El superior de los claretianos admite el “eclipse” de la vida religiosa hoy Osoro: "Vosotros, religiosos, embellecéis la Iglesia"
“Tenemos la voluntad de seguir caminando juntos”, recalcó el director del ITVR, quien señaló cómo participan más de 2.200 participantes de todo el mundo
Tras el mensaje del Papa, el director del ITVR, Antonio Bellella presentó la semana de la Vida Consagrada, “un espacio de encuentro” que, en estos tiempos de pandemia, “nos obligó a encontrarnos en la red”.
“Tenemos la voluntad de seguir caminando juntos”, recalcó el director del ITVR, quien señaló cómo participan más de 2.200 participantes de todo el mundo.
Por su parte, el cardenal de Madrid, Carlos Osoro, agradeció a la vida religiosa ser “carismas diferentes” que “enriquecen la vida religiosa”. “Habéis nacido para la vida del mundo, porque entregáis la vida misma de Dios”.
“Gracias por la fuerza evangelizadora que para los hombres de hoy tiene vuestra vida (…) Si desapareciese la vida consagrada, el rostro de la Iglesia quedaría muy reducido. Embellecéis la Iglesia con vuestra forma de hacer”, clamó el purpurado. “Sois esa parábola del buen samaritano en medio del mundo”.
“Hay muchísimos jóvenes en este mundo que, al ver vuestra vida, mirarán de forma distinta su existencia”, finalizó Osoro.
Eclipse y ventanas abiertas
Finalmente, Matthew Vattamattan, superior general de los claretianos, recalcó cómo, pese al “eclipse” que está viviendo la vida religiosa en el mundo, “se abren cientos de ventanas para mantener los rostros del evangelio”.
“Estamos viviendo un cambio de época en la sociedad y en la Iglesia. Los religiosos y religiosas están en las periferias. La vida religiosa misma es una periferia donde los consagrados y consagradas necesitan actualización”, glosó el sucesor de Antonio María Claret.
Vattamattan desglosó tres desafíos de futuro. En primero lugar, “nuestros institutos deben explorar nuevas vías para capacitar a consagrados y consagradas para que sean testigos más efectivos del evangelio”. En segundo lugar, trabajar “juntos con una visión común”. Finalmente, “los institutos deben dirigirse a las personas consagradas en su contexto de vida, facilitando que el aprendizaje tenga lugar con un acompañamiento adecuado”.
