Soy joven
¡Feliz miércoles! No es que yo esté pasando por una segunda juventud (para nada), sino que así empieza el texto tomado del salmo que servirá de base para la música de hoy. Vamos a escuchar una composición de un gran maestro inglés.
Hablo de William Mundy (h. 1528-h. 1591), compositor inglés del que no se conoce su lugar de nacimiento, pero que prácticamente todo su trabajo lo realizó en Londres. En 1557 él y su padre trabajaron juntos y dos años más tardes nuestro maestro de hoy fue vicario de la catedral de San Pablo. Ya en 1564 lo tenemos en la capilla real, primero parece ser que como subdiácono. Hay muchas obras atribuidas a «Mundy», que bien podría ser él o su hijo. William era mejor compositor que su vástago, con lo que a veces la cosa es más fácil. Compuso tanto obras en inglés como en latín, entre las que destacan sus inmensas antífonas votivas, algunas de las cuales hemos escuchado por aquí. Es uno de esos maestros ingleses fundamentales a la hora de comprender la polifonía europea del siglo XVI.
Escuchemos su motete Adolescentulus sum ego. Escribe en lo que puede considerarse un lenguaje más moderno. El texto está tomado del salmo 119 y se aparta un poco del cantus firmus para focalizarse en la polifonía imitativa, algo que era característico de los compositores continentales, que ya llevaban practicándolo varios años. La textura de la música es sostenida y muy consistente, hábilmente controlada y con algunos momentos armónicos realmente memorables. Una gran belleza.
La partitura de la pieza puede descargarse aquí.
La interpretación es de The Sixteen dirigido por Harry Christophers.