El misionero que coincidió con Bergoglio en una villa porteña recuerda a 'su amigo' Padre Paco Blanco: "Francisco dirigió la Iglesia con la misma sencillez y con la misma dinámica que yo conocía"

El padre Paco Blanco en su último encuentro con el Papa Francisco
El padre Paco Blanco en su último encuentro con el Papa Francisco

El misionero español de la congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús recuerda algunas características de la persona y del ministerio sacerdotal y episcopal de Jorge Mario Bergoglio, a quien conoció cuando era Vicario Episcopal de la zona sur de Buenos Aires

"Dirigió la Iglesia con la misma dedicación, con la misma cercanía. Si hay que decir algo del Papa, es que para él todo era cercano. Él quería estar cerca de los acontecimientos, de las personas, de los problemas"

(Vatican News).- “Era un hombre que estaba con la gente, con el pueblo, que quería vivir así. Un hombre increíble, de una entrega, de una generosidad, de una cercanía, y para mí en eso es un modelo”, este es el recuerdo y testimonio que nos comparte el padre Paco Blanco, Misionero del Sagrado Corazón de Jesús, sobre Jorge Mario Bergoglio a quien conoció en Argentina en ocasión de su ordenación episcopal el 27 de junio de 1988.

Especial Papa Francisco y Cónclave

“Conocí a Jorge Mario Bergoglio cuando estaba de párroco en una parroquia al sur de Buenos Aires, en una zona muy pobre. De hecho, yo atendía a una parroquia que tenía una villa miseria y nos anunciaron que iban a ordenar a dos sacerdotes y obispos auxiliares, uno de ellos era Bergoglio, el otro era otro obispo auxiliar de Buenos Aires. Entonces, a partir de ahí, el señor cardenal Quarracino, que era entonces el arzobispo de Buenos Aires, lo destinó como vicario episcopal de la zona sur de Buenos Aires, que también era una zona muy conocida por él, porque era la zona donde él había nacido”.

Celebración de la Santa Misa en la parroquia de Fátima, Buenos Aires

Su predilección por los más necesitados

El padre Paco Blanco también señaló que, a partir de este nombramiento de Bergoglio como vicario episcopal de la zona sur de Buenos Aires favoreció la cercanía con la gente más necesitada de esta zona y los sacerdotes que trabajan en las villas miseria.

“Nosotros estábamos en esta villa miseria y en una parroquia en la que teníamos una obra muy significativa educativa para niños y niñas, con un comedor y con educación, sobre todo, solo a la primaria. Además, una educación técnica para que pudieran tener trabajo, que era nuestra idea, que se integraran en la en la sociedad trabajando. A partir de ahí Bergoglio, usted sabe que tenía una predilección por estas realidades y nos visitaba mucho a los sacerdotes que trabajábamos en las villas, que nos llamaban los ‘sacerdotes villeros’. Bueno, así es como yo conocí a Bergoglio y así empieza mi amistad con él”.

Una gran atención a las personas y sus problemas

Asimismo, el Misionero del Sagrado Corazón destacó algunos aspectos importantes de la persona de Jorge Mario Bergoglio, como su sencillez al tratar con las personas, su humildad en el ejercicio de su ministerio episcopal y su gran atención a la gente que encontraba en las villas miseria, en las parroquias y en la calle.

“La sencillez de su persona, la humildad y la manera de tratarnos a todos. Él nos trataba a todos como igual. No solo a mí como sacerdote o a mis compañeros, era un hombre con un humor muy fino y muy espontáneo, sino también con la gente. Él con todo el mundo tenía una palabra. Quiero decirle una cosa, en 20 años yo no le conocí nunca venir en coche oficial a nuestra parroquia, él siempre venía en lo que allí se llamaba los colectivos, en autobús o venía en el metro. Entonces, su trato directo, cómo encaraba los problemas. Él siempre preguntaba, ¿Y cómo haces esto y cómo haces lo otro y qué piensas hacer? Es decir, era un hombre que preguntaba cosas muy concretas, cómo nos sentíamos, si teníamos problemas. Además, como vivía cerca porque vivía en una casa sacerdotal con los sacerdotes mayores muy cerca de nosotros, era un hombre que estaba constantemente haciendo presencia con los sacerdotes, no solo digo con los sacerdotes que trabajamos en zonas así más deprimidas, las villas, sino con todos los sacerdotes de la zona”.

Celebrando la MIsa con los Misioneros del Sagrado Corazón en la Villa Soldati

La cercanía lo caracterizó siempre

Para el padre Paco Blanco esta cercanía a las personas también lo ejerció durante su pontificado, desde cuando se convirtió en el Papa Francisco siguió manteniendo esa misma determinación y predilección por los débiles y descartados.

“El Papa Francisco dirigió la Iglesia con la misma sencillez y con la misma dinámica, porque él era un hombre muy decidido, no pensemos que era un hombre débil, era un hombre con claras ideas de por dónde tenía que ir. Él dirigía la Iglesia con la misma dedicación, con la misma cercanía. Yo creo que, si hay que decir algo del Papa Bergoglio, es que para él todo era cercano. Él quería estar cerca de los acontecimientos, de las personas, de los problemas. La cercanía y la prontitud, él daba la cara ante los problemas, no sé si me estoy explicando, él daba la cara a los problemas, él estaba presente y nos acompañaba y no quería que nos sintiéramos solos, en los en los problemas que teníamos. Era un hombre determinado al que no le ha faltado el humor, porque yo en las dos únicas veces que estuve con él personalmente, siempre tuvo alguna gracia y algún recuerdo personal que hacía hacia mí o hacia los tiempos que habíamos vivido”.

Un pastor cercano de la gente

Finalmente, el misionero español señaló que el Papa Francisco vivió esta cercanía durante los años de su pontificado, era un pastor y un hombre que quería estar con el pueblo, que quería estar con aquellos que somos la familia de Jesús.

“Me parece que era un hombre de gran corazón, un hombre de una mente muy abierta, un hombre que veía el futuro y un hombre que quería hacer presente a Jesucristo en todas las situaciones de la vida. No sé, es un resumen mío, eso es lo que yo sentía de él y para mí ha sido un gran ejemplo como sacerdote y como amigo, porque me sentía que él me trataba así, como amigo y como sacerdote”.

Francisco en el colectivo
Francisco en el colectivo

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