El Vaticano lamentó, “con sorpresa y pesar”, el pasado sábado, 26 de noviembre, a través de una declaración, que China hubiese nombrado un obispo en una diócesis no reconocida por la Santa Sede, incumpliendo el acuerdo que ambas partes firmaron en 2018 tras décadas de inexistentes relaciones diplomáticas, y que fue prorrogado hace unas semanas.
Sin embargo, este asunto, que ha causado disgusto en la Santa Sede, y que ha sido criticado incluso por los Estados Unidos por acceder a este tipo de acuerdos con el gigante asiático, no parece inquietar mucho en Pekín. De hecho, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China ha señalado hoy en rueda de prensa que desconocía el “asunto específico”.
Y el “asunto específico” tiene que ver con el nombramiento por parte de las autoridades chinas de monseñor Giovanni Peng Weizhao como obispo de Yujiang, en la provincia de Jiangxi, una diócesis "no reconocida por la Santa Sede", según se lee en una declaración del Vaticano.
"Lo que deseo subrayar es que en los últimos años China y el Vaticano han mantenido contactos, han alcanzado una serie de importantes consensos, las relaciones China-Vaticano siguen mejorando y también promueven el desarrollo armonioso del catolicismo chino", apuntó Zhao Lijian, añadiendo que Pekín “está dispuesto a ampliar continuamente el consenso de amistad con la parte vaticana y a trabajar juntos para mantener el espíritu del acuerdo provisional".