Audiencia a la Unión Nacional de Discapacitados por el Servicio Francisco: "Les agradezco su apoyo en la oración; realmente lo necesito, ¡porque este trabajo no es fácil!"

"Les agradezco su apoyo en la oración; realmente lo necesito, ¡porque este trabajo no es fácil!". Con esta naturalidad se ha expresado esta mañana el papa Francisco durante la audiencia que concedió alos miembros de la Unión Nacional de Personas Discapacitadas por el Servicio, según información recogida por Katholisch, en la que habló "con un tono inusualmente franco" al referirse a las dificultades del ejercicio de su ministerio.

La víspera, el Papa había llegado tarde a una recepción, razón por la cual _según la misma fuente- comenzó diciendo: "Pido disculpas por llegar tarde; ¡pero también ha sido una mañana del demonio!". Se refería a una agenda que le había llevado a recibir, entre otros, al presidente de Paraguay, a una delegación de Francia, a un grupo de religiosas y al ex primer ministro italiano, Romano Prodi...

El sentido social

En la audiencia de esta mañana, celebrada en la Sala Clementina, donde estaban presentes más de 200 miembros de este organismo que presta asistencia a empleados por el Estado italiano que hayan sufrido mutilaciones y discapacidades en acto de servicio como consecuencia del servicio militar y civil, el Papa que agradeció su compromiso por dar sentido social a sus experiencias y la labor en favor de la paz, según informa Vatican News.

El Papa resaltó el valor moral de sus experiencias, que, de negativas han querido pasar a dar un sentido social. “Todos están invitados a superar la tendencia a encerrarse en sí mismos, en su propia condición, para abrirse al encuentro, al compartir, a la solidaridad. Y esto puede generar grandes cambios, como bien saben”.

“El límite, la carga que hay que soportar permanece como tal, no desaparece, sino que recibe un significado diferente, positivo: delante de tu condición, en lugar del signo ‘menos’, pones un signo ‘más’. Y esto lo pueden hacer juntos, porque se apoyan mutuamente”, le dijo Francisco.

La transformación de lo negativo a positivo, manifestó el Papa, “es uno de los aspectos esenciales del misterio de Jesucristo”. Invitándolos a meditar sobre esto, les dijo: “En resumen, Jesús, con el poder del amor de Dios, transformó el mal en bien, pero no en abstracto, en teoría, sino en sí mismo, en su experiencia personal, en su propia carne. El mal que tuvo que sufrir, culminando en la pasión y muerte en la cruz, lo transformó en sacrificio de salvación para nosotros. Lo hizo por el amor de su Padre, rico en infinita misericordia”.

"Convertir el mal en bien, la violencia en curación”

Indicó el Pontífice que “este misterio Jesús lo concretó en la Eucaristía, cuando, sabiendo a lo que se enfrentaba, es decir, a la cruz, dio gracias al Padre sobre el pan y el vino y dejó a los discípulos el sacramento de su sacrificio. Así convirtió el mal en bien, el odio en amor, la violencia en curación”.

También los invitó a ser una fuerza de paz para la sociedad: “Sé que para algunos de ustedes la causa de la incapacidad está vinculada precisamente a una misión de paz, o al cumplimiento de un servicio a la ley y el orden. Y esto enriquece, por así decirlo, el patrimonio moral de su asociación. Pero el compromiso de ser pacificadores se aplica a todos, independientemente de su historia”.

"Bienaventurados los pacificadores"

Citando las palabras de Jesús en el Evangelio: "Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios" (Mt 5,9)”, y lamentado la monstruosidad de la guerra, les preguntó: ¿qué podemos hacer además de rezar?, y los invitó a “afrontar los conflictos evitando toda violencia y opresión”.

Francisco les agradeció por el obsequio que le entregaron, un Crucifijo con la imagen del Buen Pastor y, finalmente, les pidió que no se olvidaran de rezar por él.