"Es un buen hombre", dijo a los periodistas a su regreso del viaje de Asia y Oceanía ¿Por qué Francisco alaba tanto al rey Abdullah de Jordania?

Francisco con el rey Abdullah de Jordania
Francisco con el rey Abdullah de Jordania Vatican Media

"Quiero decir algo. Es un poco inmiscuirme en política, pero quiero decirlo: estoy muy, muy agradecido por lo que está haciendo Abdullah. Es un hombre de paz y está tratando de hacer la paz. El rey Abdullah es un buen hombre”

Es un viejo amigo con el que ha trabado una sólida amistad desde poco después de ser elegido Papa y que acabó cuajando con motivo del viaje de Francisco a Tierra Santa, que había incluido también una parada en Ammán. Desde entonces, se han reunido en cinco ocasiones

Junto con Francisco, el rey Abdullah ha desarrollado una destacada labor diplomática para tratar de frenar el actual conflicto en Gaza

"Quiero decir algo. Es un poco inmiscuirme en política, pero quiero decirlo: estoy muy, muy agradecido por lo que está haciendo Abdullah. Es un hombre de paz y está tratando de hacer la paz. El rey Abdullah es un buen hombre”.

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Palabras de sentido reconocimiento las que pronunció Francisco en el viaje de regreso de su viaje apostólico por Asia y Oceanía sobre el rey de Jordania, un viejo amigo con el que ha trabado una sólida amistad desde poco después de ser elegido Papa y que acabó cuajando con motivo del viaje de Francisco a Tierra Santa, que había incluido también una parada en Ammán. Desde entonces, se han reunido en cinco ocasiones.

La última vez que se vieron fue el pasado 2 de mayo, cuando Francisco lo recibió en una audiencia privada en el Palacio Apostólico junto con su séquito, “un diálogo muy cordial”, como destacó entonces el director de la Sala de Prensa vaticana, Matteo Bruni.

Gaza, preocupación compartida

Aunque no trascendió el contenido de la conversación entre ambos, no parece descabellado pensar que la situación en Gaza ocupó una parte del tiempo, porque es una cuestión que les preocupa especialmente. De hecho, un par de meses antes, en marzo, el rey Abdullah recibió en audiencia en su palacio Al Husseiniya al secretario vaticano para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales, Paul Richard Gallagher.

Francisco y el rey de Jordania, Abdulah II
Francisco y el rey de Jordania, Abdulah II

Se trataba de una visita del ‘ministro de Exteriores’ del Vaticano a Jordania que evidencia, una vez más, las excelentes relaciones diplomáticas entre Jordania y la Santa Sede, “que en treinta años han dado frutos de cooperación y de creciente estima mutua”, certificaba entonces el Vaticano, donde también están muy agradecido por el trato que recibe la comunidad católica en el país árabe y su apoyo en la construcción del diálogo interreligioso con la comunidad musulmana.

En ese encuentro salió, claro está, la preocupación por la situación en Gaza, la necesidad de un alto el fuego inmediato y la atención a una población palestina que, tras los brutales atentado del 7 de octubre por milicianos de Hamás en territorio de Israel, está soportando una cruel represalia por parte del gobierno de Benjamin Netanyahu, con más de 40.000 víctimas mortales, buena parte de ellas, mujeres y niños.

Statu quo sobre Jerusalén

Pero además, el monarca y el diplomático vaticano compartieron la necesidad de que se siga respetando el statu quo en los Santos Lugares de Jerusalén, ciudad santa para las tres grandes religiones monoteístas, petición que fue retirada hace unas semanas por el propio Papa tras el rezo del ángelus.

Francisco, con el rey de Jordania, Meloni y Erdogan
Francisco, con el rey de Jordania, Meloni y Erdogan

Junto con Francisco, el rey Abdullah ha desarrollado una destacada labor diplomática para tratar de frenar el actual conflicto en Gaza. El monarca es muy consciente de que se vive una situación altamente inflamable que pude comprometer la seguridad en toda la región de Oriente Medio. Y que puede hacer desestabilizar a la propia Jordania, país que ya acoge a millones de refugiados palestinos de las guerras de 1948 y 1967 y a sus descendientes, así como a los que llegaron de Siria tras el estallido de la ‘primavera árabe’ en ese país y la posterior aparición del Estado Islámico allí.

Por eso, Francisco -que admitió en esa conversación con los periodistas que le acompañaban en el vuelo papal de regreso de su viaje apostólico más largo- reconoció que “la Santa Sede está trabajando en ello”, en alusión a una mediación para poner fin a la guerra en Gaza. Y, para ello, la labor del rey Abdullah es también indispensable.

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