Soluciones innovadoras por el bien común
De ahí la invitación a encontrar "soluciones nuevas e innovadoras", en el contexto actual de la pandemia, es decir, soluciones que "no sean divisorias, politizadas o parciales, sino que busquen verdaderamente el bien común y el desarrollo humano integral de todos". En esta perspectiva, la Santa Sede recuerda que el 1” de junio de 2020, el Papa Francisco promulgó un Motu proprio sobre la transparencia, el control y la competencia en los procedimientos de adjudicación de contratos públicos de la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Vaticano, con el objetivo de "reducir considerablemente el peligro de corrupción de quienes están llamados a gobernar y administrar los órganos del Vaticano". Esta decisión del Pontífice, según el texto del Arzobispo Balvo, "porta al corazón del flagelo de la corrupción, es decir, al hecho de que "cuando los funcionarios civiles roban o se apropian indebidamente de los fondos públicos", todo esto "afecta a toda la comunidad a la que sirven".
Cultura y educación contra la corrupción
Si, de hecho, la gestión de los "asuntos públicos" carece de "transparencia y responsabilidad" - continúa la delegación de la Santa Sede - el progreso económico sólido y duradero y la seguridad se ven comprometidos", o incluso "completamente frustrados". El arzobispo Balvo exhorta a luchar contra la corrupción también con "cultura, educación, formación, participación de los ciudadanos", porque "las leyes son necesarias, pero no suficientes". Lo que se necesita, concluye, es "actuar con valentía para sacudir las conciencias", para que pasen "de la indiferencia generalizada a la percepción de la gravedad de estos fenómenos, para combatirlos".