Constituida en 2013 por la Fundación ”la Caixa”, una puerta abierta a la ciudadanía y un espacio de apoyo La Fundación de la Esperanza ha atendido a 8.000 personas en riesgo de pobreza y exclusión social
La Fundación de la Esperanza, constituida en 2013 por la Fundación ”la Caixa”, es una entidad de acción social directa y de proximidad que lucha contra la pobreza y la exclusión social en el distrito de Ciutat Vella. La institución ofrece atención y recursos a más de 500 familias cada año.
Trabajando en red con las entidades y otros agentes del territorio, ha acompañado a más de 3.600 niños, niñas y adolescentes a través del apoyo educativo de la infancia y ha abierto las puertas de la inserción laboral a cerca de 2.000 personas en riesgo de exclusión, que han podido formarse y encontrar trabajo o crear su propio proyecto de autoempleo.
Para responder a las necesidades sociales detectadas, la entidad ha puesto en marcha a lo largo de estos años nuevos proyectos, como por ejemplo el Espacio Familiar, dedicado a mejorar el proceso de crianza (de 0 a 3 años) y a compartir experiencias e inquietudes en un entorno seguro y favorable para el desarrollo de los bebés.
Durante esta primera década, la Fundación de la Esperanza ha acogido en la Casa de Recés a 196 mujeres en riesgo de exclusión con el objetivo de potenciar su autonomía y su proceso de emancipación.
Coincidiendo con la conmemoración de su décimo aniversario, la Fundación de la Esperanza publica un libro que narra 10 historias inspiradoras de personas que han formado parte de ella. Además, el 5 de octubre tendrá lugar una jornada abierta al barrio con diferentes actividades dirigidas a entidades, menores y familias.
Para responder a las necesidades sociales detectadas, la entidad ha puesto en marcha a lo largo de estos años nuevos proyectos, como por ejemplo el Espacio Familiar, dedicado a mejorar el proceso de crianza (de 0 a 3 años) y a compartir experiencias e inquietudes en un entorno seguro y favorable para el desarrollo de los bebés.
Durante esta primera década, la Fundación de la Esperanza ha acogido en la Casa de Recés a 196 mujeres en riesgo de exclusión con el objetivo de potenciar su autonomía y su proceso de emancipación.
Coincidiendo con la conmemoración de su décimo aniversario, la Fundación de la Esperanza publica un libro que narra 10 historias inspiradoras de personas que han formado parte de ella. Además, el 5 de octubre tendrá lugar una jornada abierta al barrio con diferentes actividades dirigidas a entidades, menores y familias.
Coincidiendo con la conmemoración de su décimo aniversario, la Fundación de la Esperanza publica un libro que narra 10 historias inspiradoras de personas que han formado parte de ella. Además, el 5 de octubre tendrá lugar una jornada abierta al barrio con diferentes actividades dirigidas a entidades, menores y familias.
(Fundación "La Caixa").- Mejorar la autonomía, promover la igualdad de oportunidades y favorecer la inclusión de personas en riesgo de pobreza; todo ello, en uno de los distritos con mayor complejidad social de Barcelona. Con esta misión, la Fundación ”la Caixa” impulsó en 2013 la Fundación de la Esperanza, referente innovador de la acción social de proximidad en el barrio Gótico que trabaja en red con entidades, administraciones y empresas. La entidad ya ha atendido, en colaboración con los diversos agentes del territorio, a 7.931 personas en situación de vulnerabilidad de manera personalizada, integral y transformadora.
La institución vela, con una mirada comunitaria, por el desarrollo de las capacidades y competencias de las personas a lo largo de sus procesos vitales desde la primera infancia, durante la etapa escolar y, más adelante, apoyando la continuidad de los estudios y con orientación y formación para la inserción sociolaboral.
En su aspiración de romper el círculo de la pobreza, la Fundación acoge a más de 500 familias cada año y las acompaña para potenciar sus capacidades y empoderarlas con el objetivo de que mejoren sus condiciones de vida y superen las dificultades. A lo largo de estos años ha contado con el apoyo, en esta tarea, de más de 300 personas voluntarias.
Así lo han explicado hoy el subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón, y la directora de la Fundación de la Esperanza, NúriaDanés, que han realizado un balance de los 10 primeros años de trayectoria de este proyecto.
10 años con la puerta abierta a la esperanza
«La Fundación de la Esperanza es una puerta abierta a la ciudadanía y un espacio de apoyo para personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad. Este proyecto de acción social directa ha permitido que la Fundación ”la Caixa” detecte necesidades y se anticipe a ellas con programes más globales que han de hacer posible la creación de itinerarios vitales y familiares que reduzcan la pobreza y la exclusión. Y lo seguiremos haciendo como lo hemos hecho hasta ahora: por medio de la proximidad y junto con una red consolidada de entidades, instituciones y empresas implicadas con las diferentes realidades del territorio», ha destacado el subdirector general de la Fundación ”la Caixa”, Marc Simón.
En esta misma línea, la directora de la Fundación de la Esperanza, Núria Danés, ha explicado cómo es el trabajo que lleva a cabo la entidad: «Acompañamos a menores y familias en riesgo de exclusión social a lo largo de sus itinerarios vitales y les ofrecemos los apoyos adecuados a las diferentes etapas: la crianza, el refuerzo educativo, la orientación o la formación y la inserción laboral. Conocemos a las personas y tenemos en cuenta sus trayectorias, sus contextos social y familiar, sus necesidades y, sobre todo, sus capacidades. A partir de ahí, trabajamos a través del vínculo y caminamos juntos con el propósito de que consigan acceder a más oportunidades y desarrollar sus propios proyectos de vida».
Coincidiendo con la conmemoración de su décimo aniversario, la Fundación de la Esperanza ha publicado un libro que narra 10 historias inspiradoras de personas que han estado vinculadas a la Fundación. En él se explica, por ejemplo, la trayectoria de superación de Dhay, una joven de origen iraquí que convirtió sus problemas de salud en fortalezas y que hoy en día se dedica a acompañar a pacientes; o la historia de Lia, que después de pasar por el proyecto de crianza con su hijo Gael se encarga ahora de guiar como profesional a otras madres que vienen a la Fundación de la Esperanza; o la de Antonio, un físico que compagina su trabajo con el voluntariado acompañando a jóvenes en riesgo de exclusión en el refuerzo escolar de matemáticas y física.
Además, el 5 de octubre tendrá lugar una jornada abierta en el barrio con diferentes actividades dirigidas a entidades, personas menores de edad y familias que han estado vinculadas a la entidad a lo largo de esta década.
Incubadora de nuevos proyectos
En estos años, la Fundación de la Esperanza se ha convertido en una incubadora de nuevos proyectos y ha impulsado iniciativas para dar respuesta a las necesidades sociales que se han ido detectando, fruto de un contexto social y económico cada vez más complejo. A este respecto, con el objetivo de mitigar la situación de emergencia humanitaria derivada del conflicto de Ucrania, la Fundación se ha sumado al proyecto «Familia necesita familia», iniciativa de la Fundación ”la Caixa” en colaboración con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para conectar a familias acogedoras con familias refugiadas.
También ha puesto en marcha el Espacio Familiar, que ofrece a las familias un acompañamiento integral en el proceso de crianza de los niños y niñas de 0 a 3 años para mejorar las competencias parentales, compartir experiencias e inquietudes, y fomentar el desarrollo psicomotor, cognitivo y social de los más pequeños. Este primer año, han participado en el Espacio Familia 64 madres y bebés.
Atención de la infancia más vulnerable
Las personas menores de edad constituyen también uno de los colectivos más vulnerables al impacto de las desigualdades sociales, económicas y educativas, entre otras. Por esa razón, la Fundación de la Esperanza, entidad coordinadora de la red Gótic - Ciutat Vella del programa CaixaProinfancia, ha acompañado a los niños y niñas después del horario escolar por medio del refuerzo educativo, la atención psicoterapéutica, el ocio educativo, la gestión emocional y el descubrimiento de talentos. Desde el principio se han adherido al programa 2.819 familias y 3.670 menores, que han participado en las actividades y los servicios, y que han recibido ayudas económicas de promoción de la salud y de equipamiento escolar.
La entidad también dispone del Aula Abierta, que está pensada para los niños y niñas que necesitan un espacio de apoyo para las tareas escolares y para trabajar la comprensión lectora y prevenir el abandono escolar; y el Aula Joven, servicio de atención individualizada y de orientación académica para adolescentes y jóvenes que tiene como objetivo que terminen con éxito sus estudios posobligatorios.
La inserción laboral, clave para construir un nuevo futuro
La Fundación de la Esperanza forma parte de la red de entidades del programa Incorpora, que ayuda a las personas en riesgo de exclusión a acceder a un trabajo a través de itinerarios personalizados. Durante estos 10 años se ha atendido a 3.575 personas y se han conseguido 1.948 inserciones. También se llevan a cabo formaciones en oficios y talleres para mejorar las competencias y las habilidades, así como orientación profesional.
En esta línea, el programa Incorpora Autoempleo apoya la creación de nuevos proyectos por medio de asesoramiento, acompañamiento y análisis de viabilidad del negocio. Durante estos años se han puesto en marcha 472 proyectos impulsados por personas en situación de vulnerabilidad con voluntad emprendedora.
Casa de Recés, con la emancipación como objetivo
Desde mayo de 2013, la Fundación de la Esperanza también se encarga de gestionar la Casa de Recés. En este tiempo ha acogido a un total de 196 mujeres en situación de vulnerabilidad de entre 18 y 35 años con la finalidad de favorecer su autonomía y facilitar su proyecto de emancipación. La mayor parte de las residentes ha vivido situaciones de violencia; en la Casa de Recés se las acompaña para contribuir a su recuperación emocional, fortalecer sus capacidades y promover su empoderamiento. A partir de un plan de trabajo en el que ellas mismas definen su proyecto de vida, se las orienta en diferentes ámbitos para que alcancen su emancipación: vida cotidiana y relacional, salud y bienestar, y ámbito formativo y laboral.
Esta tarea educativa, que cubre las 24 horas los 365 días del año, se desarrolla en un centro residencial con 44 plazas en el que las mujeres permanecen un tiempo aproximado de 24 meses, periodo que varía en función de cada residente.
Para dar continuidad a los itinerarios de emancipación de las residentes, la Fundación de la Esperanza ha puesto en marcha 4 pisos con apoyo educativo situados en la ciudad de Barcelona y que cuentan con un total de 12 plazas. Estas viviendas están dirigidas a las residentes que se encuentran en la última fase de su estancia en la Casa de Recés y tienen como objetivo prepararlas para la emancipación y trabajar las habilidades y las estrategias necesarias para que lleven una vida autónoma.
Testigo histórico del compromiso social de la Fundación ”la Caixa”
La Congregación de Nuestra Señora de la Esperanza fue fundada en el año 1740 por Gaspar Sanz de Antona, en aquel tiempo gobernador militar y político de la ciudad.
Cuatro años después, en 1744, la congregación ponía en marcha la Casa de Recés, el lugar donde «encuentran caritativa acogida las mujeres que aspiran a un mejor perfeccionamiento espiritual apartándose de los peligros de orden moral a los cuales se encuentran expuestas, buscando el medio de una formación piadosa y un hábito de laboriosidad que consiguen con la oración y el trabajo», según las Notas históricas de la compañía. Se trataba de la primera casa de retiro de este tipo en España y la segunda en Europa.
En 1749, la congregación creó el Monte de Piedad. Para garantizar la continuidad de la orden, a finales del año 1922 la Congregación de la Esperanza recurrió a la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros. Su fundador y primer director general, Francesc de Moragas, les ofreció ayuda y les propuso la fusión del Monte de Piedad y la Casa del Retiro de la congregación con la Caja de Pensiones. El acuerdo se formalizó en 1923.
En 1936, la congregación abandonó la calle de Xuclà para instalarse en su actual emplazamiento en la calle de la Palma de Sant Just, en dos edificios adyacentes situados, curiosamente, a pocos metros de la casa natal de Francesc deMoragas. «Soy el hombre más ambicioso del mundo. Al no tener necesidades, he hecho mías todas las de los demás», aseguraba.
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