Mensajeros de la Paz, un año de ayuda humanitaria dentro y fuera de Ucrania Padre Ángel: "Tras un año de guerra, seguimos acompañando cada día a más de seis mil ucranianos"
Desde el estallido de la guerra, la ONG del padre Ángel asiste en la emergencia a más de seis mil personas cada día, a través de campamentos de acogida, alojamiento en hoteles, traslado en autobuses, envío de material humanitario y reparto de cestas de alimentación
En medio de un conflicto de horribles repercusiones, la ayuda de la fundación Mensajeros de la Paz continúa gracias a su red de aliados como AMA, REMAR SOS, ONCE, el voluntariado y la ayuda de miles de personas anónimas
(Fundación Mensajeros de la Paz).- Un día después de que la invasión rusa de Ucrania se hiciese efectiva hace un año, los cooperantes de la fundación Mensajeros de la Paz ya se trasladaron a las fronteras del país asediado, con sus equipos de emergencia.
Desde entonces y gracias al amplio apoyo económico de la fundación AMA, que donó un millón de euros, han desarrollado una labor permanente de ayuda humanitaria a los afectados por el conflicto. No solo a los transformados en refugiados, en ciudades de las vecinas Rumanía, Polonia y también en la acogida en España, sino dentro de las áreas ucranianas en las que se cobijan los desplazados que no han podido abandonar el país.
Campamentos de desplazados
El primer paso en la emergencia fue el montaje de un campamento militar de acogida en el paso fronterizo de Siret. A partir de esta toma de contacto, Mensajeros de la Paz, junto a su aliada REMAR SOS, levantó diferentes puntos de primera acogida.
Uno de ellos es el de la ciudad de Cernauti, donde la ONG del padre Ángel instaló una gran carpa-comedor y otras dos que funcionan como albergue y almacén. Proporcionando manutención y pernoctación a 1.700 desplazados. Tras el ataque en la estación de Kramatorsk, una nueva ola de llegadas a Cernauti impulsó, además, la puesta en marcha de una sala de juegos para los niños. Que, conmocionados, no entendían qué estaba ocurriendo.
Dando alojamiento a más de cien personas, se erigieron sendas carpas en las ciudades de Suecava y Mostyska, alejadas de las zonas más asediadas por el conflicto bélico. Cerca de la frontera con Polonia, por su parte, el campamento de Mensajeros en Liviv ha sobrevivido al asedio ruso, ofreciendo apoyo diario e integral (incluso servicio de lavandería, además de un centro sanitario móvil, una furgoneta para la evacuación de desplazados y una zona de ocio infantil) a 350 personas.
También dentro de Ucrania, el impacto de Mensajeros de la Paz en el campamento de Chernivtsi (desde el que además se entregan cestas de alimentación a familias que permanecen en sus hogares) es de tanto calado que las autoridades ucranianas han cedido a sus trabajadores humanitarios las instalaciones de un edificio en la ciudad de Velykyi Kuchuriv. Que se ha convertido en centro de acogida con capacidad para 200 refugiados.
Hoteles en Rumanía y Polonia
Paralelamente al trabajo en los campos de desplazados dentro de Ucrania, la organización española se movilizó para evacuar a familias de refugiados a Rumanía y Polonia, donde se las recibe brindando alojamiento temporal en hoteles (en régimen de todo incluido, con capacidad de 80 a 150 alojados por hotel) en las ciudades de Oradea, Nadab y Rzeszow. Gracias a socios como la fundación ONCE, los menores también cuentan, en los hoteles, con ordenadores con los que continuar las clases online.
Autobuses a España, Italia, Suiza y Madrid
Del mismo modo, Mensajeros de la Paz ha llenado, a lo largo del año, un total de 16 autobuses de refugiados ucranianos, trasladando a casi mil refugiados a los destinos solicitados: cuatro autobuses a Madrid, cinco al norte de Italia, cuatro a Alemania y tres a Suiza.
Reparto de cestas de alimentación y material humanitario
Con la unidad móvil de Mensajeros de la Paz y su compañera REMAR, la organización ha acercado cestas de alimentación a áreas especialmente debilitadas por la contienda. De la ciudad de Kiev, su centro de ebullición, en la que se están entregando 500 cestas cada semana, a la ciudad de Vizhnitsa (300 cestas) o la castigada Revno, donde las reciben 200 familias, que han perdido a sus miembros varones en los combates.
Son supervivientes de los bombardeos con artillería, lanzacohetes y misiles balísticos que han destruido las infraestructuras clave de la urbe (como sus centrales eléctricas, lo que ha supuesto que la situación durante el frío invierno haya sido todavía más grave para estos hogares).
Por último, desde España a sus centros logísticos de Przemsyl y Volovat, la fundación ha gestionado el envío de un total de 30 tráilers de material humanitario, con la cooperación de la fundación ONCE. Desde ropa de cama y abrigo a productos de higiene (también pañales), sanitarios (sobre todo medicamentos) y alimentación no perecedera, como botes de legumbres o paquetes de pasta.
En medio de un conflicto de horribles repercusiones, la ayuda de la fundación Mensajeros de la Paz continúa. “Tras un año de guerra, seguimos acompañando cada día a más de seis mil ucranianos”, declara el padre Ángel, que se ha desplazado al terreno en varias ocasiones, llamando a la paz.
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