En el día de los ángeles custodios Una policía excepcional
Mi homenaje de gratitud y reconocimiento
Estaba a punto de comenzar una ruta vacacional con dos amigos que venían de América, Víctor y Gregorio, por Europa y Tierra Santa. Me dirigía a Madrid para volar en avión hacia Edimburgo, comienzo de nuestra ruta. Aproveché mi llegada a Madrid para quedar y saludar a unos amigos madrileños: Lucía y Pablo, que fueron con sus niños para verme a la estación de Atocha. Al vernos, después de tanto tiempo, nos fundimos en un abrazo. Fue en ese momento cuando mi mochila, que había dejado en el suelo, desapareció. Fue solo lo que duró un abrazo. Allí tres personas adultas y ninguna nos percatamos del robo. Todos mis sueños se vinieron abajo en un instante. En aquella mochila iba toda mi documentación necesaria para poder viajar al extranjero. Mi gozo en un pozo. Mi amigo Pablo se disgustó tanto que solo le faltó llorar. Y fue él quien me animó a denunciar el robo ante la policía de la estación de inmediato. Yo estaba ya un poco escéptico. Seguro que el ladrón había puesto tierra por medio de inmediato, como así fue. Y Pablo me acompañó a poner la correspondiente denuncia. Estaba describiendo el lugar del robo y sus circunstancias ante el agente, que muy amablemente me atendía, cuando llamaron a mi telefóno. Un agente de policía me hablaba:
-Su mochila acaba de ser localizada el ladrón ha sido detenido.
No me lo podía creer solo habían transcurrido unos 15 minutos desde el robo. Me parecía un milagro en toda regla. Terminé mi declaración correspondiente y me dieron una clave para presentar en la Comisaría central de Madrid donde volverían a pedirme declaración, poner precio a cada uno de los objetos que contenía la mochila, después de devolvérmela con todas mis pertenencias. El trato de la policía fue en todo momento muy atento y humano. Llegaron, incluso, a decirme que podían facilitarme un pasaporte nuevo urgente para que pudiera viajar y no tuviera que renunciar a mis vacaciones- ¡Todo un gesto de humanidad que a mí me serenó mucho! Lo cierto es que, gracias a la profesionalidad de nuestra Policía Nacional, yo pude recuperar mi mochila y hacer posible mi proyecto vacacional con mis amigos.
Cuando no siempre nuestra Policía Nacional recibe halagos y apoyos a su complicada tarea, sobre todo en estos tiempos tan ideologizados, yo quiero romper una lanza a favor de ella, Fueron auténticos profesionales en su tarea y en su trato humano y cercano. Yo me siento muy orgulloso y agradecido a nuestra Policía Nacional por su increíble hazaña. Y puedo decirlo en primera persona porque he sido testigo. En el día de los santos ángeles custodios, vaya por delante mi más entusiasta felicitación a nuestros buenos ángeles custodios de la policía Nacional.
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