“El Papa es capaz de cambiar de opinión. Y eso lo convierte en un gran hombre” Cardenal Hollerich: “Si las mujeres no se sienten cómodas en la Iglesia, hemos fracasado”
"Si las mujeres sienten que su voz es escuchada tanto como la voz de los hombres, pero todavía se sienten, digamos, discriminadas al no ser admitidas al ministerio ordenado, tenemos que pensar en ello”
“El Papa Francisco escuchó con atención y eso es una lección para mí. Al verlo así, aprendo de él lo abierto que es y lo que significa la Iglesia que escucha. Creo que el Papa es plenamente capaz de cambiar de opinión. Y eso lo convierte en un gran hombre”
"Creo que sería muy difícil detener este proceso ahora. Es un proceso del Espíritu Santo y la gente ha aprendido que es libre, que puede hablar. No puedo imaginar que la Iglesia regrese al pasado, aunque mucha gente así lo desee. La gente hablaría”
“La sinodalidad es el camino que la Iglesia debe seguir para luchar contra esta polarización [en la Iglesia]. Si podemos ver la diferencia no como una polarización, sino como algo que nos lleva a una mejor comprensión de quién es Dios y cómo actúa Dios en el mundo, creo que es una gran ganancia”
"Creo que sería muy difícil detener este proceso ahora. Es un proceso del Espíritu Santo y la gente ha aprendido que es libre, que puede hablar. No puedo imaginar que la Iglesia regrese al pasado, aunque mucha gente así lo desee. La gente hablaría”
“La sinodalidad es el camino que la Iglesia debe seguir para luchar contra esta polarización [en la Iglesia]. Si podemos ver la diferencia no como una polarización, sino como algo que nos lleva a una mejor comprensión de quién es Dios y cómo actúa Dios en el mundo, creo que es una gran ganancia”
“Si las mujeres no se sienten cómodas en la Iglesia, hemos fracasado en nuestra vida como cristianas”. Es la afirmación del cardenal Jean-Claude Hollerich, relator general para el Sínodo de la Sinodalidad y que, en entrevista con la revista America analiza algunos destacados puntos del recientemente presentado Instrumentum laboris, pero también la posibilidad de que la nueva apuesta sinodal siga adelante sin un papa como Francisco, así como algunas de las características que más le impactan de la personalidad de Jorge Mario Bergoglio.
“Creo que sí”, señala Hollerich a la pregunta de Gerard O’Connell sobre si este proceso sinodal podría continuar bajo otro pontificado. “Pero no pienso mucho en otro pontificado, porque tenemos un Papa, le está yendo bien y está inspirando a toda la Iglesia. De hecho, creo que sería muy difícil detener este proceso ahora. Es un proceso del Espíritu Santo y la gente ha aprendido que es libre, que puede hablar. No puedo imaginar que la Iglesia regrese al pasado, aunque mucha gente así lo desee. La gente hablaría”.
En este sentido, está convencido de que “la sinodalidad es el camino que la Iglesia debe seguir para luchar contra esta polarización [en la Iglesia]. Si podemos ver la diferencia no como una polarización, sino como algo que nos lleva a una mejor comprensión de quién es Dios y cómo actúa Dios en el mundo, creo que es una gran ganancia”.
Un Papa que escucha
Jesuita como el Papa, el purpurado luxemburgués destaca como uno de los rasgos esenciales de Francisco su capacidad de escucha, que ha visto a menudo como miembros que es del Consejo de Cardenales.
“Siempre me sorprende la seriedad con la que el Papa escucha. Nunca está impaciente. Nunca ha hecho un gesto de enojo ni ha dicho ‘eso no es correcto’ cuando algunas de las mujeres decían cosas sobre la teoría de género, por ejemplo, que seguramente no es la enseñanza oficial de la Iglesia [en alusión a la frecuente participación de mujeres en las reuniones del C9 para dar puntos de vista sobre determinadas cuestiones]”, apunta.
“El Papa Francisco escuchó con atención y eso es una lección para mí. Al verlo así, aprendo de él lo abierto que es y lo que significa la Iglesia que escucha. Creo que el Papa es plenamente capaz de cambiar de opinión. Y eso lo convierte en un gran hombre”, señala Hollerich.
El de la mujer, el punto más importante
Reconoce el relator del sínodo que en el instrumentum laboris presentado el pasado 9 de julio, uno de los temas que se manifiesta con mayor fuerza es el de la promoción del papel y corresponsabilidad de la mujer en la Iglesia. “Ese es el punto más importante para la Iglesia hoy”, señala.
Y reconoce que “si las mujeres no se sienten cómodas en la Iglesia, hemos fracasado en nuestra vida como cristianas. El Génesis nos dice que Dios creó al hombre a su imagen y semejanza, mujer y hombre los creó. Lo que significa que, si no respeto a las mujeres, si pienso que ellas, por cualquier motivo, son menos competentes por ser mujeres, hoy es un escándalo y no se puede aceptar”.
“Ahora la pregunta es -prosigue Hollerich su reflexión-, si esta plena igualdad entre mujeres y hombres significa que ellas también deben ser ordenadas ministros, no lo sé. Pero lo importante para mí es que el ministerio ordenado no se viva como el lugar donde está el poder. En general, no se debe hablar de poder en la Iglesia, sino de servicio. Entonces, si las mujeres sienten que su voz es escuchada tanto como la voz de los hombres, pero todavía se sienten, digamos, discriminadas al no ser admitidas al ministerio ordenado, tenemos que pensar en ello”.