La fase inicial de la beatificación está 'prácticamente completada' Expertos estudiarán un milagro atribuido a los padres de Juan Pablo II
Así lo expresó esta semana su postulador, monseñor Slawomir Oder, quien también se desempeñó como postulador de la causa del Papa polaco
Contó que en sus viajes por el mundo reunió pruebas de la 'fama sanctitatis' de la pareja, y uno de los testimonios es "muy interesante"
"Ahora estoy esperando que se recopilen los registros médicos para obtener la opinión de los expertos", comentó, sin añadir más detalles sobre la supuesta curación
Pero, ¿quiénes fueron Emilia y Karol Wojtyla?
"Ahora estoy esperando que se recopilen los registros médicos para obtener la opinión de los expertos", comentó, sin añadir más detalles sobre la supuesta curación
Pero, ¿quiénes fueron Emilia y Karol Wojtyla?
| RD/Agencias
Los expertos estudiarán un supuesto milagro atribuido a la intercesión de los padres de San Juan Pablo II, dijo esta semana su postulador, monseñor Sławomir Oder, quien también se desempeñó como postulador de la causa del Papa polaco.
En declaraciones a la agencia de noticias católica KAI explicó que había recibido múltiples informes de supuestos milagros relacionados con Emilia y Karol Wojtyła.
“Me han llegado varios testimonios de este tipo, y uno de ellos es muy interesante”, contó en una entrevista publicada el 5 de diciembre. “Ahora estoy esperando que se recopilen los registros médicos para obtener la opinión de los expertos”.
Monseñor Oder, que no ofreció más detalles sobre la supuesta curación, señaló que la fase inicial de la causa de beatificación de la pareja, lanzada formalmente en la Arquidiócesis de Cracovia en 2020, estaba “prácticamente completada”.
El postulador dijo que en sus viajes por el mundo había reunido pruebas de la “fama sanctitatis” o reputación de santidad de la pareja, un requisito previo para el proceso de beatificación.
Señaló que casi no quedaban testigos de la vida de la madre y el padre de Juan Pablo II, que murieron respectivamente en 1929 y 1941. Pero los investigadores pudieron entrevistar a una persona que conoció al futuro Papa cuando era joven y recordó a su padre.
“Aparte de éste, los testigos que se interrogan ahora no son tanto testigos de la vida de los Wojtyla, cuanto dan testimonio de opiniones sobre su santidad”, dijo.
“También hay bastantes testimonios de santidad que vienen de ultramar: de América Latina y de América del Norte. La recopilación de documentos sobre sus vidas -y vidas heroicas-, está a cargo de una comisión histórica especialmente establecida para este propósito”, agregó.
Quiénes fueron Emilia y Karol Wojtyla
Emilia Kaczorowska nació en Cracovia, al sur de Polonia, en 1884, la quinta de 13 hijos. En 1906 se casó con Karol Wojtyła, el padre de Juan Pablo II, que era cinco años mayor y servía como soldado en el ejército austrohúngaro.
Tuvieron tres hijos. El primero, Edmund, nació en 1906 y se convirtió en médico. Murió en 1932 después de contraer la escarlatina de un paciente. Una conferencia en Varsovia a principios de este mes escuchó que él podría ser un candidato para la beatificación bajo la categoría de “ofrenda de vida” presentada por el Papa Francisco.
KAI citó al cardenal de Varsovia Kazimierz Nycz diciendo: “Creo profundamente que Edmund Wojtyla es bendito, es decir, está salvado en el cielo, mientras que si será proclamado beato, no lo sé”.
La segunda hija de la pareja, Olga María, murió en la infancia en 1916. Su tercer hijo, Karol, nació en 1920. Según los informes, un médico le aconsejó a Emilia que abortara debido a su frágil salud, pero se negó. Karol fue Papa de 1978 a 2005 y fue canonizada en 2014.
Emilia, que trabajaba como costurera, murió de miocarditis e insuficiencia renal el 13 de abril de 1929 en la ciudad de Wadowice, poco antes del noveno cumpleaños de su hijo menor.
Karol padre murió el 18 de febrero de 1941 en Cracovia, que entonces estaba bajo la ocupación nazi. Juan Pablo II recordaría más tarde la profunda impresión que le causó su padre: “Día tras día pude observar la forma austera en que vivía. De profesión era soldado y, después de la muerte de mi madre, su vida se convirtió en una oración constante”.
“A veces me despertaba durante la noche y encontraba a mi padre de rodillas, como siempre lo veía arrodillado en la iglesia parroquial. Nunca hablamos de vocación al sacerdocio, pero su ejemplo fue en cierto modo mi primer seminario, una especie de seminario doméstico”.
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