Mensaje del Papa a los participantes en la XXIV Sesión Pública de las Pontificias Academias Francisco: "En la Academia el conocimiento se convierte en servicio"
Organizada por la Pontificia Academia Mariana Internacional, este año la Sesión festeja el 60° Aniversario de su institución
El Santo Padre recordó el camino que han recorrido las siete Academias reunidas en el Consejo de Coordinación desde 1995, sirviendo a la teología, la cultura y la vida pastoral
(Vatican News).- “La Academia es un lugar donde el conocimiento se convierte en servicio, porque sin un saber que nace de la colaboración y que resulta en la cooperación no hay desarrollo humano genuino e integral. La Academia es, en su propio campo, una experiencia y un modelo de sinodalidad. Es también una fuerza de evangelización, que pertenece al presente de la Iglesia y de su misión”, lo escribe el Papa Francisco en su Mensaje a los participantes en la XXIV Sesión Pública de las Pontificias Academias, la misma que es organizada por la Pontificia Academia Mariana Internacional, que este año festeja el 60° Aniversario de su institución, bajo el lema: “María, camino de paz entre las culturas”.
Las Academias, una experiencia de sinodalidad
En su Mensaje dirigido al Cardenal Gianfranco Ravasi, Presidente del Pontificio Consejo de la Cultura y del Consejo de Coordinación entre las Academias Pontificias, el mismo que fue leído por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado Vaticano, el Santo Padre recordó el camino que han recorrido las siete Academias reunidas en el Consejo de Coordinación desde 1995 y que encuentra en la entrega del Premio un momento no secundario de su compromiso al servicio de la teología, la cultura y la vida pastoral de la Iglesia. “La Academia – precisó el Pontífice – es un lugar donde el conocimiento se convierte en servicio, porque sin un saber que nace de la colaboración y que resulta en la cooperación no hay desarrollo humano genuino e integral”. La Academia, agregó el Papa, es en su propio campo, una experiencia y un modelo de sinodalidad. Es también una fuerza de evangelización, que pertenece al presente de la Iglesia y de su misión”.
“María, camino de paz entre las culturas”
Al recordar el 60º Aniversario de la Pontificia Academia Mariana Internacional, instituida por San Juan XXIII, el 8 de diciembre de 1959, el Papa Francisco alentó el trabajo de los respectivos Académicos por su compromiso en la promoción de la ciencia mariológica y en el fomento de la auténtica piedad mariana. “Esta Academia se caracteriza así por ser un lugar similar a la ‘Casa de María’, donde Jesús creció en ‘edad, sabiduría y gracia’, y donde la Virgen, como madre acogedora y esposa atenta, enseña a ser un ‘cenáculo’ vivo”. Es por ello, subrayó el Papa, que el tema elegido para esta Sesión Pública, “María, camino de paz entre las culturas”, resume idealmente el camino de estos sesenta años.
Pablo VI: La Virgen ofrece una visión serena y de esperanza
En este sentido, el Santo Padre recordó cómo el vínculo entre la Santísima Virgen y el pueblo creyente resuena alto, claro, consciente y apasionado en la Marialis cultus (57) de San Pablo VI. Ante la situación que vivía el hombre contemporáneo, frecuentemente atormentado entre la angustia y la esperanza, Papa Montini decía que, “la Virgen, contemplada en su vicisitud evangélica y en la realidad ya conseguida en la Ciudad de Dios, ofrece una visión serena y una palabra tranquilizadora: la victoria de la esperanza sobre la angustia, de la comunión sobre la soledad, de la paz sobre la turbación, de la alegría y de la belleza sobre el tedio y la náusea, de las perspectivas eternas sobre las temporales, de la vida sobre la muerte”.
Juan Pablo II: María, vía de acceso al nuevo milenio
Asimismo, el Papa Francisco resaltó los esfuerzos de San Juan Pablo II por hacer que, “la Madre del Redentor se convirtiera en el motivo y la inspiración de un encuentro renovado y de una fraternidad redescubierta como vías de acceso para la Iglesia y el mundo en el nuevo milenio”. Por esta razón, puntualizó el Pontífice, quería que la mariología tuviera un papel propio en la formación teológica universitaria y en el diálogo entre los conocimientos. También esperaba que la mariología entrara en las cuestiones cruciales de nuestro tiempo.
Benedicto XVI: María, el centro más íntimo de la verdad cristiana
En esta dirección también se sitúa el impulso que dio su predecesor, Benedicto XVI, en la Exhortación Apostólica Post-Sinodal Verbum Domini, en la que exhortaba a los estudiosos a profundizar su comprensión de la relación entre la mariología y la teología de la Palabra. “De esto – dijo – saldrá un gran beneficio tanto para la vida espiritual como para los estudios teológicos y bíblicos. En efecto, lo que la inteligencia de la fe ha tematizado en relación con María se sitúa en el centro más íntimo de la verdad cristiana”.
Presencia necesaria de diálogo entre culturas
Al referirse al trabajo de la Pontificia Academia Mariana International, el Santo Padre señaló que, esta Academia ha acompañado el Magisterio universal de la Iglesia con la investigación y coordinación de los estudios mariológicos; con los Congresos Internacionales Mariológico-Marianos, del cual el 25º será celebrado el próximo año; colaborando con los diversos centros de estudios eclesiásticos y laicales; y, finalmente, mediante la cooperación con diversas instituciones académicas. “Estos compromisos – escribe el Pontífice – son un claro testimonio de que la mariología es una presencia necesaria de diálogo entre culturas, capaz de alimentar la fraternidad y la paz”.
El Premio de las Academias Pontificias
Finalmente, el Papa Francisco con la finalidad de promover y fomentar la investigación teológica, y en particular la destinada a profundizar en los temas mariológicos, otorgó el Premio de las Academias Pontificias, ex aequo, a la Dra. Carme López Calderón, por la obra Grabados de Augsburgo para un ciclo emblemático portugués. Los azulejos de la iglesia del convento de Jesús de Setúbal, y al Dr. Ionuț-Cătălin Blidar, por el estudio titulado La Inmaculada Humanidad de María – Icono del logos de Dios, cumplimiento de la estirpe elegida y fruto del árbol de la cruz. Una aproximación ecuménica a la mariología greco-latina de la Inmaculada (siglos II-XIV). Además, otorgó la Medalla del Pontificado al Instituto Mariano Croata.