El superior de los claretianos reclama "otra manera de mirar la humanidad" Mathew Vattamattam, ante los abusos: "Es el momento de asumir juntos nuestra responsabilidad, purificar y prevenir para que no vuelva a ocurrir jamás"
"Sin dividir a las personas encajonándolas en etiquetas: ricos o pobres, de derechas o de izquierdas, orientales u occidentales, blancos o negros"
"La humanidad sigue. Ojalá aprendamos las lecciones que nos enseña la covid-19. Como claretianos, deseo que seamos más sencillos, austeros, cercanos a la gente, solidarios, más auténticos discípulos de Jesús"
| Paco Niebla/Efe
El superior general de la congregación de los misioneros claretianos en todo el mundo, el indio Mathew Vattamattam, ve necesaria "otra manera de mirar la humanidad, sin dividir a las personas encajonándolas en etiquetas: ricos o pobres, de derechas o de izquierdas, orientales u occidentales, blancos o negros".
En una entrevista con Efe, Vattamattam (Kerala, 1959), que ha estado en Vic (Barcelona), cuna de los claretianos, para participar en una reunión directiva de la congregación, defiende que "hay que mirar a la persona humana desde el respeto a su dignidad y superar las murallas y barreras que nos dividan".
En la reunión de Vic, donde el catalán Antoni Maria Claret fundó los Misioneros Claretianos en 1849, Vattamattam y su equipo directivo han analizado la situación actual y han preparado la hoja de ruta de la comunidad para el próximo sexenio para ser, como dice el Papa, "una congregación en salida", de ayuda a los más necesitados.
Claretianos en periferias
Aunque reconoce que hay "una falta de vocaciones religiosas en una parte del mundo", destaca que "hay abundancia en otras" y se congratula de que los misioneros claretianos mantienen "un número estable de miembros, en torno a los 3.000, a lo largo de estos últimos veinte años".
"La mayoría de los claretianos trabajamos en contextos de periferias, comprometidos en la justicia, la paz y el cuidado de la creación, y sentimos que hemos de fortalecer nuestra implicación en favor de los más necesitados y descartados", resume sobre la misión de la congregación.
Sobre las crecientes desigualdades en el mundo, el claretiano opina: "Necesitamos otra manera de mirar a la humanidad. Se trataría de no dividir a las personas encajonándolas en etiquetas: ricos o pobres, de derechas o de izquierdas, orientales u occidentales, del Norte o del Sur, conservadores o progresistas, blancos o negros...".
Respeto para superar las barreras
"Se trata de mirar a la persona humana desde el respeto a su dignidad y superar las murallas y barreras que nos dividan. Muchas revoluciones han intercambiado la posición de poder de algunos grupos, pero no han transformado la humanidad hacia un sentido de unidad y bien común", agrega Vattamattam, reelegido superior general de los claretianos el pasado 30 de agosto por un nuevo periodo de seis años.
Según el religioso indio, "también en los países ricos se dan esas divisiones y discriminaciones, como nativos y emigrantes, hombre y mujer, creyentes y no creyentes y otras más. Hay que romper esas murallas y ayudar al verdadero desarrollo humano en los países más pobres".
La pandemia de la deshumanización
¿Y tras la covid, qué?. "La humanidad sigue. Ojalá aprendamos las lecciones que nos enseña la covid-19. Como claretianos, deseo que seamos más sencillos, austeros, cercanos a la gente, solidarios, más auténticos discípulos de Jesús", contesta.
Pero advierte que "hay virus más peligrosos que la covid-19. Son los que en estos últimos años han afectado al corazón humano y su vida interior, deshumanizando a las personas y debilitando su capacidad de respetar la vida y dignidad".
"Pienso, por ejemplo, en los abortos que ocurren a diario en un número más alto que las víctimas de la covid-19, en el abuso de menores, en el maltrato de la mujer o en la desigual distribución de los bienes... Hemos de buscar vacunas contra estos últimos virus que son mucho más letales".
Abusos sexuales en la Iglesia
Preguntado por los casos de pederastia y abusos sexuales que se han cometido en el seno de órdenes religiosas, Vattamattam dice que están "viviendo el momento de afrontar la vergüenza y el dolor por esta realidad".
"Siento profundamente el sufrimiento de las víctimas. Existimos para dar vida, no para quitarla. Para mí, que sucedan estas cosas en la Iglesia y en las órdenes religiosas desfigura el rostro de Cristo y de su esposa, que es la Iglesia. La Iglesia somos todos nosotros. Es el momento de asumir juntos nuestra responsabilidad, purificar y prevenir para que no vuelva a ocurrir jamás".
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
Etiquetas