La iglesia '24 horas' de San Antón rindió homenaje a San Romero de América Padre Ángel: "Romero llegó a ser un profeta porque siempre estuvo atento a la voz del Espíritu, a la voz de los pobres"
"Fue sensible al dolor y a las alegrías de los más humildes, sentía de verdad el sufrimiento de los pobres y le dolían las situaciones de injusticia. Tuvo compasión de su pueblo"
“La voz de Romero acompañó a nuestro pueblo, y nos sigue acompañando hoy, en estos tiempos difíciles para nuestro país y para Centroamérica”, destacó el embajador de El Salvador en España
“Óscar Romero no malgastó su vida, más bien al contrario: derramó su vida por Jesús y por su pueblo”. El presidente y fundador de Mensajeros de la Paz, padre Ángel García, rindió un sentido homenaje a San Romero de América en la parroquia '24 horas' de San Antón.
El mismo día en que se cumplen 39 años de su asesinato, y la primera fiesta del arzobispo mártir como santo (fue canonizado en octubre por Francisco), Mensajeros quiso reivindicar la figura de Romero en un acto que contó con la presencia del embajador de El Salvador en España.
Con la mitra de Romero
Antes de comenzar la misa -en la que estuvo presente la mitra de Romero, y un cuadro del prelado con Pablo VI, el embajador quiso recordar que Romero “acompañó al pueblo en su sufrimiento”, y “contribuyó a que no hubiera una guerra que hubiera sido muy criminal”.
“La voz de Romero acompañó a nuestro pueblo, y nos sigue acompañando hoy, en estos tiempos difíciles para nuestro país y para Centroamérica”, señaló el representante de El Salvador, quien concluyó subrayando que “San Romero de América nos sigue acompañando. Esta iglesia de San Antón sigue siendo para Romero su casa”.
En su homilía, el padre Ángel recordó cómo la muerte de Rutilio Grande “le afectó profundamente”, y le hizo ver “la situación de miseria y de muerte que estaba viviendo el pueblo. Poco a poco pasó a ser el amigo de este pueblo”.
Construir una Iglesia fiel al Evangelio
Romero quiso, señaló el fundador de Mensajeros de la Paz, “construir una Iglesia fiel al Evangelio”, y destacó cómo “de sus labios nunca salió una palabra de rencor o violencia. No se cansó de llamar a la conversión y al diálogo para solucionar los problemas de su país”.
“Recibió muchas amenazas, pero un día dijo: 'Nunca abandonaré a mi pueblo', y no lo hizo”, destacó el sacerdote, quien insistió en que Romero “llegó a ser un profeta porque siempre estuvo atento a la voz del Espíritu que se manifestaba en los signos de los tiempos y en la voz de los pobres”.
“Fue sensible al dolor y a las alegrías de los más humildes, sentía de verdad el sufrimiento de los pobres y le dolían las situaciones de injusticia. Tuvo compasión de su pueblo”, añadió el padre Ángel, quien concluyó recordando dos llamados que, hoy, siguen resonando en la sociedad.
El primero:
“Cada uno de ustedes tiene que ser un micrófono, un mensajero de Dios”
El segundo, en unas de sus últimas palabras:
“Cese la represión. Ante una orden de matar que dé un hombre, debe prevalecer la ley de Dios que dice No matar”
“Seamos personas que generen paz donde estemos, seamos mensajeros del amor de Dios”, concluyó el padre Ángel.
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