Presidenta de la federación de clarisas de Arantzazu, ante el 'cisma' de Belorado Sor María Javier Soto: "Eran buenas jóvenes, no tenía sospecha de nada"
Sor Carmen, secretaria federal: "La separación está siendo muy dolorosa, aunque todas las hermanas nos hemos sentido acompañadas y ayudadas por la Iglesia"
Madre Javier Soto y hermana Carmen Ruiz, presidenta y secretaria de la Federación de las Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, "que velarán por el cuidado de la comunidad"
"Alguna cosa empecé a ver, hablé con don Mario [el arzobispo] y le dije que alguna cosa no funcionaba bien. Yo no vi nada, no he estado dentro... pero la relación conmigo se enfrió de manera un poco extraña. No puedo decir más porque no he tenido relaciones negativas con ellas”
"Alguna cosa empecé a ver, hablé con don Mario [el arzobispo] y le dije que alguna cosa no funcionaba bien. Yo no vi nada, no he estado dentro... pero la relación conmigo se enfrió de manera un poco extraña. No puedo decir más porque no he tenido relaciones negativas con ellas”
"Eran buenas jóvenes, algunas muy preparadas académicamente. No tenía ninguna sospecha de nada". La presidenta de la Federación de las Hermanas Clarisas de Nuestra señora de Aránzazu, sor María Javier Soto, compareció junto al arzobispo de Burgos, Mario Iceta, visiblemente triste ante el movimiento cismático provocado por la ya ex abadesa sor Isabel y las religiosas a las que, todavía, considera sus compañeras.
"No ví cosas raras" aseguró hablando de la líder díscola de Belorado, con quien mantuvo una relación de amistad durante décadas, "hemos hecho muchos viajes juntas". Eras amigas, tenían "una relación excelente"... hasta hace unos meses, alrededor del mes de enero.
"Alguna cosa empecé a ver, hablé con don Mario [el arzobispo] y le dije que alguna cosa no funcionaba bien. Yo no vi nada, no he estado dentro... pero la relación conmigo se enfrió de manera un poco extraña. No puedo decir más porque no he tenido relaciones negativas con ellas”, recalcó sor María Javier Soto ante una nube de periodistas. La religiosa aseguró no saber por qué las monjas de Belorado han tomado la decisión de abandonar la Iglesia católica.
Por su parte, sor Carmen Ruiz, secretaria federal, admitió que la separación de sus hermanas clarisas está siendo "muy dolorosa", aunque aseguró que todas las hermanas se han sentido "acompañadas y ayudadas" por la Iglesia ante "una situación nueva, que nunca habíamos vivido". Ninguna de las dos ha podido hablar con las religiosas que se acantonan en Belorado, ni con el falso obispo De Rojas o el cura cocterlero, José Ceacero, que continúan en el recinto, ahora de manera ilegal.
La Comisión Gestora nombrada por el arzobispo Iceta como comisario pontificio contará con madre Javier Soto y hermana Carmen Ruiz, presidenta y secretaria de la Federación de las Clarisas de Nuestra Señora de Aránzazu, "que velarán por el cuidado de la comunidad"; el vicario judicial de la Archidiócesis de Burgos, Donato Miguel Gómez, responsable de las cuestiones en el ámbito canónico; y el director del Departamento de Asuntos Jurídicos del Arzobispado, Rodrigo Saiz, que "coordinará los aspectos concernientes al ámbito civil". "Contaremos además con la colaboración del delegado episcopal para la Vida Consagrada, Amadeo Alonso, así como los capellanes del monasterio", precisó Iceta, pidiendo tiempo para hacer las cosas en silencio. Ahora, todo queda a la espera de la respuesta de las monjas de Belorado y de la Pia Unión.
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