Una llamada telefónica desde Turquía habría inclinado finalmente la voluntad del Papa ¿Qué pasó en el Vaticano para que emitiese ocho días después un comunicado sobre la parodia de los JJOO?
El pasado sábado, 3 de agosto, ocho días después de la polémica inauguración de los Juegos Olímpicos de París, en donde se realizó lo que fue entendido como una parodia de 'La Última Cena', de Leonardo da Vinci, y cuando ya nadie se esperaba su reacción, el Vaticano emitió una escueta nota de prensa en la que lamentaba los hechos
Pero, ¿por qué tardó tanto tiempo el Vaticano en reaccionar? ¿Había dado por zanjado el tema tras las disculpas ofrecidas por la organización, que también aseguraba que la obra representada no era la del genial artista del Renacimiento, sino la de 'El festín de los dioses', del pintor holandés Jan van Bijlert?
El pasado sábado, 3 de agosto, ocho días después de la polémica inauguración de los Juegos Olímpicos de París, en donde se realizó lo que fue entendido como una parodia de 'La Última Cena', de Leonardo da Vinci, y cuando ya nadie se esperaba su reacción, el Vaticano emitió una escueta nota de prensa en la que lamentaba los hechos.
“La Santa Sede, entristecida por algunas escenas ocurridas durante la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de París, no puede sino sumarse a las voces que se han alzado estos días para deplorar la ofensa causada a muchos cristianos y creyentes de otras religiones”, señalaba el comunicado.
“En un prestigioso evento en el que el mundo entero se reúne para compartir valores comunes, no debería haber alusiones que ridiculicen las convicciones religiosas de muchas personas”, añadía la nota que, finalizaba subrayando que “la libertad de expresión, que evidentemente no se cuestiona aquí, está limitada por el respeto a los demás”.
Pero, ¿por qué tardó tanto tiempo el Vaticano en reaccionar? ¿Había dado por zanjado el tema tras las disculpas ofrecidas por la organización, que también aseguraba que la obra representada no era la del genial artista del Renacimiento, sino la de 'El festín de los dioses', del pintor holandés Jan van Bijlert?
Aunque el Vaticano no ha salido a aclarar las razones (ni se espera que lo haga, por otra parte) de lo que se ha calificado de “crítica tardía” o “notable silencio” una vez que varios cardenales y obispos -entre ellos, el conjunto del episcopado francés- mostrasen su abierta condena por lo que consideraron una insultante parodia a los sentimientos de los cristianos de todo el mundo, algunos medios aseguran que una conversación entre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y el papa Francisco, fue la clave para el comunicado del Vaticano.
Communiqué de presse au sujet de la cérémonie d’ouverture des Jeux olympiques pic.twitter.com/jUeB5uPHxp
— Mgr E.Gobilliard (@EGobilliard) July 27, 2024
Tal y como publica el portal New Ways Ministry, citando a la revista America, de los jesuitas estadounidenses, y aunque Roma en un primer momento se habría negado a hacer crítica alguna a la parodia por deferencia a los obispos franceses, que reaccionaron muy pronto con una nota, una llamada telefónica al más alto nivel desde Ankara inclinó finalmente la voluntad del Papa.
“[Erdogan] habló sobre la controversia en una llamada telefónica que hizo al Papa Francisco tras el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán. En un comunicado desde la oficina del presidente, informado por la Agencia de Noticias Anadolu de Turquía, el Sr. Erdogan también dijo que las 'manifestaciones inmorales en la inauguración de los Juegos Olímpicos de París causaron indignación y provocaron reacciones”, señala el portal citando al periodista de America.
Erdogan: "Es necesario alzar las voces juntos"
“Agregó que el presidente de Turquía expresó al Papa Francisco su creencia de que 'era necesario alzar las voces juntos y tomar una postura común al respecto' y dijo que la falta de respeto a los valores religiosos durante la ceremonia de apertura olímpica marcó la 'campana de alarma para el colapso moral al que se está arrastrando el mundo'”, prosigue la información.
Apoyando esta tesis, el veterano vaticanista John Allen Jr., calificó en un post en Crux a Erdogan como el “susurrador de Francisco” porque habría obligado al Papa “a hacer algo que obviamente no quería hacer”.