La desdicha de ser niña

Sorprendente ¿verdad?, pero en pleno siglo XXI todavía tenemos que seguir hablando de niñas con más posibilidad de morir en un parto que de ir a la escuela.
Seres indefensos sin voz sobre su vida, su cuerpo o su destino, solo por el hecho de nacer mujer. Por eso el 11 de octubre se celebra por vez primera el Día Internacional de la Niña.
Esta es una realidad que cuando la conoces, impacta. Demasiadas niñas que por serlo, no pueden recibir una educación, se ven obligadas a trabajar a la edad de 7 años o incluso antes como esclavas domesticas, forzadas a casarse, agredidas sexualmente, obligadas a prostituirse o mutiladas… Estos problemas parecen ser invisibles ante las instituciones anteponiendo millones de euros para “salvar a la banca”…
Cuando nace una niña en lugares como Sudán, es recibida con dolor y lágrimas porque su madre bien sabe el futuro que le espera, con un carecimiento total de derechos y solo por una mera cuestión de género…
Es necesaria una sensibilización social. Cada vez somos más dados a meternos en nuestros problemas y decimos: “ya tengo bastante con lo mío”… pero somos los ciudadanos los que tenemos que luchar para que los gobiernos se comprometan ante esta invisibilidad. Las niñas no existen, no se las inscribe en el registro civil, se las obliga a quedarse en casa, no tienen oportunidad de recibir una educación, se las explota económica y sexualmente a parte de las desigualdades religiosas, judicial o cultural que padecen.
Es importante el reconocimiento de este día por parte de Naciones Unidas, pero esto solo es un paso de los muchos que quedan por dar… ¡hagámonos eco!, empecemos a salir de nuestros chiringuitos, trabajemos por un mundo con los mismos derechos para todos. Da igual donde hayamos nacido, porque todos somos personas…
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