#MaríaMagdalena2024 TÚ MARÍA, LA MUJER, LA AMIGA DE JESÚS

TÚ MARÍA, LA MUJER, LA AMIGA DE JESÚS
TÚ MARÍA, LA MUJER, LA AMIGA DE JESÚS

Tú María de Magdala, que hoy en día eres reconocida como apóstola  de apóstoles, dime —Cómo fue tu encuentro con Jesús, oíste hablar de él y lo buscaste, o te lo encontraste predicando. Porque indistintamente, qué te habrá hecho sentir y pensar, que lo empezaste a seguir—. He oído hablar de ti, pienso que eres una mujer inteligente y observadora, pero más que eso, valiente,  pues estabas inmersa en un mundo patriarcal y machista, además tus actividades por algunos eran vistas con una doble moral, por un lado aceptadas, por el otro repudiadas. Y eso por los mismos que te frecuentaban.

No obstante tu comunidad te recuerda como una seguidora del Maestro y eso te constituye cercana a sus enseñanzas. —¿Qué crees que vio Jesús en ti?—.Eras joven, y tendrías ese encanto que algunas mujeres tienen, que es envidia de muchas y satisfacción de otros. —Cuéntame, ¿qué te llevo a la vida que tenías antes de conocerlo, qué dijo Jesús que te impactó de tal manera, que voluntariamente te hiciste discípula de él. O tan sólo te miró de tal forma que te conmovió y te sentiste aceptada—?

María, María, son tantos mis cuestionamientos, y tú resumes tu actitud en una frase. Discípula del amado.

—¿Sabías que también una vez le pedí al Señor vida para serle fiel? Es lo más ingenuo y valiente que le he pedido. Ingenuo porque no sabía a ciencia cierta lo que pedía, valiente porque mi ignorancia de lo que solicitaba era mucha, pero más poderosa mi necesidad de sentir Su amor y cercanía—.

Te miro y me esfuerzo en percibir a través de tus acciones la develación femenina de los rasgos de Jesús, que solo una MUJER puede tener. Sé que es difícil, pero de mujer a mujer te digo, esa sensibilidad que poseemos es capacidad de nuestro ser femenino y el que me muestres a Jesús en lo cotidiano, me da la fuerza para poder desde mi humanidad también acercarme a lo humano de Él para sentir su divinidad. —¿Cómo era cuando soñaba con un mundo de paz, cuál era el tono de Su voz cuando hablaba de la Madre-Padre amor?— María y que tal cuando estaba triste,—¿Cómo se comportaba, de qué manera tú le hablabas para calmarlo, para volver a hacerlo reír. Ser su amiga qué fue dejando en ti, que lo seguiste aún hasta la cruz?—

María de Magdala, por favor sigue develando al Señor, sigue haciéndolo, pues en el mundo de hoy habemos muchos que necesitamos Su cercanía para vivir con la fuerza con que somos donados y poder aún en este caos decir —Yo Señor, a la manera de María de Magdala, te descubro, te miro,... te sigo, pues he sentido cómo me llamas junto a Ti.

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