Padre nuestro

¡Feliz martes! Cuando oigo nombrar la localidad en la que nació nuestro compositor de hoy inmediatamente me viene a la mente su nombre, no lo puedo evitar. Por algo fue un gran maestro de su época, muy influyente en sus contemporáneos y posteriores.

No puede ser otro que Francisco de Peñalosa (h. 1470-1528), compositor español nacido en la localidad toledana de Talavera de la Reina. Era el cantor predilecto del rey Fernando el Católico y el compositor más reconocido y reputado de su tiempo. Se da por cierto que era sacerdote, pero no sabemos ni cuándo recibió las órdenes ni la diócesis en donde esto ocurrió. A partir de 1498 figura como cantor de la capilla del rey hasta la muerte de este, llegando a ocupar el primer puesto de dicha institución. La Casa Real, además de dar un sueldo trimestral a sus cantores, también se preocupaba de dar anualmente un dinero para «vestirse». Con Peñalosa ocurrió eso, puesto que en un momento recibió 7500 maravedís de «monete Castelle».
Vamos a escuchar su motete Pater noster, obviamente con el conocido texto del padrenuestro. La influencia del estilo francés y francoflamenco en su técnica a la hora de componer es evidente. También se deja notar la larga sonbra de Josquin, pero Peñalosa era mucho Peñalosa, por lo que supo granjearse una voz por sí mismo. La obra es de una grandísima calidad, preludiando un renacimiento que ya estaba floreciendo en muchos aspectos. Las texturas están muy conseguidas y la sonoridad y los acordes también son muy característicos.
La interpretación es de Pro Cantione Antiqua dirigida por Bruno Turner.