Escribe una carta al presidente Iván Duque y llama a posicionarse "a favor del planeta" El Papa, al Presidente de Colombia: "No podemos pretender estar sanos en un mundo que está enfermo"
Este año, el país anfitrión del Día Mundial del Medio Ambiente es Colombia, pero a causa de la pandemia por Covid-19, la celebración presencial que iba a tener lugar en Bogotá se ha transformado en una reunión virtual
En su carta, Francisco llama a posicionarse "a favor del planeta", ante los peligros que le amenazan
Asegura que está en nosotros "la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras"
Asegura que está en nosotros "la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras"
| Mireia Bonilla
(Vatican News).- Hoy se celebra una de las fechas más importante en el calendario oficial de las Naciones Unidas: el Día Mundial del Medio Ambiente. Este año, el país anfitrión es Colombia, pero a causa de la pandemia por Covid-19, la celebración presencial que iba a tener lugar en Bogotá se ha transformado en una reunión virtual. Un cambio que el Papa Francisco ha definido como “un desafío que nos recuerda que ante la adversidad siempre se abren nuevos caminos para estar unidos como gran familia humana”.
Con ocasión de la Jornada que se celebra hoy, el Santo padre ha escrito una carta al Presidente de la República de Colombia, su Excelencia Señor Iván Duque Márquez, en el que le recuerda que la protección del medio ambiente y el respeto a la biodiversidad del planeta “son temas que nos conciernen a todos”. “No podemos pretender estar sanos en un mundo que está enfermo”, ha señalado Francisco en su carta, en la que también ha expresado su preocupación por el ecosistema: “El cuidado de los ecosistemas necesita una mirada de futuro, que no se quede sólo en lo inmediato, buscando una ganancia rápida y fácil; una mirada que esté cargada de vida y que busque la preservación en beneficio de todos”.
Ante los peligros que amenazan actualmente nuestro planeta, el Papa asegura que nuestra actitud “debería comprometernos y hacernos testigos de la gravedad de la situación”, pues – continúa – “no podemos permanecer mudos ante el clamor cuando comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del ecosistema. No es tiempo de seguir mirando hacia otro lado indiferentes ante los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado, por la avidez de ganancia y en el nombre —muchas veces— del progreso”. Y asegura que está en nosotros “la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras”.
"Deseo que sus deliberaciones y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más habitable y de una sociedad más humana"
Recordando la reciente celebración del quinto aniversario de su Carta encíclica Laudato si’ - que atrae la atención al grito que nos lanza la madre tierra – ya invitado a que seamos “partícipes” del año especial que ha anunciado el mismo Papa Francisco, “para reflexionar a la luz de ese Documento y así, todos juntos – escribe el Papa – tomar mayor conciencia del cuidado y protección de nuestra Casa común, así como de nuestros hermanos y hermanas más frágiles y descartados de la sociedad”.
Por último, destaca su aliento en esta tarea que han emprendido, “para que sus deliberaciones y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más habitable y de una sociedad más humana, en la que todos tengamos cabida y en la que nadie sobre”.
Carta completa del Papa Francisco al presidente de Colombia
Nuestra actitud ante el presente del planeta debería comprometernos y hacernos testigos de la gravedad de la situación. No podemos permanecer mudos ante el clamor cuando comprobamos los altísimos costos de la destrucción y explotación del ecosistema. No es tiempo de seguir mirando hacia otro lado indiferentes ante los signos de un planeta que se ve saqueado y violentado, por la avidez de ganancia y en el nombre —muchas veces— del progreso. Está en nosotros la posibilidad de invertir la marcha y apostar por un mundo mejor, más saludable, para dejarlo en herencia a las generaciones futuras. Todo depende de nosotros; si de verdad lo deseamos.
Hemos celebrado recientemente el quinto aniversario de la Carta encíclica Laudato si’, que atrae la atención al grito que nos lanza la madre tierra. Los invito también a ustedes a ser partícipes del año especial que he anunciado para reflexionar a la luz de ese Documento. Y así, todos juntos, tomar mayor conciencia del cuidado y protección de nuestra Casa común, así como de nuestros hermanos y hermanas más frágiles y descartados de la sociedad.
Por último, los animo en esta tarea que han emprendido, para que sus deliberaciones y conclusiones sean siempre a favor de la construcción de un mundo cada vez más habitable y de una sociedad más humana, en la que todos tengamos cabida y en la que nadie sobre. Y, por favor, les pido que recen por mí. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.