Ofrece la misa por los trabajadores de la limpieza, cuyo “trabajo nadie ve, pero que es necesario para sobrevivir” El Papa asegura que "los insultos y las guerras son consecuencias de la orfandad del mundo, que pierde la fraternidad”
“Hoy vivimos en una sociedad en la que falta el padre. Sentido de orfandad, que afecta a la pertenencia y a la fraternidad"
“El Espíritu Santo no viene para hacer clientes. Viene para señalar el acceso al Padre, para recordar el acceso al Padre"
“Sólo con esta conciencia de hijos que no están huérfanos se puede vivir en paz entre nosotros. Las pequeñas guerras o las grandes siempre tienen una dimensión de orfandad: falta el padre que haga la paz”
“Dulzura, respeto, humildad son signos de la pertenencia a una familia, que tiene un Padre”
“Sólo con esta conciencia de hijos que no están huérfanos se puede vivir en paz entre nosotros. Las pequeñas guerras o las grandes siempre tienen una dimensión de orfandad: falta el padre que haga la paz”
“Dulzura, respeto, humildad son signos de la pertenencia a una familia, que tiene un Padre”
Como un sacerdote cualquiera en tiempos de confinamiento, el Papa Francisco celebra este domingo la última misa por streaming desde su capilla de Santa Marta. Con un puñado de residentes, Gonzalo, su secretario uruguayo, y el capellán de la pequeña iglesia. Y la ofrece por los trabajadoras y trabajadores de la limpieza, cuyo “trabajo nadie ve, pero es tan necesario para sobrevivir”. En la homilía, improvisada como siempre, el Papa asegura que la civilización actual sufre de orfandad. De ahí, proceden los insultos y las guerras. E invita a pedir al Espíritu Santo tres de sus dones: dulzura, respeto y humildad.
Oración de entrada: “Hoy nuestra oración es por tantas personas que limpian hospitales y calles y recogen las basuras. Un trabajo que nadie ve, pero que es necesario para sobrevivir. Que el Señor los bendiga y los ayude”.
Lectura de la primera carta de San Pedro: “Dad siempre razón de la esperanza que hay en vosotros, pero hacedlo con dulzura y respeto...”
Lectura del evangelio según San Juan: “En aquel tiempo, Jesús dice a sus discípulos: 'Si me amáis, observaréis mis mandamientos y yo rezaré al Padre y Él os enviará el Paráclito'...el Espíritu de las verdad'...No os dejaré huérfanos...El que cumple mis mandamientos es el que me ama”
Homilía del Papa
“Al despedirse de Jesús, Jesús le da paz y tranquilidad con una promesa: 'No os dejaré huérfanos'. Les defiende de la orfandad. Hoy, en el mundo, hay un gran sentimiento de orfandad. Tantas cosas, pero falta el Padre. En la historia de la humanidad esto se repite. Cuando falta el Padre, falta algo. Y hay deseo de encontrar el Padre. Incluso en los mitos antiguos, como Telémaco, Edipo...”
“Hoy vivimos en una sociedad en la que falta el padre. Sentido de orfandad, que afecta a la pertenencia y a la fraternidad. Por eso, Jesús promete que rezará al Padre, pero vendrá otro Paráclito, que os enseñará el acceso al Padre”
“El Espíritu Santo no viene para hacer clientes. Viene para señalar el acceso al Padre, para recordar el acceso al Padre. Lo que Jesús ha hecho ver. No existe una espiritualidad del Hijo sólo o del Espíritu Santo sólo. En el centro, el Padre, el hijo enviado por el Padre y vuelve al Padre. El Espíritu Es enviado por el Padre para recordar el acceso al Padre”
“Sólo con esta conciencia de hijos que no están huérfanos se puede vivir en paz entre nosotros. Las pequeñas guerras o las grandes siempre tienen una dimensión de orfandad: falta el padre que haga la paz”
“Por eso, Pedro les dice a los primeros cristianos que responda a la gente con dulzura, respeto y recta conciencia. Es decir, con la humildad, que da el Espíritu Santo. El Espíritu nos enseña esta humildad, esta dulzura de los hijos del Padre. No nos enseña a insultar. El insulto, las guerras con consecuencias de la orfandad, porque se pierde la fraternidad”
“Dulzura, respeto, humildad son signos de la pertenencia a una familia, que tiene un Padre”
“Rezaré al Padre y enviará otro Paráclito. El Padre es el centro de todo y de la salvación de todos. Y envía el Espíritu para recordarnos el acceso al Padre”
“Pidamos al Espíritu que nos recuerde siempre, siempre este acceso al Padre. Que nos recuerde que tenemos un Padre en esta civilización que tiene un gran sentido de orfandad, nos conceda la gracia de reencontrar al Padre, para dar sentido a nuestras vidas y hacer que todos seamos una familia”.