Cambio de estrategia procesal de las cismáticas, de cara a una declaración de vulnerabilidad Expulsión en Belorado: las exclarisas echan al obispo fake y al cura coctelero

Giro sorpresivo de guion en el caso de las monjas cismáticas de Belorado. Las exclarisas, excomulgadas el pasado sábado por el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, han expulsado del cenobio burgalés, donde llevaban atrincherados desde finales del pasado mes de mayo, al falso obispo, Pablo de Rojas, y al no menos falso cura -y coctelero- José Ceacero, bajo cuya tutela espiritual de la Pía Unión San Pablo Apóstol, se habían acogido tras la publicación del Manifiesto Católico, el 8 de mayo, en el que manifestaban su voluntad de separarse de la Iglesia católica.

Una decisión que, tal y como adelantaba el diario ABC y ha podido confirmar RD, se tomó el pasado lunes cuando las diez ex monjas se reunieron con el equipo de abogados que les asesora, formado por el bufete de Sarabia y Asociados, GTRS, así como por el notario Florentino Aláez.  Los asesores jurídicos de las ya exmonjas de Belorado pasaron buena parte de la tarde reunidos con las religiosas excomulgadas y con De Rojas y Ceacero, a quienes sobre las 19 horas exigieron que salieran del monasterio.

En el trasfondo de la decisión estaría un cambio en la estrategia procesal, en dos sentidos: en el primero, por la inconveniencia de la presencia de ambos sujetos -también ellos excomulgados hace años- en el monasterio; en el segundo, el intento de que las hermanas amotinadas sean consideradas "vulnerables", un aspecto no baladí a la hora de poder perpetuarse en el monasterio, llegado el caso. La consideración de los abogados es simple: si ellos están dentro, las ex monjas no pueden declararse en situación de vulnerabilidad (están bajo el amparo de una organización reconocida civilmente), lo que haría más sencillo un proceso de desalojo, que en el caso de los 'okupas' declarados vulnerables se antoja mucho más complicado.

Todo se desató durante la tarde del pasado sábado, una vez se hizo efectiva la excomunión por parte del arzobispo de Burgos, Mario Iceta, y algunos familiares pudieron ponerse en contacto con las monjas excomulgadas para mostrar su preocupación. "Las cosas han ido demasiado lejos", llegó a decirle un familiar a una de ellas, conminándoles a tomar medidas. Algo que parece han comenzado a tomar, escuchando en esta ocasión otras voces, del mismo modo que no lo hicieron cuando eclesiásticos como el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, o la religiosa Sor Lucía Caram, trataron de establecer un diálogo que no fructificó.

En todo caso, esta medida puede hacer mella en la autoridad de la hasta ahora líder del grupo, la exabadesa sor Isabel de la Trinidad, toda vez que el equipo de abogados cántabros hizo ver que la solución jurídica se complicaba con la presencia de los miembros de la Pía Unión San Pablo Apóstol, cuando había sido ella la que, al parecer, había decidido apostar por su presencia y tutela frente al arzobispado de Burgos. ¿Habrá también una marcha atrás en lo doctrinal? Por el momento, no lo parece, aunque cualquier escenario es posible en el 'culebrón Belorado'. Y más cuando, aunque fueran fake, al menos las religiosas contaban con cierta asistencia 'espiritual' de la que ahora carecen.