Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela, en el centro de su preocupación La CLAR alerta del "deterioro de la democracia" y la "inestabilidad política" en la región
La Confederación Latinoamericana de Religiosos pide a los líderes participantes en la Cumbre de las Américas que den respuesta a las “grietas que la pandemia del covid-19 ha dejado al descubierto en los sistemas sanitarios, educativos y sociales”
“Nos preocupan el deterioro de la democracia, del tejido social y la creciente inestabilidad política de muchos de nuestros países hermanos, donde se comprometen las libertades fundamentales”, señalan tras la clausura de su asamblea general
| RD/Agencias
“Es inaceptable que la amenaza a la democracia, el cambio climático y la falta de igualdad de acceso a las oportunidades económicas, sociales y políticas sigan impactando de manera desproporcionada y negativa en la vida de las personas más vulnerables y sistemáticamente excluidas en cada uno de nuestros países”.
Con esta contundencia, la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR), ha hecho un “llamado vibrante”, en el marco de la Cumbre de las Américas, a los líderes políticos, sociales y económicos del continente para que den respuesta a las “grietas que la pandemia del covid-19 ha dejado al descubierto en los sistemas sanitarios, educativos y sociales” de la región.
Unidos a los pobres de la tierra
En un mensaje firmado por todos los participantes en la reciente asamblea general, que se ha celebrado del 1 al 4 de junio, el órgano representativo de la vida religiosa del continente latinoamericano y el Caribe, da la voz de alarma por las múltiples situaciones que "preocupan por el deterioro de la democracia, el tejido social y la creciente inestabilidad política de muchos de nuestros países hermanos, donde se comprometen las libertades fundamentales”.
“Hoy alzamos nuestra voz de solidaridad –sigue el comunicado de la CLAR-, unidos a los pobres y a la tierra, que clama con más fuerza que nunca por la vida. En particular, expresamos nuestra cercanía y solidaridad especialmente a las religiosas y religiosos hermanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela en estos momentos de extrema dificultad e inseguridad. La situación de sus comunidades de fe y de vida, y sobre todo la de las personas y comunidades a las que acompañan, nos desafía y nos invita a cuidarnos unos a otros con la certeza de tener un tesoro en vasijas de barro y en condiciones frágiles”.
Finalmente, los representantes de la CLAR hacen “un llamamiento a la vida religiosa para velar y apoyar en la oración, la comunicación y la incidencia política y social por los más vulnerables”.
