Dura crítica del purpurado argentino tras el machetazo gubernamental a los pensionistas Cardenal Rossi: "El recorte de medicamentos a jubilados es una 'eutanasia encubierta'"

Francisco y el cardenal Rossi
Francisco y el cardenal Rossi

Tienen que elegir "entre comer o medicarse", dijo el actual vicepresidente del Episcopado, que denunció la medida gubernamental y alertó de que los viejitos son castigados con la inseguridad: "No pueden tomar un mate en la vereda"

"Si la libertad es la proclama, por supuesto, compartimos plenamente. Sería bueno que un abuelo tenga la libertad de comer o no comer"

"La dimensión es preocupante, dolorosa. También nos moviliza como Iglesia, que dejemos ciertas comodidades para cuidar más a la gente, nos interpela como hombres de Iglesia. No negar la realidad, que no ayuda a nadie"

El cardenal jesuita Ángel Rossi, arzobispo de Córdoba, reflexionó durante su homilía por el inicio del Adviento sobre la crisis que sufren los jubilados. "Nuestros abuelos, nuestros viejitos, están en una eutanasia disimulada", manifestó.

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"Bayín", el purpurado jesuita actual vicepresidente primero de la Conferencia Episcopal Argentina, enfatizó: "Se trata de la espera de un jubilado que, en vez del júbilo por recibir una buena jubilación, deberá optar entre comer o medicarse".

"Es la miserabilidad que estamos viviendo. Nuestros abuelos, nuestros viejitos, están en una eutanasia disimulada. Optás por comer, con lo cual hay medicamentos que no se reciben y, por lo tanto, para muchos es la muerte", sostuvo.

Apenas unas horas después, se conoció que el Gobierno tomaba la decisión de que solo los jubilados del PAMI que ganen menos de $389.398 tendrán acceso a la cobertura total de medicamentos.

Tras conocerse la noticia, Rossi brindó un reportaje televisivo con un canal de Córdoba, en donde retomó lo dicho en la prédica: "Sin saberlo vino este cachetazo de noticia".

"Es la tristeza de los grupos más castigados: los abuelos, y por otro lado los niños o jóvenes con la ludopatía y juego online. Cuando una sociedad maltrata a las dos puntas, los jóvenes y ancianos, es signo de decadencia y signo de que así no tenemos futuro. Se maltrata a los más vulnerables", advirtió.

En ese sentido, Rossi insistió: "Uno no inventa, uno tristemente lo ve en la calle. Abuelitos que compran 100 gramos de carne para comer algo en la semana. En este aspecto, con los jubilados se agudiza su situación. Hay caminos para controlar quiénes reciben medicamentos. Pero no puede ser una regla general que caigan en la volteada miles de abuelos nuestros".

Rossi extendió la crisis a la inseguridad al sostener que los jubilados "ya no pueden salir a la tarde a tomar mate a la vereda" y que "a las 5 de la tarde están encerrados con candados". 

"Todo lo que atente contra el bienestar de nuestros abuelos es muy triste, es fulero"

A su vez, utilizó la frase "eutanasia encubierta", propia del Papa Francisco, y denunció que "algunos medicamentos apuestan a la vida, no es un dolor de cabeza, no es pavada. Hay otras formas, no empezar por los débiles. Pescar las formas de corrupción y cortarlas es positivo, pero esto no es digno, no nos hace bien. Si la libertad es la proclama, por supuesto, compartimos plenamente. Sería bueno que un abuelo tenga la libertad de comer o no comer".

Por último, Rossi se refirió a la asistencia social de la iglesia y reconoció: "Se ha incrementado considerablemente, no es que no existía antes, pero se agudizó. Si hacés cinco cuadras en la ciudad (Córdoba capital) lo ves, lo mismo en los comedores. La dimensión es preocupante, dolorosa. También nos moviliza como Iglesia, que dejemos ciertas comodidades para cuidar más a la gente, nos interpela como hombres de Iglesia. No negar la realidad, que no ayuda a nadie".

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