Siempre son los niños los perjudicados
Su madre a esas horas, cocinase o no, como un reloj, siempre ponía a funcionar el extractor de humos de la cocina; la vecina de enfrente subía el volumen del televisor, todo cambiaba a esa hora…la paz se volvía infierno, la vida era diferente para nuestro pequeño.
Su padre siempre venía de mal genio, nunca le habían ido bien las cosas laboralmente y lo pagaba con su familia, en este caso, con su esposa, a la que un día prometió respecto y amor eterno…
Ella necesitaba dar de comer a su hijo, pagar el colegio y darle la mejor educación posible, además de un techo donde cobijarse, por eso durante años, siempre había guardado silencio, maquillaba su rostro y salía con gafas de sol. Quería seguir aparentando que su vida era aquella con la que un día soñó de mujer casada feliz como tantas otras…
Nuestro pequeño se ponía música en sus auriculares e intentaba no escuchar nada, solo guardaba silencio… pasado un tiempo prudencial, su madre le llamaba para cenar y los tres se sentaban en la mesa como si nada hubiese sucedido… Este pequeño y su madre lo llevaron durante años guardado en lo más profundo de su corazón, como María, en silencio….pidiendo cada día a Dios que ese fuese el último, que tuviese un final, pero hasta la fecha, ese final no ha llegado…Nuestro pequeño tiene ahora 15 años.
Os puedo asegurar que lo que acabo de manifestar es algo real como la propia vida con unos nombres y rostros. Con una mujer que siente que su vida no tiene sentido, que no vale para nada, pero por su hijo, tiene que seguir guardando silencio y aparentando. Depende económicamente de su marido y tiene un menor que sacar adelante…
Seguro que esto no es desconocido para nadie, es lo que estamos viviendo en estos momentos, pero el tema de la crisis parece tapar todo… ¿Qué le está pasando al ser humano? Creo que cuando falta Dios, falta todo y en este momento gran parte de la sociedad ha decidido dejarlo al borde del camino…