Hoy pudimos realizar esta visita al Gemelli, donde todos los días a las 14.30 horas los médicos que atienden a los pacientes afectados por Covid-19 se reúnen para hacer un balance de la experiencia del día. Hemos sido invitados hoy a participar en esta reunión para llevarles un saludo.
Y ha traído el saludo del Papa Francisco...
Sí, el saludo del Santo Padre, el del equipo específico de Covid-19 querido por el Papa, y el Dicasterio. He traído el saludo, la cercanía y la solidaridad de Francisco. En el Gemelli hemos aprendido algo de gran interés: el Gemelli ha podido aprender de la experiencia que se ha vivido en el norte de Italia. Fueron capaces de separar las especialidades. Una separación de tal manera que un paciente afectado por el virus no pueda infectar a otros pacientes. En el Gemelli, se ha creado una sala completamente dedicada a los pacientes de Covid-19. Esta clara separación, desde el principio, ha ayudado a mantener bajas las tasas de mortalidad. Y esto ha salvado a la ciudad de Roma y a sus alrededores.
En este tiempo de pandemia, ¿en qué condiciones están trabajando los médicos y enfermeras del Hospital Gemelli?
Están felices de poder proporcionar el cuidado necesario a los enfermos. Sus espíritus son altos a pesar de la peligrosa situación. En el Gemelli se ha podido mantener un espíritu positivo. Son 15 los equipos de médicos que se turnan en esta sala dedicada a los pacientes de Covid-19. Conocimos a uno de estos equipos. Todos los jóvenes de treinta años. Nadie se quejó. No hay escasez de máscaras, guantes y otros equipos necesarios. Creo que el Gemelli tomó las medidas apropiadas con mucha anticipación. La cosa fundamental es poder separar a los pacientes. Cuando esta separación no es posible, el contagio no se detiene y la mortalidad sigue siendo alta.