Bergoglio le habría recordado que el legado del Papa emérito pertenece a la Santa Sede La herencia de Benedicto XVI: ¿La verdadera causa de la audiencia de Francisco a Gänswein?
Un mes después de la audiencia -definida como “muy tensa”- entre el papa Francisco y Georg Gänswein, los medios italianos señalan que la misma no tenía principalmente su motivación en el escándalo causado por las revelaciones del libro de quien fuera secretario de Benedicto XVI –“Nada más que la verdad”-, sino aclarar cuestiones relativas a la herencia del difunto Papa emérito
Francisco le habría recordado al arzobispo alemán que el legado de Joseph Ratzinger, constituido por los regalos recibidos en vida durante su ministerio petrino, la inmensa biblioteca o los derechos de autor generados por sus libros, una vez que fallece un papa pasan a ser propiedad de la Santa Sede
Un mes después de la audiencia -definida como “muy tensa”- entre el papa Francisco y Georg Gänswein, los medios italianos señalan que la misma no tenía principalmente su motivación en el escándalo causado por las revelaciones del libro de quien fuera secretario de Benedicto XVI –“Nada más que la verdad”-, sino aclarar cuestiones relativas a la herencia del difunto Papa emérito, fallecido el 31 de diciembre.
Así, según recoge Affaritaliani, Francisco le recordó al arzobispo alemán que el legado de Joseph Ratzinger, constituido por los regalos recibidos en vida durante su ministerio petrino, una vez que fallece un papa pasa a ser propiedad de la Santa Sede.
La biblioteca y los derechos de autor
Junto a ese patrimonio, se encuentra también “la inmensa biblioteca de Ratzinger, que es pequeña comparada con las sumas obtenidas a lo largo de los años por los derechos de sus numerosos libros, algunos de los cuales han vendido millones de ejemplares”. De su gestión se había encargado el propio Benedcito XVI al crear la Fundación Ratzinger “para canalizar allí todas las ganancias y mantener la continuidad cultural de la misma”.
Ahora, Francisco le habría dicho a Gänswein que “ese patrimonio pertenece a la Iglesia y no al único heredero designado, es decir al mismo Padre Georg”, advirtiéndole igualmente que, sobre las revelaciones hechas en su libro sobre el Cónclave de 2013, había riesgo de "excomunión" por revelar secretos de la Iglesia.
Tras aquella audiencia, quien justo después de la muerte del Papa emérito se prodigó en entrevistas para promocionar su libro, no volvió a hablar en público. Y la última vez que se le vio fue para oficiar la misa ante la tumba de Benedict XVI al cumplirse el primer mes de su muerte, un día antes de que se cumpliese el plazo que se le habría dado para abandonar el monasterio Mater Eclesiae, en el que había convivido con Ratzinger.
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