Ofrece la misa por “los que arriesgan sus vidas para enterrar a los muertos de la pandemia” El Papa denuncia la mundanidad, "la cultura de lo efímero, del maquillaje, del usar y tirar", que odia a la Iglesia y mata a los cristianos
“¿Cuál es el espíritu del mundo, la mundanidad capaz de odiar y destruir a Jesús y sus discípulos e, incluso, de corromper a la Iglesia? ¿Cómo es?"
"Una cultura sin fidelidad y sin raíces. Pero es una forma de vivir, incluso de muchos que se dicen cristianos. Son cristianos y mundanos”
"Siempre me llama la atención cuando leo las últimas página del libro del Padre De Lubac, tres páginas, donde habla sobre la mundanidad espiritual. Y dice que es el peor mal que le puede acaecer a la Iglesia. Y no exagera”
"Siempre me llama la atención cuando leo las últimas página del libro del Padre De Lubac, tres páginas, donde habla sobre la mundanidad espiritual. Y dice que es el peor mal que le puede acaecer a la Iglesia. Y no exagera”
Penúltima misa de la mañana, retransmitida por streaming, del Papa Francisco en la capilla de la residencia de Santa Marta. Francisco ofrece la misa por "los que arriesgan sus vidas para enterrar a los muertos dde esta pandemia" y, en la homilía, alerta contra el pero mal que puede afligir a la Iglesia, como dice De Lubac: la mundanidad. Es decir la cultura "de loe efímero, del maquillaje, del usar y tirar". Y esta cultura odia a la Iglesia y mata a los cristianos
Oración de entrada: “Recemos hoy por las personas que se ocupan de enterrar a los muertos de esta pandemia. Una de la sobras de misericordia enterrar a los muertos. Recemos por ellos, que arriesgan su vida, porque pueden contagiarse”.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles: “En Listra, un discípulo llamado Timoteo...Atravesaron Frigia y Galacia...Durante la noche, Pablo tuvo una visión: 'Ven en Macedonia y ayúdanos'...”
Lectura del Evangelio de Juan: “EN aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: 'Si el mundo os odia, sabed que antes me odió a mí...Un siervo no es mayor que su amo...Si me persiguieron a mí, también os perseguirán a vosotros...A causa de mi nombre”
Homilía papal improvisada
“Jesús, algunas veces, habla del mundo. 'Si el mundo os odia, antes me odió a mí'. Odio del mundo contra Jesús y contra nosotros. En la oración en la cena pide al Padre que no lo separe del mundo, pero que lo defienda del espíritu del mundo”
“¿Cuál es el espíritu del mundo, la mundanidad capaz de odiar y destruir a Jesús y sus discípulos e, incluso, de corromper a la Iglesia? ¿Cómo es? Nos hará bien pensarlo”
“La mundanidad es una propuesta de vida. Es una cultura de lo efímero, una cultura de la apariencia, del maquillaje, una cultura del hoy sí y mañana no, que tiene valores superficiales. Una cultura que no conoce la fidelidad y cambia según las circunstancias. Negocia todo”
“Esta es la cultura de la mundanidad. Jesús reza para que el Padre nos defienda de esta cultura de la mundanidad, que es una cultura del usar y tirar según convenga. Una cultura sin fidelidad y sin raíces. Pero es una forma de vivir, incluso de muchos que se dicen cristianos. Son cristianos y mundanos”
“Jesús en la parábola del sembrador dice que la mundanidad ahoga la palabra de Dios. A mí siempre me llama la atención cuando leo las últimas página del libro del Padre De Lubac, tres páginas, donde habla sobre la mundanidad espiritual. Y dice que es el peor mal que le puede acaecer a la Iglesia. Y no exagera”
“Es una forma de vivir el cristianismo y, por eso, odio y mata. Cuando se habla de los mártires que mueren por dio a la fe. Es cierto. Pero la mayoría son asesinados por la mundanidad, que odia a la fe y mata”
“Es curioso. Pero, padre, alguno puede decir, ésta es una superficialidad. No engañarse. La mundanidad tiene raíces profundas. Es camaleónica, pero la esencia es la misma: una propuesta de vida, que entra en todas partes, incluso en la Iglesia”
“Pablo queda sorprendido en Atenas cuando ve en el areópago tantos monumentos a los dioses: Al Dios desconocido. Pero, cuando llegó a la cruz y a la resurrección, se escandalizaron y se fueron. La mundanidad no tolera el escándalo de la cruz. Es la única medicina contra la mundanidad es Cristo muerto y resucitado por nosotros, escándalo”
“Por eso, Juan dice que la victoria contra el mundo es nuestra fe en Cristo, muerto y resucitado. Y esto no significa ser fanáticos ni dejar de dialogar con la gente. Pero, el escándalo de la cruz es nuestra victoria”
“Pidamos al Espíritu Santo estos últimos días del tiempo pascual la gracia de discernir qué es la mundanidad y qué es Evangelio. Y no dejarse engañar, porque el mundo nos odia. Ha odiado a Jesús”.