"Hay una nueva concepción de la salud por la que los que nacen y no están sanos deben morir" Vincenzo Paglia: "Existe la tentación de una nueva forma de eugenesia"
Monseñor Vincenzo Paglia no oculta su preocupación por el debate sobre el final de la vida y la eutanasia que está teniendo lugar en Italia durante las últimas semanas
Cinco años después de su nombramiento como Gran Canciller del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia y como Presidente de la Pontificia Academia para la Vida, Paglia afronta los retos que la pandemia supone para las áreas que dirige
“Estoy profundamente preocupado porque una concepción vitalista de la vida, una concepción juvenilística y salubrista se va insertando en la sensibilidad de la mayoría, según la cual se expulsa todo lo que no corresponde a un determinado bienestar y a una determinada concepción de la salud”. Monseñor Vincenzo Paglia no oculta su preocupación en medio del estallido del debate sobre el final de la vida y la eutanasia que está teniendo lugar en Italia durante las últimas semanas.
En una entrevista reciente a Vatican News, el presidente de la Pontificia Academia para la Vida afirma que existe “la tentación de una nueva forma de eugenesia”. “Quien no nazca sano no debe nacer. Y junto a esto hay una nueva concepción de la salud por la que los que nacen y no están sanos deben morir. Es la eutanasia. Es una insinuación peligrosa que envenena la cultura. En este sentido, es indispensable que la Iglesia recuerde a todos que la fragilidad, la debilidad, es parte constitutiva de la naturaleza humana y de toda la creación. Y esto exige una nueva relación de fraternidad entre todos. La debilidad exige la urgencia de la fraternidad porque es en la fraternidad donde nos cuidamos unos a otros. Es en la fraternidad donde nos apoyamos unos a otros y donde podemos perfilar un futuro más humano para todos”, asegura Paglia.
“No es casualidad —añade— que la Pontificia Academia para la Vida haya querido llamar a todos, en los últimos meses y precisamente a causa de la pandemia, a reflexionar sobre aquellas personas que de hecho han sido descartadas y olvidadas. Personas que han pagado amargamente la pandemia. Me refiero a los ancianos, los discapacitados y los niños. Es urgente volver a partir de los débiles, de los más frágiles, podríamos decir de las periferias de la vida, para construir un mundo verdaderamente humano para todos. No hay que dejar a nadie atrás”.
Los retos en el campo de la vida y la familia
Cinco años han pasado desde que el papa Francisco nombrara a Paglia como Gran Canciller del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia y como Presidente de la Pontificia Academia para la Vida. En este periodo marcado por la pandemia, el camino recorrido en ambas áreas se ha topado con nuevos y apremiantes retos.
Preguntado por si el coronavirus ha podido tener algún efecto en los estudios relacionados con la familia, Paglia reconoce que se ha producido un brote de reflexión sobre el vínculo que el Instituto quiere tener con la sociedad. “Durante el tiempo de la pandemia, se reflexionó, en particular, a través de una nueva cátedra creada a tal efecto, que, no por casualidad, se llama ‘Gaudium et Spes’. Y ha habido seminarios y conferencias de gran interés”, explica.
Uno de estos asuntos es el de la natalidad. “Este es un tema que se abordó con la intervención de un científico chino que mostró los problemas relacionados con la natalidad en China. Abordamos la cuestión de la familia en estos tiempos de crisis. A continuación, también se emitieron numerosas conferencias a través de la web en todas las partes del mundo para ayudar a las Iglesias locales, y también a los distintos Institutos de la Familia, sobre temas actuales de Covid. La familia resultó ser uno de los puntos estratégicos para la supervivencia en esta dramática situación que la pandemia ha creado en todo el mundo”, argumenta Paglia.
No en vano, el purpurado remarca que la Pontificia Academia para la Vida recibió un nuevo impulso tras el Quirógrafo del papa Francisco y la misión encomendada por el Papa Francisco. “En esta perspectiva, el contenido mismo de la palabra ‘vida’ también se ha ampliado. Es importante, por ejemplo —y este será el tema de la próxima Asamblea General— la dimensión de una ética global. También se ha creado una Fundación para tratar todo el tema de las nuevas tecnologías y, por tanto, una Fundación sobre inteligencia artificial”.
Los avances tecnológicos son, en opinión de Paglia, otro punto crucial. “Precisamente porque las nuevas tecnologías dan al tema de la vida la urgencia de una nueva frontera que hay que cruzar. Y esto no sólo en relación con la tecnología. Se ha creado un grupo de reflexión de teólogos que en las últimas semanas ha lanzado un llamamiento a teólogos y científicos para que afronten juntos las urgencias de este tiempo. Una época en la que la tecnología corre el riesgo de ser la nueva religión del futuro. En este sentido, la Pontificia Academia para la Vida considera necesario que tanto la teología como la ciencia encuentren una nueva alianza, un nuevo diálogo y un nuevo encuentro”, concluye.