El Maestro de la Orden de Predicadores presidió la festividad en Madrid dentro de su visita canónica "Nuestra Señora del Rosario, modelo de intercesión y diálogo", según Gerard Timoner
El 7 de octubre, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas, en Madrid, fue el escenario de la celebración de la festividad de Nuestra Señora del Rosario, presidida por el maestro de la Orden de Predicadores, fray Gerard Timoner, en el marco de su visita canónica al vicariato del Rosario en España
(Domincos).- El 7 de octubre, la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Filipinas, en Madrid, fue el escenario de la celebración de la festividad de Nuestra Señora del Rosario, presidida por el maestro de la Orden de Predicadores, fray Gerard Timoner, en el marco de su visita canónica al vicariato del Rosario en España.
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La misa contó con la participación de Fr. Pedro Juan Alonso, vicario de la Provincia del Rosario en España, junto a numerosos frailes del vicariato y de la Provincia de Hispania, así como tres de los socios del Maestro. Entre los asistentes se encontraba Fr. Juan Carlos Cordero, secretario de la Provincia de Hispania, en representación del prior provincial, fray Jesús Díaz Sariego.
En su homilía, Fr. Gerard invitó a reflexionar sobre el Rosario como un camino de diálogo con Dios: «Rezar el Santo Rosario es entrar en un diálogo profundo con Dios», comentó, subrayando que esta oración nos permite meditar en los misterios del Verbo encarnado y acercarnos a la presencia divina a través de la intercesión de María. El Maestro resaltó el papel fundamental de la Virgen María como Madre de Dios, discípula e intercesora, destacando cómo ella acompañó a Cristo en momentos clave de la historia de la salvación, como en las bodas de Caná y al pie de la cruz.
El Maestro también reflexionó sobre cómo la repetición de las oraciones del Padre Nuestro y el Ave María en el Rosario, lejos de ser un monólogo vacío, es una oportunidad para meditar y escuchar la palabra de Dios en nuestros corazones: «La palabra de Dios nos invita a reconocer la gracia de ser hijos de Dios, de ser hermanos unos de otros». A través del Rosario, según Fr. Gerard, podemos entrar en el diálogo más íntimo y transformador con Dios, que conduce a una verdadera conversión personal.
Además, destacó la importancia del diálogo como una herramienta para sanar relaciones rotas, tanto con Dios como con los demás. «Cuando viejos amigos, que se convirtieron en enemigos, entablan un diálogo sincero, abren la posibilidad de una amistad restaurada y renovada». Animó a la comunidad dominicana a adoptar esta actitud de apertura en su misión evangelizadora, sugiriendo que la predicación debe adaptarse a las realidades y necesidades de las personas de hoy. «Quizás, antes de convertir a otros, debemos convertirnos nosotros mismos a una manera de predicar que hable al corazón y a la mente de la gente de nuestro tiempo», afirmó.
Tras la eucaristía, el prior de la comunidad, Fr. Vicente Sánchez OP, dio paso a un encuentro entre el Maestro y numerosos miembros de la Familia Dominicana en los locales de la parroquia, donde fray Gerard compartió momentos de diálogo y reflexión sobre los retos y esperanzas de la misión dominicana en España y el mundo.
La jornada finalizará con la oración del Santo Rosario, sumándose posteriormente a la convocatoria mundial del Papa por la Paz, que tuvo lugar a las 7:00 p.m., uniendo a los fieles de todo el mundo en esta tradicional devoción mariana.
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