Quiere que los cristianos “cambien los criterios de juicio sobre la realidad que nos rodea” El Papa, en Reyes, pide que “se mantengan las tradiciones navideñas con su genuino sentido cristiano”
"Dirijo un pensamiento especial a los hermanos de las Iglesias orientales, católicos y ortodoxos, muchos de los cuales celebran mañana la Navidad. Para ellos y para sus comunidades deseamos la luz y la paz de Cristo Salvador"
"La experiencia de Dios no nos bloquea, sino que nos libera; no nos aprisiona, sino que nos devuelve al camino, nos devuelve a los lugares habituales de nuestra existencia"
"La diferencia es que los ídolos nos atan a sí mismos, nos hacen idolodependientes y nosotros tomamos posesión de ellos. El verdadero Dios no nos retiene ni se deja retener por nosotros"
"La diferencia es que los ídolos nos atan a sí mismos, nos hacen idolodependientes y nosotros tomamos posesión de ellos. El verdadero Dios no nos retiene ni se deja retener por nosotros"
Tras la solemne misa de Epifanía, el Papa Francisco se asomó a la cátedra de la ventana para desear una buena fiesta de Reyes y, apoyándose en lo que ellos hicieron, pide a los fieles que sepan conjugar continuidad con novedad, para poder “cambiar los criterios de juicio sobre la realidad que nos rodea”. También saluda a los cristianos orientales, que celebran mañana la Navidad, y pide a todos los creyentes del mundo que “mantengan las tradiciones navideñas con su genuino sentido cristiano”.
Catequesis del Papa antes del Angelus (traducción propia)
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy celebramos la solemnidad de la Epifanía, en memoria de los Reyes Magos que vinieron de Oriente a Belén, siguiendo la estrella, para visitar al Mesías recién nacido. La página del evangelio (cf. Mt 2,1-12) contiene un detalle que incita a nuestra reflexión. Al final de la historia, se dice que los Reyes Magos "advirtieron en un sueño que no volvieran a Herodes, por otra ruta volvieron a su país". (v. 12).
Estos sabios, procedentes de regiones lejanas, después de haber viajado mucho, encuentran al que querían conocer, después de haberlo buscado durante mucho tiempo, seguramente también con mucho trabajo y vicisitudes. Y cuando finalmente llegan a su destino, se postran ante el Niño, lo adoran, le ofrecen sus preciosos regalos. Después de eso, se pusieron en marcha de nuevo sin demora para volver a su tierra. Pero ese encuentro los cambió. Vieron un rey diferente, un rey "que no es de este mundo", manso y humilde, pero indicado de acuerdo con las estrellas y las Sagradas Escrituras.
El encuentro con Jesús no frena a los Reyes Magos, al contrario, les da un nuevo impulso para volver a su país, para contar lo que vieron y la alegría que sintieron. En esto hay una demostración del estilo de Dios, de su modo de manifestarse en la historia. La experiencia de Dios no nos bloquea, sino que nos libera; no nos aprisiona, sino que nos devuelve al camino, nos devuelve a los lugares habituales de nuestra existencia. Los lugares son los mismos, pero nosotros, después del encuentro con Jesús, no somos los de antes. El evangelista Mateo subraya que los Reyes Magos regresaron "por otro camino" (v. 12). La advertencia del ángel los lleva a cambiar sus caminos para no encontrarse con Herodes y sus planes de poder.
Podemos entender más ampliamente la expresión "otro camino": después de haber conocido o encontrado al Señor en estas fiestas navideñas, ya no podemos recorrer los mismos caminos que antes. Cada experiencia de encuentro con Jesús nos lleva a tomar caminos diferentes, porque de Él viene una fuerza buena que sana el corazón y nos aparta del mal.
Existe una sabia dinámica entre continuidad y novedad: volvemos "a nuestro país", pero "por otro camino". Esto indica que somos nosotros los que tenemos que cambiar, transformar nuestra forma de vida, aunque sea en el mismo ambiente de siempre, modificar los criterios de juicio sobre la realidad que nos rodea. Esta es la diferencia entre el verdadero Dios y los ídolos traidores, como el dinero, el poder, el éxito...; entre Dios y aquellos que prometen darte estos ídolos, como los magos, los adivinos, los hechiceros. La diferencia es que los ídolos nos atan a sí mismos, nos hacen idolodependientes y nosotros tomamos posesión de ellos. El verdadero Dios no nos retiene ni se deja retener por nosotros: nos abre caminos de novedad y de libertad, porque es un Padre que nos hace crecer siempre. Volver a los mismos lugares de siempre, pero por otra vía, por otro camino.
Los Reyes Magos ya no sabrán nada de ese Rey nacido en Belén, pero llevarán siempre en su corazón la novedad y los frutos que el encuentro con Él ha producido en su vida. Pidamos a la Santísima Virgen que podamos convertirnos en testigos de Cristo donde estamos, con una vida nueva, transformados por su amor.
Después del Ángelus
Queridos hermanos y hermanas,
Dirijo un pensamiento especial a los hermanos de las Iglesias orientales, católicos y ortodoxos, muchos de los cuales celebran mañana la Navidad. Para ellos y para sus comunidades deseamos la luz y la paz de Cristo Salvador.
En la Epifanía celebramos el Día Mundial de la Infancia Misionera. Es la fiesta de los niños y jóvenes misioneros que viven la llamada universal a la santidad ayudando a sus compañeros más necesitados a través de la oración y los gestos de compartir.
Les doy mi cordial bienvenida a todos ustedes, romanos y peregrinos. Entre ellos, saludo especialmente a los que han venido de Corea del Sur y a los estudiantes del Instituto franciscano "Siena College" de Nueva York; así como al grupo misionero de Biassono y a los fieles de Ferrara.
Un saludo especial para quienes dan vida a la procesión histórico-folklórica, inspirada en las tradiciones de la Epifanía y dedicada este año al territorio de Allumiere y al Valle del Mignone. Y también lo extiendo a la procesión de los Reyes Magos en numerosas ciudades y pueblos de Polonia. Me gusta saludar tantas hermosas expresiones populares vinculadas a la fiesta de hoy -pienso en España, América Latina, Alemania-, costumbres que deben mantenerse en su genuino sentido cristiano.
Les deseo a todos una fiesta feliz. Y por favor no olviden rezar por mí. ¡Que tengan un buen almuerzo y adiós!
Etiquetas