Los ingresos, menos los gastos, a los ucranianos
Así, se decidió, tras la aprobación de la Secretaría de Estado y del Gobierno del Estado de la Ciudad del Vaticano, acuñar una medalla de plata que se vendería por 50 euros. Toda la recaudación, menos los gastos de producción de la medalla, se entregará al Papa Francisco, que la utilizará para ayudar a las personas afectadas por el conflicto.
Decenas de solicitudes también de Kiev
Y la generosidad de los coleccionistas y de los aficionados ordinarios o curiosos le está dando la razón. Desde el 20 de mayo, ya se han vendido casi todas las 3.000 piezas de la primera tirada, y no hay suficientes ejemplares para abrir una venta online, como pedían muchos. "Y también hemos recibido decenas de solicitudes de Ucrania - subraya el jefe de la Casa de la Moneda del Papa - les enviaremos las medallas, tan pronto como sea posible".
En el anverso, la paloma y la oración de Monseñor Battaglia
La medalla tiene 3 centímetros y medio de diámetro, son 23 gramos de plata 925 y las dos caras están firmadas por las artistas Daniela Longo (el anverso) y Orietta Rossi (el reverso), que colaboran desde hace tiempo con la oficina dirigida por Olivieri.
El anverso representa una paloma con las alas desplegadas que sostiene una rama de olivo en el pico, una imagen que siempre ha sido un símbolo de paz. Entre las alas del ave, como formando un arco iris, algunos pasajes de la oración compuesta por el obispo de Nápoles, Domenico Battaglia, y recitada por Francisco al final de la audiencia general del 16 de marzo. "Señor Jesús, nacido bajo las bombas de Kiev, muerto en brazos de su madre en un búnker de Járkiv, enviado con veinte años al frente, ten piedad de nosotros".
En el reverso, las tres edades de las mujeres que huyen de las bombas
En el reverso, una familia formada únicamente por mujeres que huyen de la guerra, con los edificios destruidos por los bombardeos y el suelo a su alrededor cubierto de escombros: la madre anciana, la esposa y la hija de un soldado en el frente.
La moneda se vende en un elegante estuche blanco con el escudo papal dorado, en un recuadro en el que se representa al Papa Francisco rezando, delante de la frase "Paz en Ucrania" y la palabra Paz escrita en latín, Pax, la lengua oficial de la Santa Sede, y Mir en cirílico, el alfabeto que se utiliza en Ucrania y Rusia.