El arzobispo emérito de Hong Kong cree que Bergoglio "humilló" a Benedicto XVI Cardenal Zen: "Recemos para que nuestro papa Francisco tenga más sabiduría"

"No sé [si el papa Francisco cambiará su línea], pero espero que haya un cambio. Estamos muy preocupados por lo que pueda ocurrir con el Sínodo de los Obispos. Y temo que el Sínodo repita el mismo error que la Iglesia holandesa hace 50 años, cuando los obispos dieron marcha atrás y aceptaron que los fieles dirigieran la Iglesia; entonces su número disminuyó. Recemos para que nuestro Papa tenga más sabiduría".

Es uno de los cardenales más críticos con Francisco, y dado que ha calificado su reciente audiencia con el Papa de "maravillosa", no parece que el cardenal Joseph Zen, de 91 años de edad, se haya sincerado tanto con Bergoglio como lo ha hecho en una entrevista en Il Giornale, aprovechando su estancia en Roma para asistir a los funerales de Benedicto XVI, con quien sin duda parecía tener mayor sintonía.

De hecho, da una muestra palpable al ser preguntado por el contenido del libro escrito por quien fuera el secretario del Papa emérito: "Aún no he leído el libro, pero creo que será interesante. Estoy de acuerdo con monseñor Gänswein sobre el tema de la misa en latín. Las generalizaciones tendenciosas de la Traditionis custodes de Francisco han herido el corazón de muchas personas".

"Humillar a Ratzinger"

"Leyendo el motu proprio y la carta del Papa a los obispos -añade el arzobispo emérito de Hong Kong-, se nota una 'facilidad' y una 'tendenciosidad en vincular el deseo de utilizar la forma extraordinaria de la misa con un juicio negativo de la forma ordinaria de la misa, o una tendencia a vincular la negativa a aceptar la reforma litúrgica con un rechazo total y profundo del Concilio Vaticano II. ¿No pueden los anti-Ratzingers del Vaticano esperar pacientemente a que la Misa Tridentina muera junto con la muerte de Benedicto XVI, en lugar de humillarlo de esta manera?"

Las críticas del purpurado a Francisco vienen de lejos, y han sido aceradas también con respecto a la política de este pontificado con respecto a China, que ha calificado de "increíble traición". Tras haber solicitado sin éxito una audiencia durante su última visita, la ha conseguido aprovechando el permiso de las autoridades chinas para asistir a las exequias de Joseph Ratzinger, dado que el cardenal ha sido condenado por su participación en revueltas estudiantiles en la antigua colonia británica.

"Una reunión maravillosa"

Preguntado sobre esa audiencia y de qué habló con el Papa, el cardenal asegura que "fue una reunión maravillosa, muy cálida. Agradecí al Papa por el buen obispo nombrado en Hong Kong en 2021. Me contestó: '¡Lo sé bien, es jesuita!'. A continuación, relaté mi experiencia pastoral en las cárceles de Hong Kong. En estos 10 años, he bautizado a varios presos. Francisco dijo que estaba muy contento por este ministerio mío'", concluyó.