Les pide "Formar el corazón según el Señor" El Papa, a los seminaristas de Getafe: "Escuchen, perdonen y favorezcan a los pobres"
Al recibir esta mañana en audiencia a la comunidad del seminario mayor español de Getafe, el Pontífice recuerda que el sacerdocio es «un don» e invita a los futuros sacerdotes a tener «una especial predilección por los que más sufren», siguiendo el ejemplo de san Juan María Vianney
Alrededor de medio centenar de futuros sacerdotes han sido recibidos en la Sala Clementina, acompañados por el ordinario de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán, y el obispo auxiliar, monseñor José María Avendaño
Es necesario que los seminaristas cuiden «cuatro aspectos fundamentales, que son la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica»
Es necesario que los seminaristas cuiden «cuatro aspectos fundamentales, que son la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica»
| Isabella Piro
(Vatican News).- «Si comprendiéramos bien lo que es un sacerdote en la tierra, moriríamos; no de espanto, sino de amor»: el pensamiento de san Juan María Vianney -más conocido como «el Cura de Ars» y cuya conmemoración litúrgica se celebra mañana, 4 de agosto- es el hilo conductor del discurso en español que el Papa Francisco dirige a la comunidad del seminario mayor «Nuestra Señora de los Apóstoles» de Getafe, en España, recibida hoy, 3 de agosto, en audiencia.
Alrededor de medio centenar de futuros sacerdotes han sido recibidos en la Sala Clementina, acompañados por el ordinario de Getafe, monseñor Ginés García Beltrán, y el obispo auxiliar, monseñor José María Avendaño. También están con ellos el rector y los formadores del seminario, en peregrinación a las tumbas de Pedro y Pablo con motivo del 30 aniversario de la fundación del instituto.
Cuatro aspectos fundamentales del don sacerdotal
En el texto del discurso, Francisco exhortó a los futuros sacerdotes a prepararse «para recibir un día el don del sacerdocio» y a escuchar la «llamada de amor» del Señor. El «camino de configuración con Jesús», subraya el Pontífice, «no está exento de dificultades». Para ello, es necesario que los seminaristas cuiden «cuatro aspectos fundamentales, que son la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica»:
Es imprescindible que no perdáis de vista la armonización que debéis hacer de esta cuádruple realidad, porque el Señor, y la Iglesia, esperan de vosotros, seminaristas, que seáis, ante todo, hombres íntegros y generosos en la respuesta a la vocación que habéis recibido, siempre dispuestos a escuchar y a perdonar, decididos a vivir en plenitud vuestra entrega total a Dios y a los hermanos, con especial predilección por los que más sufren, los pobres y los excluidos.
Formar el corazón según el Señor
Francisco recuerda entonces que el seminario mayor de Getafe se encuentra en el llamado 'Cerro de los Ángeles', un lugar al sur de Madrid «tradicionalmente considerado el centro geográfico de la Península Ibérica». Y esto no es casualidad:
Pido al Señor Jesús que sea para cada uno de vosotros el centro de vuestra vida, que modele vuestro corazón según el suyo, que os tenga siempre muy cerca de su corazón.
En camino hacia el Jubileo
Por último, Francisco espera que la «peregrinación romana» realizada por los futuros sacerdotes en estos días les ayude también «en su preparación espiritual para celebrar con alegría» el inminente Jubileo de 2025.
Texto íntegro del discurso papal
Queridos hermanos:
Me siento contento de recibir en esta casa del Papa a la comunidad del Seminario Mayor “Nuestra Señora de los Apóstoles”, de Getafe, que acompañada por Mons. Ginés García Beltrán, obispo diocesano, y por Mons. José María Avendaño, obispo auxiliar; el rector y los formadores, vienen en peregrinación a las tumbas de los apóstoles Pedro y Pablo, como parte del programa de las celebraciones del 30 aniversario de fundación de vuestro seminario. Les agradezco su visita, esperando que su peregrinaje romano los ayude también en la preparación espiritual para celebrar con alegría el ya cercano Jubileo 2025.
San Juan María Vianney, Patrono del clero con cura de almas, y cuya memoria recordaremos mañana, 4 de agosto, decía que «si comprendiéramos bien lo que es un sacerdote en la tierra, moriríamos: no de miedo, sino de amor». Inspirándome en este pensamiento del santo Cura de Ars, en el que encontramos resumida su vida de entera consagración a Dios y a sus feligreses, quisiera recordarles, queridos seminaristas, que también ustedes han recibido esta llamada de amor del Señor, y con la ayuda de sus formadores y de muchas otras personas se están preparando para recibir un día el don del sacerdocio.
Este camino de configuración con Jesús, buen pastor, no está exento de dificultades; por eso, cada vez que me encuentro con seminaristas les recuerdo que tienen que recorrerlo cuidando cuatro aspectos fundamentales, que son la vida espiritual, el estudio, la vida comunitaria y la actividad apostólica. Es indispensable que no pierdan de vista la armonización que deben realizar de esta cuádruple realidad, porque el Señor, y la Iglesia, esperan que los sacerdotes sean, ante todo, hombres íntegros y generosos en la respuesta a la vocación recibida, siempre disponibles para la escucha y el perdón, decididos a vivir hasta el tope su entrega total a Dios y a los hermanos, con especial predilección por los que más sufren, por los pobres y los descartados.
Queridos seminaristas, no es una casualidad que el seminario mayor se encuentre ubicado en el Cerro de los Ángeles, tradicionalmente considerado como el centro geográfico de la península ibérica. Allí están también el Monumento al Sagrado Corazón y la ermita de Nuestra Señora de los Ángeles, patrona de Getafe. Pido al Señor Jesús que Él sea para cada uno de ustedes el centro de vuestra vida, que vaya modelando sus corazones según el suyo, y que los tenga siempre muy pegaditos a su corazón. Y a Nuestra Señora de los Ángeles, que vele por ustedes y los acompañe en su camino. Muchas gracias.
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