Tres años después de la 'restauración' Borja sigue exprimiendo el tirón de su eccehomo

La localidad zaragozana de Borja se resiste a desaparecer del mapa mediático mundial, en el que irrumpió con fuerza hace justo tres años gracias a la polémica restauración de un "eccehomo" en uno de sus santuarios, el de la Misericordia, y está decidida a seguir aprovechando el tirón que despierta.

Lo hará con el proyecto de la creación de un centro de interpretación, que llevará por nombre a la malograda y, a la vez, célebre obra, y que se espera que esté listo para la primavera de 2016.

Este proyecto, creado para generar beneficios a la fundación Sancti Spiritus, allí ubicada, y a su obra social, contará con fotos, curiosidades, recortes de prensa nacionales e internacionales, libro de firmas, todo tipo de merchandising, como ositos con la camiseta de la popular restauración, chapas o las botellas de vino con su nombre, y hasta la posibilidad de que los visitantes puedan llevarse un fotomontaje con su cara en la pintura.

Todo ello poniendo en valor también el legado de Elías García, el pintor de la obra original, a quien dedicarán una exposición para reivindicar su figura y su obra, algo difuminadas tras el "boom" que supuso la restauración.

La "culpable" de la misma -y también de toda la repercusión generada para su pueblo- Cecilia Giménez, ha intervenido en la presentación, en la que, además, ha tenido la oportunidad de encontrarse por primera vez con Teresa García, nieta del autor de la obra primigenia y representante de la familia del pintor.

Cecilia, que ya cuenta con 84 años y reconoce estar "regular" de salud por algunos achaques habituales a su edad -recientemente se rompió una cadera y utiliza bastón para caminar-, aprovecha cada momento que puede para agradecer el cariño y el apoyo que ha recibido estos tres años "de este santuario, de Borja, de España y del mundo entero", a pesar de que lo pasó "muy mal" en un primer momento.

Eso sí, esta entrañable octogenaria sigue manteniendo que su restauración no estaba concluida debido a la humedad presente en las paredes donde estaba pintado el "eccehomo" original y reconoce que fue "infeliz" de dejarlo destapado, lo que propició todo el posterior revuelo mediático.

"Pero Cecilia, ¿sabes que te van a llevar a la cárcel?", recuerda que le dijeron cuando volvió de visitar a su hijo, de 54 años y paralítico, a lo que reaccionó con estupor y le contestaron: "algo habrás hecho que no lo has terminado". En ese momento recordó.

Sin embargo, reitera que ha aprendido con el tiempo que esta frustrada restauración ha sido "un bien muy grande" para Borja y para su hospital. "Alabado sea Dios que se haya quedado así", concluye.

Y, además, desde entonces ha hecho cosas que nunca habría imaginado, como convertirse en un rostro habitual de la televisión y en una de las personas más buscadas en internet, pintar un eccehomo para una botella de vino de la zona, participar en un videoclip y hasta le han propuesto que sus cuadros se expongan en una exposición en Zaragoza.

Por su parte, Teresa García, nieta del pintor del "eccehomo" original aplaude que "por primera vez" el ayuntamiento borjano haya enfocado el problema "de la forma adecuada" y haya dejado a un lado "la propaganda un poco jocosa" para también promocionar la zona.

Asimismo, reitera que la familia en ningún momento ha pretendido dinero, sino la restauración de la obra original, y que su abuelo no fue un pintor mediocre, con menciones, entre otros, de Alfonso XII, Alfonso XIII o el papa.

En total, este mes han pasado casi 2.000 personas por el santuario y hasta 120.000 de casi todos los países del mundo lo han hecho en estos tres años, según indica el alcalde de Borja, Eduardo Arilla, con la consiguiente repercusión que ha tenido hacia el comercio y la hostelería de la zona, a un lugar al que antes apenas llegaban los vecinos de la localidad y algún visitante de algún lugar de Aragón.

Todo ello en un entorno incomparable en el que, además del interés artístico del propio santuario, la curiosidad por el polémico eccehomo, se puede contemplar una envidiable vista de esta zona de Aragón, de sus montes y viñedos.

(RD/Agencias)

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