"Recemos por ellas, para que el Señor les dé fuerza y para que nuestras comunidades las apoyen" El Papa agradece la labor de las mujeres “en la emergencia sanitaria” y pide por las que “corren el riesgo de ser objeto de violencia” en sus casas

La bendición del Papa en el regina coeli
La bendición del Papa en el regina coeli

"Recuerdo a todos los países golpeados por el coronavirus, algunos más duramente que otros, como Italia, España, Exstados UNidos, Francia...la lista es larga. Rezo por todo ellos. No olviden que el Papa reza por ustedes"

"El Resucitado confía a las mujeres un mandato misionero hacia los Apóstoles. De hecho, dieron un admirable ejemplo de fidelidad, dedicación y amor a Cristo tanto en su vida pública como en su Pasión"

"La resurrección de Jesús nos dice que la última palabra no es para la muerte, sino a la vida"

Primer regina coeli papal de esta Pascua inédita y triste del 2020 por el coronavirus desde la biblioteca. En su saludo, el Papa Francisco ha querido subrayar el papel de las mujeres. Primero, en la resurrección, como “apóstoles de los Apóstoles” y, después, en los momentos actuales de la "emergencia sanitaria". Francisco pide especialmente por los países que más la sufren (Italia, España, Usa, Francia...) y, especialmente, por las mujeres que “corren el riesgo de ser objeto de violencia” en sus propias casas

Catequesis del Papa (traducción propia)

Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!

Hoy, lunes del Ángel, resuena la alegre proclamación de la Resurrección de Cristo. La página evangélica (cf. Mt 28,8-15) nos dice que las mujeres asustadas salen rápidamente del sepulcro de Jesús, que encontraron vacío; pero Jesús mismo se les aparece en el camino diciendo: "No temáis; id y anunciad a mis hermanos que se vayan a Galilea: allí me verán". (v. 10). Con estas palabras, el; ahora son recompensados por él con este gesto de atención y predilección.

Primero las mujeres, luego los discípulos y, en particular, Pedro, ven la realidad de la Resurrección. Jesús les había predicho repetidamente que, después de la pasión y la cruz, resucitaría, pero los discípulos no lo habían entendido, porque aún no estaban preparados. Su fe tenía que dar un salto cualitativo, que sólo el Espíritu Santo, don del Resucitado, podía provocar.

Mujeres en la Resurrección
Mujeres en la Resurrección

Al principio del libro de los Hechos de los Apóstoles, oímos a Pedro declarar con franqueza: "A este Jesús, Dios le resucitó, y todos nosotros somos testigos de él" (Hechos 2:32). Como decir, doy la cara por ël y la vida. A partir de ese momento, el anuncio de que Cristo ha resucitado se extiende por todas partes y llega a todos los rincones de la tierra, convirtiéndose en el mensaje de esperanza para todos. La resurrección de Jesús nos dice que la última palabra no es para la muerte, sino a la vida. Al resucitar al Hijo unigénito, Dios Padre ha manifestado plenamente su amor y misericordia por la humanidad de todos los tiempos.

Si Cristo resucita, es posible mirar con confianza cada acontecimiento de nuestra existencia, incluso los más difíciles, llenos de angustia e incertidumbre. Este es el mensaje pascual que estamos llamados a proclamar, con palabras y sobre todo con el testimonio de la vida. Que esta alegre noticia resuene en nuestros hogares y en nuestros corazones: "¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado! (Secuencia de Pascua). Esta certeza refuerza la fe de todo bautizado y anima especialmente a aquellos que se enfrentan a mayores sufrimientos y dificultades.

Que la Virgen María, testigo silencioso de la muerte y resurrección de su Hijo Jesús, nos ayude a creer firmemente en este misterio de salvación que, acogido con fe, puede cambiar nuestras vidas. Este es el deseo de Pascua que renuevo a todos. Se lo confío a ella, nuestra Madre, a quien ahora invocamos con la oración de la Regina Coeli.

Enfermeras contra el coronavirus

Saludo después del regina coeli

Queridos hermanos y hermanas,

oímos que las mujeres dieron a los discípulos el anuncio de la resurrección de Jesús.

Hoy quiero recordar con ustedes lo que muchas mujeres hacen, incluso en este tiempo de emergencia sanitaria, para cuidar de los demás: mujeres médicas, enfermeras, agentes de la ley y funcionarios de prisiones, empleadas de tiendas de artículos de primera necesidad..., y muchas madres y hermanas y abuelas que se encuentran encerradas en sus casas con toda la familia, con niños, ancianos, discapacitados. A veces corren el riesgo de ser objeto de violencia, por una convivencia en la que suelen llevar un peso demasiado grande. Recemos por ellas, para que el Señor les dé fuerza y para que nuestras comunidades las apoyen junto con sus familias. Que el Señor nos dé el coraje de las mujeres de seguir siempre adelante.

Recuerdo a todos los países golpeados por el coronavirus, algunos más duramente que otros, como Italia, España, Exstados UNidos, Francia...la lista es larga. Rezo por todo ellos. No olviden que el Papa reza por ustedes.

Renuevo cordialmente mi deseo de Pascua a todos. Permanezcamos unidos en la oración y en el compromiso de ayudarnos unos a otros como hermanos. Que tengas un buen almuerzo y adiós.

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