63 religiosos de 26 congregaciones forman parte del Colegio Cardenalicio El nuevo 'caladero cardenalicio' de Francisco: más de la mitad en el décimo consistorio son religiosos
Con el décimo consistorio de este sábado 7 de diciembre, queda clara la apuesta del Papa por los miembros de la Vida Religiosa a la hora de buscar candidatos para el Colegio Cardenalicio: De los 21 neocardenales que hoy reciben los atributos que los distinguirán como los (en teoría) más cercanos colaboradores de Francisco, once pertenecen a alguna congregación religiosa
De estas familias religiosas, las que estarán más representadas en este consistorio son las de los dominicos y los franciscanos. De hecho, con el hábito blanco de la Orden de Predicadores ha pedido asistir al consistorio el también teólogo Timothy Radcliffe
Con el décimo consistorio de este sábado 7 de diciembre, queda clara la apuesta del Papa por los miembros de la Vida Religiosa a la hora de buscar candidatos para el Colegio Cardenalicio: De los 21 neocardenales que hoy reciben los atributos que los distinguirán como los (en teoría) más cercanos colaboradores de Francisco, once pertenecen a alguna congregación religiosa.
Serían incluso uno más si, al final, el franciscano indonesioPaskalis Bruno Syuku no hubiese pedido a Jorge Mario Bergoglio que leliberase de esa designación. Su sustituto es el arzobispo de Nápoles, que no pertenece a ninguna congregación. De esta manera, tras la ceremonia de hoy habrá un total de 63 cardenales religiosos perteneciente a un total de 26 congregaciones.
De estas familias religiosas, las que estarán más representadas en este consistorio son las de los dominicos y los franciscanos. De hecho, con el hábito blanco de la Orden de Predicadores ha pedido asistir al consistorio el también teólogo Timothy Radcliffe.
Francisco -también él mismo en su día vistió en ocasiones el hábito de los jesuitas- no pudo negarle esta petición a este teólogo, a quien ha distinguido en varias ocasiones con su confianza, siendo destacable en este sentido su participación en las jornadas del reciente Sínodo de la Siniodalidad, donde fue uno de los dos animadores espirituales de la asamblea, espoleando el pensamiento (a veces demasiado para el gusto de algunos) de los más de 300 padres y madres sinodales.
Otros dos hijos de Santo Domingo de Guzmán mezclarán el rojo cardenalicio con el blanco que les caracteriza: el arzobispo de Argel, Jean-Paul Vesco, y Francis Leo, arzobispo de Toronto, este miembro de las Fraternidades Sacerdotales de Santo Domingo.
Tres son también los hijos de San Francisco que serán creados cardenales en este décimo consistorio, que se vuelve más universal y más joven, dado que de 88 países representados, se pasa a 93; y la edad media de los electores baja de 71 a 69 años.
De este trío franciscano, dos vienen de América Latina: Luis Gerardo Cabrera, arzobispo de Guayaquil (Ecuador), y Jaime Spengler, arzobispo de Porto Alegre (Brasil), ambos de la Orden de los Frailes Menores. Y a un caladero al que nunca se había recurrido (el de Irán), fue a buscar el Papa que se puso el nombre del autor del Cántico de las criaturas a otro hijo del Poverello, Dominique Joseph Mathieu (O.F.M. Conv.), arzobispo de Teherán Ispahan.
Otros dos nuevos purpurados pertenecen a los Misioneros del Verbo Divino (Societas Verbi Divini), congregación presente en 67 países. Uno llega del Extremo Oriente, de Japón, en la persona de Tarcisio Isao Kikuchi, arzobispo de Tokio. Asia y Oceanía mantienen la pujanza de esta familia misionera. Pero también en Europa, de donde llega el otro neocardenal, Ladislav Nemet, arzobispo de Beograd -Smederevo, en Serbia.
Junto a todos ellos, reciben la distinción púrpura Vicente Bokalic C.M, arzobispo de Santiago del Estero (y primado de Argentina), perteneciente a la Congregación de la Misión, sociedad de vida apostólica fundada por san Vicente de Paúl; llamativa ha sido también la designación del redentorista Mykola Bychok (CSSR), obispo de la Eparquía de los Santos Pedro y Pablo de Melbourne de los Ucranianos; y, finalmente, Fabio Baggio, a quien el Papa tiene muy cerca, trabajando como subsecretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, pertenece a la Congregación de Misioneros de San Carlos Borromeo o scalabrinianos.