de la Iglesia, los cristos rotos, los pobres… pero nunca dejéis que os arrebaten la dignidad. Pobres sí, pero con dignidad”, recordaba el Padre, quien también subrayó el mensaje de querer y dejarse querer.

“Querer a los demás, abrir las puertas e nuestros corazones para aceptar al otro sin diferencias de ninguna
clase”. El Padre Ángel recordó también las palabras del Papa Francisco pronunciadas ayer en la homilía que cerraba el Sínodo: “¡Cuánta presunta superioridad que, también hoy se convierte en opresión y explotación! (…) la explotación de la creación, de la gente, de los habitantes de la Amazonía, sobre la trata de las personas, sobre el comercio de las personas/ Los errores del pasado no han bastado para dejar de expoliar y causar heridas a nuestros hermanos y a nuestra hermana tierra: lo hemos visto en el rostro desfigurado de la Amazonia”, concluía el Pontífice.

Y es que este domingo, el Papa clausuraba con una Misa Solemne en la Basílica de San Pedro el Sínodo de la Amazonía que ha durado casi todo el mes de octubre. El Papa lo despidió, entre otras palabras, con éstas:

“Recemos para pedir la gracia de no considerarnos superiores, de creer que tenemos todo en orden, de no convertirnos en cínicos y burlones. Pidamos a Jesús que nos cure de hablar mal y lamentarnos de los demás, de despreciar a nadie: son cosas que no agradan a Dios”.

Así lo pronunció en el Aula Sinodal del Vaticano, donde durante este mes de octubre, los padres sinodales se han ocupado de cuatro grandes temas: la cultura, la ecología, los asuntos sociales y la pastoral.

El Padre Ángel acudió como escuchante un par de días durante el mes de octubre al Vaticano y compartió opiniones llegadas de todas partes del mundo que se unían casi en un clamor que el Papa Francisco resumió muy bien: “Cuántas veces quien está delante, como el fariseo respecto al publicano, levanta muros para aumentar las distancias, haciendo que los demás estén más descartados aún. O también considerándolos
inferiores y de poco valor, desprecia sus tradiciones, borra su historia, ocupa sus territorios, usurpa sus bienes”.