El gobierno peruano anuncio a finales del pasado mes de Octubre que la fiscalía había vuelto a reabrir las investigaciones en busca de pruebas acerca de las más de 200.000 mujeres indígenas y campesinas obligadas a esterilizarse durante la Presidencia de Alberto Fujimori (1990-2000).
Las principales víctimas de este programa, una vez más, fue el sector más empobrecido de la sociedad. La medida formaba parte de un programa de planificación familiar y cuyo único objetivo era disminuir el número de nacimientos en las zonas más pobres de la sociedad peruana. Con el nombre de “plan de salud pública” financiado por EEUU con 36 millones de dólares, proyecto que a su vez, la propia OMS no dudó en felicitar a Fujimori por ese plan de control demográfico y en cuya investigación se muestra que incluso habían sido fijadas cuotas a los médicos que las realizaran con un total de 215.227 ligaduras y 16.000 vasectomías y cuyo no era la prevención de epidemias como les decían, sino como he mencionado anteriormente, la disminución del número de nacimientos. Para llevarlo a cabo se captaron mujeres bajo presiones y cuya única forma de incentivarlas era la excusa de ofrecerles alimentos, todo ello sin ser debidamente informadas, lo que impidió que pudieran tomar una decisión debidamente concienciada.
Como tantos temas sociales, quizá no haya salido lo suficientemente a la luz ya que todas las portadas de los medios de comunicación las abarcan la crisis de Europa y aunque es un tema importante, no es el centro del mundo….
Ante todo esto y tantísimas otras barbaridades, del ser humano ¿qué dirá Dios?,quizá haya momentos que se quede sin palabras y atónito…