Si se declara "martirio", no es necesario reconocer un milagro para que hay beatificación Juan Roig será beato
También aprobó el decreto que reconoce las "virtudes heroicas", primer paso para la beatificación, de la monja clarisa española Francisca del Niño Jesús
| RD/EFE
El papa Francisco firmó el decreto que reconoce el "martirio" del español Joan Roig Diggle, asesinado con 19 años en 1936 al inicio de la guerra civil española, por lo que será declarado beato.
Francisco firmó ayer, en la audiencia que concedió al prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Beciu, varios decretos, entre ellos el que reconoce el martirio "en odio de la fe" de Roig y de otros casos.
La declaración del "martirio" es decisiva para la beatificación, ya que entonces no es necesario reconocer un milagro.
Según los datos proporcionados por el Vaticano Joan Roig murió en la noche entre el 11 y 12 de septiembre de 1936 en Santa Coloma de Gramenet.
El papa también aprobó el decreto que reconoce las "virtudes heroicas", primer paso para la beatificación, de la monja clarisa española Francisca del Niño Jesús, cuyo nombre era Natividad Sánchez Villoria, que nació en Fuenteguinaldo (Salamanca) el 25 de diciembre de 1905 y que murió el 28 de febrero de 1991.
El camino para ser proclamado santo tiene varias etapas: la primera es ser declarado venerable siervo de Dios, la segunda beato y la tercera santo.
Venerable Siervo de Dios es el título que se da a una persona muerta a la que se reconoce "haber vivido las virtudes de manera heroica".
Para que un venerable sea beatificado es necesario que se haya producido un milagro debido a su intercesión y para que sea canonizado, hecho santo, se precisa un segundo milagro obrado "por intercesión" después de ser proclamado beato.
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