Entrevista a Alberto Royo Mejías, nuevo 'promotor de la fe' de Causas de los Santos El 'abogado del diablo' del Papa, de Getafe: "La santidad no puede ser un muermo o un sufrimiento continuo"
"La santidad es un instrumento para la felicidad. Y eso es para todos. A mí me gusta destacar que es para todos, y si es para todos tiene que ser fácil. Que nadie se asuste ni se desanime porque crea que no puede ser santo"
"Estamos pasando de ver modelos de snatidad en los cuadros a verlos en fotografías, ya a color y muy modernas. ¿Qué quiere decir esto? Que son modelos más cercanos. Y por lo tanto los vemos en imágenes cercanas a nosotros"
"De la santidad de los libros a la de la vida real normalmente hay una buena distancia y ésta última es la que hay aplicar a los candidatos de los altares, los libros nos ilustran y nos sirven de guía, pero la vida es siempre más rica de lo que viene escrito en un libro"
"De la santidad de los libros a la de la vida real normalmente hay una buena distancia y ésta última es la que hay aplicar a los candidatos de los altares, los libros nos ilustran y nos sirven de guía, pero la vida es siempre más rica de lo que viene escrito en un libro"
Es el único cura de Getafe en Roma. Y, desde el jueves, el abogado del diablo viene de esta diócesis, una de las más jóvenes de Europa. Alberto Royo Mejía supo de su nombramiento como promotor de la fe en la Congregación de las causas de los Santos -de la que es relator desde hace apenas tres meses- cuando acababa de regresar de Roma, donde asistió a los funerales de Benedicto XVI, y mientras participaba en las exequias que, sobre el Papa emérito, se celebraron en su diócesis, presidida por Ginés García Beltrán. Hablamos con él, sobre su nombramiento y sobre la santidad en el mundo de hoy.
¿Qué supone este nombramiento?
El promotor de la Fe, lo que antiguamente se cononcía como 'abogado del diablo', es aquel que tiene que asegurarse que los posibles problemas de una causa salgan a flote, y sobre todo que se arreglen, si se pueden arreglar, porque podría ocurrir que se obvien los problemas y antes o después salgan a los medios de comunicación, o algún historiador que saque cuestiones de la vida de los siervos de Dios que no se han visto en la causa, y que son importantes. A veces son temas relevantes, y tienen que salir.
Curiosamente, se llama abogado del diablo porque el diablo es el padre de la mentira, y el abogado del diablo tiene que buscar la verdad de las causas. Parece una contraposicion. Ahora se llama prelado teólogo o promotor de la fe.
¿En qué consiste su trabajo?
Hay que buscar, bajo el punto de vista de la búsqueda de la verdad, los posibles fallos y defectos de laws causas, con el fin de resolverlos. Y si no se puede resolver, decirlo, para evitar que la causa siga adelante.
Los relatores también lo hacen en algunas causas. Pero por la oficina del promotor de la fe pasan todas las causas, que van a pasar por mis manos y las de mis colaboradores, que son consultores teólogos, y aquellos que ayudan más directamente para elaborar sus pareceres e informes. En todas las causas, después de que los relatores hacen su labor, el promotor de la fe hace una revisión de la 'Positio', no desde la formalidad del trabajo, sino del mérito de la causa.
Es una carga mayor de trabajo, pero es un trabajo bonito.
¿Por qué es importante la santidad hoy?
Lo importante es destacar la universalidad, en el sentido de que la santiadad es una vocación para todos, y si es para todos tiene que ser accesible. No es posible que algo que sea para todos sea difícil, arduo, inalcanzable. Si la santidad es una vocación para todos los creyentes, debe ser sencillo, alcanzable, deleitable, como decían los clásicos. Algo que guste a la persona. El Señor no nos puede llamar a una vocación que sea terrible, desagradable, que sea o un muermo o un sufirmiento continuo. No, el Señor nos llama a que seamos felices. La santidad es un instrumento para la felicidad. Y eso es para todos. A mí me gusta destacar que es para todos, y si es para todos tiene que ser fácil. Que nadie se asuste ni se desanime porque crea que no puede ser santo.
¿Qué modelos de santidad podemos ver hoy?
Te cuento una cosa, anecdótica pero que es verdad. Estamos pasando de ver modelos de snatidad en los cuadros a verlos en fotografías, ya a color y muy modernas. ¿Qué quiere decir esto? Que son modelos más cercanos. Y por lo tanto los vemos en imágenes cercanas a nosotros. Incluso vemos algún beato que usa vaqueros y deportivas, como los jóvenes de hoy, o santos que practican deporte, que llevan una vida normal, que salen con los amigos, que se divierten como los demás. Y eso es muy importante. Son modelos que le llegan a la gente, no es que diga que los modelos antiguos no sean válidos.
Hay gente que le tiene devoción a santa Teresa de Jesús o san Antonio de Padua, o san Agustín, que son modelos perennes, que no pasan nunca. Sin embargo son muy importantes los modelos actuales, los que se ven en fotografía, y todo esto cada vez lo estamos consiguiendo más, y creo que es muy hermoso.
Me gustaría destacar que el trabajo de tantos años en la pastoral (casi 30 años en parroquia, siempre con gente sencilla) me ha ayudado a entender mejor lo que es la santidad. De la santidad de los libros a la de la vida real normalmente hay una buena distancia y ésta última es la que hay aplicar a los candidatos de los altares, los libros nos ilustran y nos sirven de guía, pero la vida es siempre más rica de lo que viene escrito en un libro.