Director del Centro Católico de Estudios y Medios de Jordania Padre Rifat Bader: "En Jordania hemos dado la bienvenida a más de un millón de refugiados"
(Cameron Doody).- El padre Rifat Bader es el director del Centro Católico de Estudios y Medios de Jordania. Nos visitó en Religión Digital la semana pasada para hablar de la situación que se vive actualmente en el país y del turismo religioso que uno puede experimentar en su entorno.
Bienvenido, Padre, a Religión Digital.
Muchas gracias y que Dios bendiga vuestro trabajo.
Muchas gracias. Empecemos con que nos cuentes un poco de vuestro Centro. ¿Qué es el Centro Católico de Estudios y Medios de Jordania?
Es una voz en la sociedad jordana, la cual es una situación de pluralismo religioso. Tenemos a musulmanes y cristianos, pero no es que los cristianos viniéramos a Jordania ayer. Estábamos allí en tiempos de Jesucristo, y la semana pasada abrimos, incluso, una nueva iglesia dedicada a los mártires cristianos de Jordania. Estos mártires murieron a los comienzos del cristianismo, y hasta Jesucristo estuvo en Jordania y fue bautizado allí por Juan Bautista, cuya fiesta celebramos estos días.
Hemos tenido en Jordania a muchos mártires y muchos santos, la Virgen María y los apóstoles, que han seguido los pasos de Jesús en predicar la Buena Nueva. Es por eso que somos una Tierra Santa: no decimos "Jordania y la Tierra Santa". Así que, en nuestro Centro nos centramos en nuestra pluralidad religiosa, como cristianos y musulmanes quienes estamos viviendo juntos desde hace muchas décadas, o siglos. Somos una voz de la Iglesia católica que colabora en armonía con otras asociaciones mediáticas en Jordania, y también estamos conectados con el Vaticano, porque es católico.
Contamos con muy buenas relaciones, además, con muchas agencias católicas con oficinas alrededor del mundo. Tenemos contactos aquí en España pero también en Italia y Francia.
Comentábamos antes de que comenzáramos la entrevista que tenéis una página en internet en la cual publicáis noticias todos los días.
Efectivamente: tenemos un sitio web que se llama Abouna, que significa "Nuestro Padre", y que es lo que la gente nos llama a nosotros, los curas. Es por eso que escogimos este nombre en particular. Es fácil de decir tanto en árabe como en inglés, y por supuesto no publicamos noticias solo en árabe sino también en inglés. Han sido 13 años ya desde que existe este sitio web, y el Centro Católico de Estudios y Medios de Jordania fue inaugurado en 2012. Uno de nuestros proyectos en los cuales estamos trabajando actualmente es la promoción del turismo religioso en Jordania.
Oriéntanos un poco, así pues, al turismo religioso que uno puede hacer en Jordania. Para una persona cristiana de España, ¿qué hay de especial interés en el país?
Tenemos muchos sitios de interés: ¡tantos que resulta imposible enumerarlos! Pero los sitios más importantes son el lugar del bautismo de Jesucristo; el Monte Nebo, desde donde Moisés vio la Tierra Prometida; el lugar del nacimiento del profeta Elías, donde también nací yo... ¡es por eso que se podría decir que soy primo suyo!
Por otro lado también tenemos a la ciudad de Petra y el Mar Muerto, que es un lugar único y el sitio más profundo de toda la tierra, además de una fuente rica en sales y otras muchas cosas buenas para el cuerpo.
Así que no es solo un sitio histórico sino también un destino saludable.
Cuando hablas del turismo en Jordania no te puedes limitar al turismo religioso: también están los sitios históricos y los lugares únicos en el mundo.
Petra es otro ejemplo: es una ciudad construida en las rocas, y fue descubierta -o redescubierta- hace solo dos siglos. Es muy atractiva para la gente. Uno debe organizar su visita con las autoridades del Departamento de Turismo de Jordania para que tenga los mejores guías.
Después hay que ir a visitar el resto del país -excursiones en la naturaleza, los sitios históricos, los sitios religiosos- y no hay que olvidar que además de los sitios cristianos también tenemos sitios importantes para los musulmanes. Uno puede sentir la armonía que existe desde el principio de la Iglesia y del Islam: que la gente allí vive en armonía, y no enzarzados en luchas. Algunos medios de comunicación quieren hacernos creer que allí la armonía religiosa no existe, y no: en Jordania puedes sentir cómo los seguidores de las diferentes religiones vivimos juntos en la paz.
Podríamos decir, entonces, que la situación política en el Oriente Medio no ha afectado tanto a Jordania como a otros países.
Cuando hablamos de Jordania hablamos del país más seguro de la zona. A veces pueden producirse algunos incidentes, en un momento u otro, pero eso no destruye la paz y la seguridad que hemos construido. Insisto: es el país más seguro de todo el Oriente Medio, y por eso animamos a los que nos vean a que vengan a Jordania, que no tengan miedo. Es verdad que está en el Oriente Medio, y rodeada por conflictos, pero Jordania es en sí segura, demos gracias a Dios.
Es una bendición del Señor, y un resultado del liderazgo sabio con el que contamos en Jordania, bajo Su Majestad el Rey y la familia Hachemita. También es la sensibilidad de la gente: somos conscientes de que tenemos que construir nuestro futuro desde la seguridad.
Y por el trabajo que realizáis en organizaciones como la vuestra, que trabajan por el entendimiento y el diálogo.
Eso es, aunque no nos conocen solo como una organización religiosa, sino también como algo nacional. Trabajamos para mantener seguro a nuestro país, y para sostener la buena convivencia de musulmanes y cristianos. Somos un país modélico para todo el mundo.
En el contexto de estas tensiones del Oriente Medio, una cosa en particular que algunos tenemos muy presente aquí en España es la crisis de los refugiados. Entiendo que muchos refugiados han podido establecerse en Jordania. ¿Habéis estado involucrados en la acogida de refugiados desde vuestro Centro?
Desde luego: tenemos a muchos refugiados de Siria, de Iraq... aunque los que vinieron de Iraq se fueron de Jordania a otros países: Australia, Canadá, Estados Unidos, etc. La mayoría de los refugiados son sirios, y en Jordania hemos dado la bienvenida a más de un millón de ellos, bajo direcciones de Su Majestad el Rey y gracias a la hospitalidad de los jordanos. No podríamos decir que formen una parte de nuestra sociedad, porque aunque viven con nosotros no tienen la ciudadanía jordana: así lo hemos preferido porque la mejor solución será la de dejarlos volver a su país en cuanto se reestablezca la paz.
Como jordanos trabajamos por las soluciones diplomáticas que prioricen la paz, siempre con la esperanza de que se pueda encontrar pronto una resolución definitiva. En Jordania hemos intentado responsabilizarnos por nuestros hermanos y hermanas, no solo porque son árabes sino porque son humanos. Y si hablamos de la ayuda humanitaria que prestamos es un trabajo de coordinación entre las diferentes asociaciones oficiales, el gobierno y la familia real, y también las organizaciones de la Iglesia: Cáritas Jordania, por ejemplo, que ayuda a más de 200.000 familias diariamente, familias sirias e iraquíes.
En Jordania hemos abierto nuevas asociaciones dedicadas a la misericordia, porque la misericordia no diferencia entre musulmanes y cristianos. Ayudamos a toda la sociedad, tanto a refugiados como a jordanos que están atrapados en la pobreza. Como en el llamado "restaurante de la misericordia": si vienes a Jordania puedes visitar este sitio, abierto recientemente por Cáritas, que ofrece comidas diarias gratis para cualquiera que llame a la puerta.
En estos días de Ramadán ofrecemos iftar, la comida que consumen los musulmanes después de que hayan roto su ayuno. Estas iniciativas de misericordia son algo muy bueno porque promueven la coexistencia y la armonía entre la gente.
Y para los que estamos fuera, ¿cuál es la mejor manera en la que podríamos colaborar en el trabajo importante que hacéis en vuestra organización?
A Jordania, desde luego, no se la puede dejar sola en la tarea de prestar comida y ayuda humanitaria a los refugiados. El país necesita la ayuda de gobiernos de todo el mundo, y especialmente de Naciones Unidas y los países europeos. Pero no precisa mera ayuda política: hace falta también ayuda económica, la cual Jordania necesita para que podamos seguir ofreciendo seguridad y asilo a los que vienen de fuera.
Por otro lado, necesitamos que las diferentes asociaciones del país sigan cooperando -las humanitarias, las religiosas y las socioculturales. Considero que España tiene una buena embajada en Jordania, y el centro cultural del Instituto Cervantes, que organiza muchas iniciativas. España tiene un embajador muy amable que está trasladando una muy buena imagen de España al participar en muchas actividades de la sociedad jordana -en las cuales coincidimos él y yo- y al organizar muchas cosas desde la embajada y el Instituto Cervantes.
Somos amigos, los dos reinos de Jordania y España, y creo que en el futuro sería muy conveniente si hubiera más cooperación no solo entre nuestros dos gobiernos sino también entre nuestros dos pueblos.
Y más allá de las ayudas materiales siempre hay las ayudas espirituales que os podríamos ofrecer.
Espirituales, culturales, sociales... hay muchas posibilidades.
Por no decir nada de la ayuda que sería, por supuesto, que visitáramos a Jordania...
¡Claro! ¡Bienvenidos sois! Y a propósito de visitar a Jordania, no podemos dejar de mencionar que en 50 años ha habido cuatro papas que han venido a nuestro país, para visitar a los sitios santos y encontrarse con la gente. ¿Por qué no organizar una visita, entonces, con grupos de gente de España, de Europa? No solo para ver a las piedras sino para conocer a su gente: para experimentar la hospitalidad y la amabilidad de la gente jordana.
Suena maravilloso, la verdad. ¿Cuál es el mejor momento durante el año para visitar? ¿En verano no, supongo, que hará mucho calor?
Pues tenemos un clima mediterráneo. En el invierno no hace demasiado frío, pero sí, en el verano hace bastante calor, aunque uno siempre puede vestirse con ropa ligera. Creo que conviene visitar a Jordania sea la estación del año que sea.
Esperemos, pues, que nuestra entrevista anime a la gente que nos esté viendo a que visiten Jordania.
Sí: esperamos ver a más grupos de España en Jordania.
Y tengo aquí un pequeño regalo para ti...
¡Muchísimas gracias!
Pues esto es la típica kuffiyeh jordana: es nuestro símbolo de Jordania. Quería dártela a ti y mostrársela a vuestros espectadores como un signo de amistad y cooperación humanitaria. Y estos son más recuerdos de nuestra sociedad...
¿Quieres explicarnos qué es esto? ¿Abrimos la caja y vemos lo que hay dentro?
Sí, sí: es un regalo en cooperación con el Departamento de Turismo de Jordania, y por supuesto tiene un toque jordano especial. Estos son jabones naturales...
Ay, ¡qué bien huelen!
Y estas son sales del Mar Muerto, para la piel. Todo esto es del Mar Muerto, que tiene beneficios muy importantes para el cuerpo.
La verdad es que huelen a maravilla. ¡Me encanta el aroma!
Muchos turistas cuando vienen a Jordania se cubren el cuerpo con estas sales. Si alguien no puede venir a nuestro país tenemos estos productos, que le pueden ayudar a sanarse de una enfermedad...
Un poco de Jordania en casa...
¡Eso es! Pero Jordania es vuestra casa. Muchas gracias por esta entrevista, y espero ver a más españoles en Jordania.
Ojalá podamos ir algún día. Muchas gracias, Padre.
Jordan: an oasis of peaceful coexistence between Muslims and Christians
Jordan is an oasis of peaceful coexistence between the Muslims and Christians who have lived in the country for centuries, Father Rifat Bader, of the Catholic Centre for Studies and Media of Jordan, told us in Religión Digital when he visited us last week. There is so much for tourists to do in the country that it is truly impossible to list all the places of interest: the place of Jesus' baptism, Mount Nebo -the place from which Moses looked upon the Promised Land, the ancient and intriguing city of Petra...
But beyond the stones and the ruins Jordan is also a wonderfully hospitable country where people welcome outsiders and go out of their way to show visitors warmth and generosity. The way the Jordanian population have welcomed some million-odd refugees from Syria and Iraq -under the wise leadership of their King, the royal family, and the government- can serve as a model for other countries around the world, as the quintessential humanitarian response to our suffering neighbours. The Catholic Centre for Studies and Media is a highly-respected voice in Jordanian society that collaborates with others in this mission of promoting peace and harmony in the country.
A trip to Jordan, Father Rifat told us, is truly balm for not only the soul but also the body: not only can you experience first-hand the deep understanding and mutual respect that surrounds Muslims and Christians, migrants and native-born citizens, but the exquisite body-care products that you can find there -soaps and bath salts from the Dead Sea, for example- will ensure you can relive your experience in the country in the comfort of your own home.