70 Cáritas Diocesanas se dan cita en la LXXXIII Asamblea General Cáritas española se reestructura para "adecuarse a las nuevas realidades de pobreza y exclusión social"
La LXXXIII Asamblea General aprueba en El Escorial el Marco Estratégico Confederal 2025-2030 y el VI Plan Estratégico
Estas dos herramientas, junto al proceso interno de relectura del Modelo de Acción Social de Cáritas, en vigor desde 2009, servirán para orientar el buen gobierno de la institución en los próximos años y reforzar el papel de las personas voluntarias
Así se refleja en la declaración final, donde se rubrica la vocación de Cáritas de "salir al encuentro de las personas descartadas, adecuando nuestras estructuras organizativas y reorientando nuestras estrategias"
Así se refleja en la declaración final, donde se rubrica la vocación de Cáritas de "salir al encuentro de las personas descartadas, adecuando nuestras estructuras organizativas y reorientando nuestras estrategias"
Cáritas Española ha decidido poner en marcha el Marco Estratégico Confederal 2025-2030 y el VI Plan Estratégico para adecuar en los próximos años sus estructuras organizativas y sus estrategias a las nuevas realidades de pobreza y exclusión social que están planteando las personas que acuden a los centros y recursos de la institución en toda España.
Este ha sido uno de los grandes acuerdos alcanzados en el marco de la LXXXIII Asamblea General celebrada en la Residencia San José de El Escorial, donde se han dado cita unos 150 directivos de las 70 Cáritas Diocesanas que integran la Confederación de Cáritas en España.
Estas dos herramientas, junto al lanzamiento del proceso interno de relectura del Modelo de Acción Social de Cáritas, en vigor desde 2009, van a ser las herramientas indispensables que servirán para orientar el buen gobierno de la institución en los próximos años y reforzar el papel de las personas voluntarias como protagonistas de la acción de Cáritas y agentes para la transformación social.
Esta Asamblea General ha dedicado, además, una parte importante de sus sesiones a conocer las propuestas de los denominados Grupos de Participación Confederales, unos espacios de trabajo que vienen funcionado en los últimos años en todas las Cáritas Diocesanas para que las personas acompañadas puedan aportar, desde el principio de que la participación es un derecho, su experiencia vital a la misión de la institución. El objetivo último de estos Grupos es trasladar a los órganos de gobierno de Cáritas la riqueza de estas experiencias vitales para que sea incorporada como fuente de aprendizaje y crecimiento para la organización en sus estrategias de lucha contra la pobreza.
Declaración final
Esta, precisamente, es una de las claves que se identifican en la Declaración final de la Asamblea para ser “facilitadores de comunidades solidarias y samaritanas”, donde se rubrica la vocación de Cáritas de “salir al encuentro de las personas descartadas, adecuando nuestras estructuras organizativas y reorientando nuestras estrategias para seguir acogiéndolas y acompañándolas en su proceso de sanación, de recuperación y de desarrollo para acceder a una vida digna”.
Junto a ello, los participantes en este encuentro anual apuestan por “fortalecer la labor de incidencia política como proceso de concordia, encuentro y diálogo con todos los agentes sociales, económicos y políticos para crear instituciones más sanas, regulaciones más justas y estructuras más solidarias, que permitan modificar las condiciones sociales que generan sufrimiento”.
La Declaración se hace, además, una llamada a “tejer fraternidad para restaurar una sociedad fragmentada por el individualismo y la polarización, construyendo espacios comunes de vida, de bienes y de acción, y articulando comunidades sanadoras en torno a un pacto de Estado por la justicia social puede actuar como terapia de restauración de un clima ciudadano dañado por un escenario de blancos y negros”.
“Aunque nos enfrentamos a estos desafíos –afirman los participantes en la Asamblea— mantenemos la esperanza y la determinación de que el crecimiento económico puede y debe ir de la mano con la construcción del bien común. Estamos comprometidos con la igualdad en la distribución de la riqueza y en asegurar que los derechos sociales sean una realidad accesible para todas las personas, especialmente para las más desprotegidas”. Y lanzan, en esa línea, “una interpelación a la conciencia personal y comunitaria para asumir, desde la responsabilidad de cada uno, un papel activo como agentes de renovación que deciden dejar de vivir al pairo de unas dinámicas sociales que no nos hacen más libres, ni más iguales, ni más hermanos y están dispuestos a dar un paso adelante como `semillas de bien´ de las que germine la vida buena”.
Temas estatutarios
Presidida por monseñor Jesús Fernández, obispo de Astorga y presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral social y Promoción humana —quien estuvo al frente de las sesiones junto al presidente de Cáritas, Manuel Bretón—, la agenda de esta Asamblea, más allá de los temas señalados, ha estado ocupada por el análisis y debate de temas estatutarios, como la aprobación del informe anual presentado por la secretaria general, Natalia Peiro; de la Memoria de actividades 2023; del informe de cuentas y resultados del ejercicio 2023; y de la programación y presupuesto de 2025.
Esta ha sido la última cita confederal en la que ha participado como delegado episcopal de Cáritas Vicente Martín antes de su consagración como obispo auxiliar de Madrid, que tendrá lugar el próximo 6 de julio en la catedral de la Almudena.
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