(Vatican News).- Quince años, una vida llena de actividad, una fe madura, un amor sin límites por Jesús.
En el beato Carlo Acutis se encuentra el frenesí de este tiempo, pero con una perspectiva hacia la eternidad y no hacia las cosas del mundo. Tal vez en esto radique su fascinación, y en esto están las respuestas que tantos jóvenes encuentran en él, como lo demuestra el interés que manifiestan y la peregrinación ante su tumba, que se encuentra en el Santuario
della Spogliazione de Asís.
Francisco y Carlo juntos
Ayer, tras la misa vespertina, el obispo de Asís, monseñor Domenico Sorrentino, reabrió la tumba de Carlo Acutis, pocos días después de la inauguración de la "puerta de San Francisco", devuelta a la luz después de 800 años para permitir a los fieles revivir el gesto con el que el Poverello, en el obispado, se despojó de todos los bienes terrenales. Monseñor Sorrentino dijo:
"Los lugares de Francisco y el cuerpo del beato Carlos son caminos para encontrar al Señor. Sus imágenes, colocadas juntas a la entrada del Santuario, señalan a Jesús"
El obispo espera que "esta toma de conciencia anime a todos los peregrinos que se acerquen al santuario, impulsándolos a abrirse a la luz del Evangelio y a hacer una profunda experiencia de fe". Los restos del beato Acutis permanecerán en exposición permanente.
Un faro de luz
Carlo Acutis fue beatificado en Asís el 10 de octubre del 2020 por el cardenal Agostino Vallini, 14 años después de su muerte por leucemia fulminante.
En su homilía, pronunciada ante sus padres, Antonia y Andrea, el purpurado recordó que fue "un faro de luz" para muchos, pero también "un modelo de fortaleza, ajeno a toda forma de compromiso, consciente de que para permanecer en el amor de Jesús es necesario vivir concretamente el Evangelio, incluso a costa de ir a contracorriente".
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