Promover la perspectiva del Vaticano II sigue teniendo detractores Críticas desaforadas de católicos sectarios al padre Víctor Ricardo Moreno por participar en un encuentro de diálogo interreligioso

Críticas desaforadas de católicos sectarios al padre Víctor Ricardo Moreno por participar en un encuentro de diálogo interreligioso
Críticas desaforadas de católicos sectarios al padre Víctor Ricardo Moreno por participar en un encuentro de diálogo interreligioso

El padre Víctor Ricardo Moreno Holguín, el Fundador de la Escuela de Contemplación .S.A.L.MO.S., fue ultrajado por participar en un evento de diálogo interreligioso en la Universidad Javeriana de Bogotá

Moreno ha contado siempre con la bendición y el apoyo de los arzobispos de Bogotá, que han valorado su misión como promotor de la espiritualidad mística, de la meditación cristiana, de la ecología integral y de una visión de iglesia sinodal

Otro de los propósitos que Víctor Ricardo ya lleva adelante es el de fortalecer la Red Contemplar, una red de contemplativos y monjes urbanos para hacer accesible la mística al laicado eclesial

La Pontificia Universidad Javeriana también fue objeto de fuertes críticas por realizar dicho evento y respaldar la presencia del padre Víctor Ricardo

En un nuevo episodio de intolerancia religiosa, por parte de algunos clérigos y laicos, a causa de su participación en un evento de diálogo ecuménico e interreligioso, sobre ‘Cómo transformar el dolor y el miedo en amor’, realizado el pasado 18 de abril en la Universidad Javeriana de Bogotá, fue ultrajado un sacerdote dedicado a promover la mística cristiana, y que ha sabido atraer a cientos de buscadores espirituales, en medio de un ambiente católico que, gracias a su perseverancia, ha abierto nuevas perspectivas espirituales en Latinoamérica.

"No saben lo que hacen; desconocen la tradición de diálogo interreligioso de la Iglesia del Vaticano II, ignoran las prácticas contemplativas a las que puede acceder todo bautizado y descalifican con insultos a quienes no son católicos. Todavía hay un horizonte de Espiritualidad muy grande por abrir entre estos católicos", comenta el padre Víctor Ricardo Moreno Holguín, el Fundador de la Escuela de Contemplación .S.A.L.MO.S. manteniendo su ánimo sereno y característica sonrisa. 

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Encuentro de diálogo interreligioso
Encuentro de diálogo interreligioso

Sin embargo, Moreno ha contado siempre con la bendición y el apoyo de los arzobispos de Bogotá, que han valorado su misión como promotor de la espiritualidad mística, de la meditación cristiana, de la ecología integral y de una visión de iglesia sinodal. “Querido Víctor: para ti mi afecto y gratitud. Te diré algo que no se dice todos los días. Tú eres por vocación de Dios un profeta de la intimidad con El. Y no solo profeta sino también pedagogo del camino espiritual. Bien sé de los dolores por las incomprensiones y los estigmas. Sé que el Señor te sostiene. No desmayes. Tu tarea es vital para toda la Iglesia. Un abrazo. Gracias por tu saludo”, le escribía unos de sus superiores por estos días, en los que ha sido injuriado por un grupo de autodenominados ‘católicos’. 

La Pontificia Universidad Javeriana también fue objeto de fuertes críticas por realizar dicho evento y respaldar la presencia del padre Víctor Ricardo, como egresado de sus facultades de Teología y Lenguaje y Comunicación. Da vergüenza que en pleno siglo XXI, en la era de Francisco, en tiempos de una Cardenal como Luis José Rueda, todavía se presenten estas persecuciones propias de la Inquisición medieval. Sin embargo, no es de extrañar, cuando en algunos de los insultos también califican al papa Francisco de ‘impostor’.

Ahora la arquidiócesis de Bogotá le ha confiado al padre Víctor Ricardo la organización de una serie de encuentros de Pablo d’Ors en Colombia, desde el 29 de abril a 5 de mayo, para promover el silencio contemplativo, la meditación entre clérigos, seminaristas, religiosos y evangelizadores, así como la posterior organización de una serie de actividades espirituales con una Escuela Itinerante de Oración, que promoverá en distintos templos parroquiales de Bogotá, formas de oración que van más allá de las devociones tradicionales, acompañado de practicantes de oración como en Taizé, meditación cristiana, adoración, contemplación y una Lectio Divina completa, con una novedosa pedagogía. 

Cardenal Rueda y Víctor Moreno
Cardenal Rueda y Víctor Moreno

Otro de los propósitos que Víctor Ricardo ya lleva adelante es el de fortalecer la Red Contemplar, una red de contemplativos y monjes urbanos para hacer accesible la mística al laicado eclesial; por lo mismo ya ha establecido alianzas con reconocidas instituciones como la Fundación Vivarium Raimon Panikkar, de la cual ahora es el director para Latinoamérica, la Asociación Escuela de Autorealización AEA, de Ecuador, mantiene vínculos cercanos con los promotores de la Oración al modo Taizé en Colombia, los Talleres de Oración y Vida TOV del padre Ignacio Larrañaga y sellará una nueva alianza con la Asociación Amigos del Desierto de Pablo d’Ors en esta visita a Colombia, convencido de que los contemplativos han de estrechar sus vínculos y se han de apoyar mutuamente en medio de una Iglesia que poco a poco se abre a el horizonte místico que debe caracterizar el siglo XXI.

Moreno Holguín sale airoso y fortalecido, en medio del fanatismo de los católicos sectarios, gracias al servicio espiritual que realiza desde hace más de 12 años. Ha dirigido retiros de meditación e introducción a la contemplación en diversas partes de Colombia, Latinoamérica y Europa. En septiembre pasado en Roma, donde tuvo oportunidad de entregarle a Francisco el libro del Concurso Internacional de Cuentos Laudato Si’, del que fue creador, y ser felicitado por el Papa, por esta iniciativa.

En su canal: Fundación SALMOS Espiritualidad Integral - YouTube así como sus redes sociales @escuelasalmos y en su blog Escuela de Contemplación SALMOS: Víctor R. Moreno - Religión Digital (religiondigital.org) se pueden encontrar cientos de videos, meditaciones y escritos que dan cuenta de la seriedad, profundidad y novedad de su propuesta, respaldada en una rica espiritualidad integral, con una visión panikkariana y una apertura ecuménica e interreligiosa, que se abre paso entre el clero colombiano. 

En el evento interreligioso, con motivo de los 50 años de la venida de Shri Gurudev en Occidente, participaron como panelistas: Swami Admavidyananda, vicepresidente del Instituto Kriya Yoga internacional, la presbítera Loida Sardiñas de la Iglesia Episcopal Anglicana, Yogacharya John Lopategui del Instituto Kiya Yoga, el Venerable Densho Quintero, abad de la comunidad Soto Zen de Colombia y Víctor Ricardo Moreno Holguín, Pbro., Director de la Fundación Salmos Espiritualidad integral. 

El Papa saluda a Víctor Moreno
El Papa saluda a Víctor Moreno

Intervención de Moreno Holguín en el encuentro interreligioso de la Javeriana:


Cómo transformar el dolor y el miedo en amor

Todos cuantos nos encontramos en este lugar somos espíritus encarnados, cada uno con una historia, y, sin embargo, procedentes del mismo Espíritu Divino. Aunque las lágrimas y las sonrisas surcan nuestra existencia, todos buscamos seguridad. Dolor y miedo ponen en duda que la vida sea solo bienestar. Entonces, ser humano conlleva la fragilidad de padecer dolor y miedo, y eso no debería escandalizarnos. Quien no los ha sentido, no ha vivido aun completamente la experiencia humana. El dolor es propio del cuerpo, de la condición encarnada; se necesita un sistema nervioso para conocer el dolor; mucho dolor puede generar sufrimiento, mientras que puede haber sufrimiento sin estar padeciendo dolor, porque el sufrimiento es propio del alma. Nuestro Maestro, Jesucristo, los vivió ambos y lo reconocemos como el “varón de dolores, acostumbrado al sufrimiento”. 

Jesús de Nazaret padeció también el miedo y la angustia. El miedo se experimenta ante lo conocido: sabía que padecería mucho dolor; mientras que la angustia es ante lo incierto: morirá; ¿qué es morir? Nadie sabe qué es morir; la muerte propiamente no se experimenta, pues quien hace la experiencia ya está muerto. Solo la vida sabe de la vida, y lo que llamamos muerte es seguro, un proceso en ella; pero es angustiante enfrentarlo; la angustia se experimenta ante el abismo de la nada. Bastará con repasar la narración de la sudoración de gotas de sangre en el Maestro, la noche en el huerto de los olivos. Ustedes y yo hemos sentido miedo, y con seguridad también angustia. Tal vez es la angustia la que debemos aprender a liberar de nuestra existencia, mientras hoy día ya son accesibles las terapias contra los miedos. A veces basta solo una palabra y el miedo desaparece. La confianza libera los miedos.

El Maestro, que ha padecido el dolor y el miedo, luego, con la mirada limpia, la voz serena y la mano tierna evidencia que la fuente de su amor no se ha secado, y que, por el contrario, ahora es plena. Misericordia, compasión, cercanía, cariño entrañable y perdón son signos de su amor. ¿Cómo lo logró?

Escuela Salmos
Escuela Salmos

Este encuentro interreligioso promete un camino: ‘cómo transformar el dolor y el miedo en amor’. Puedo decir que no dudo que los caminos que ofrezcan mis hermanos de otras tradiciones o confesiones religiosas abran puertas para absolver la cuestión. Además de ser sacerdote católico, he sido ha llamado a vivir la interreligiosidad con la fortuna de ser discípulo zen, próximo a otras tradiciones espirituales de Oriente, practico Qi Gong chino, he podido conocer algunas prácticas de kriya yoga y he estudiado en algo la Kabbala judía, sin desconocer, además, las tradiciones místicas ancestrales de Latinoamérica. Por ello los invito a que presten atención a lo que estos hermanos nos dicen. Por mi parte, los invito a profundizar sobre esta transformación del dolor y el miedo en amor, tal como lo han descubierto miles y miles de místicos y santos cristianos, dejándonos la puerta abierta a todos, y en diálogo con todos.

Partamos de un principio: es necesario reconocer el Espíritu divino en nosotros, sin dejarnos absorber por nuestra condición más vulnerable, y nuestra mente egóica. El Maestro nos pide: “quien quiera seguirme, niéguese a sí mismo”; es decir, salga de su pequeño ‘yo’. En el Espíritu están los tesoros liberadores de nuestra condición limitada, y simultáneamente cuando superamos esta condición limitada encontramos estos tesoros. Esta dimensión del Espíritu puede irrumpir inesperadamente en la existencia; sin embargo, se nos pide disposición. ¿y cómo podemos hacerlo?

Hay muchas prácticas espirituales en las Escrituras judíocristianas. Bastará acercarnos con atención, ciertamente recurriendo a los textos hebreos, en los que encontramos prácticas realizadas por los profetas y maestros espirituales para acceder a la Fuente del Amor que es el Espíritu Divino; podrá beber de un manantial que no se seca y “que salta hasta la vida Eterna”. 

El profeta Elías, quien, lleno de miedo y dolor por la persecución de la que era objeto, realiza la práctica llamada ‘hitbodedut’ (en hebreo), que se puede traducir como ‘apartarse en meditación y recogerse interiormente’, se retira a la montaña y asume una postura corporal para entrar en oración.  En aquel recogimiento tiene que atravesar el furor de los cuatro elementos: el agua, en forma de huracán; la tierra que se sacude en terremoto, el fuego de los relámpagos y finalmente el aire, en el susurro de una brisa suave, como susurro silente en el que Dios se encuentra. Por su parte el Maestro Jesucristo, también ‘se apartaba’, subía a la montaña y pasaba la noche en oración.

Eso quiere decir que Él también practicaba ‘hitbodedut’, entraba en retiro y se abismaba de la profundidad de su Espíritu. Y pasa la noche en su práctica silente; noche como signo de un proceso de superación e integración de su cuerpo-mente y demás condicionamientos humanos. Atravesaba la noche. Al amanecer, regresaba a su encuentro amoroso con la gente; sabio y compasivo con los más débiles.

Este es nuestro camino también. El Espíritu divino suele transformar el dolor, del cuerpo y el miedo del alma, en amor. Esa transmutación es obra suya, porque el Espíritu es Dios mismo obrando en nosotros. Muchos místicos cristianos nos enseñan los caminos del silencio, la meditación, la oración del corazón, la adoración, la contemplación, etc., como Teresa de Jesús, Juan de la Cruz, Maestro Eckhart, Francisco de Asís, los padres y las madres del desierto, y los místicos contemporáneos como Thomas Merton, etc., son testigos de cómo el dolor y el miedo se transforman en amor en sus vidas, mediante este camino.

Víctor Moreno durante el encuentro interreligioso
Víctor Moreno durante el encuentro interreligioso

¿Y qué sucede en el camino de estas prácticas contemplativas? Aprendemos a atravesar el dolor y éste se transmuta en amor: sentados en la quietud del silencio contemplativo, pueden aparecer inicialmente los dolores corporales, los dolores de nuestra dimensión más terrena. Una persona poco entrenada en estas prácticas, suele inmediatamente buscar alivio externo, pero un practicante fiel, sabe que el dolor es parte de su condición encarnada, y lo asume sin resistencias, ni padecimientos, y aprende a conocerlo, a redescubrirlo y a atravesarlo. Si se mantiene fiel a su práctica descubrirá que su dolor inicial, es una muestra del dolor de todo su cuerpo; que realmente no está fijado en una sola parte: descubre que su cuerpo es un cuerpo doliente. 

Adentrándose en el dolor, descubre que es un misterio lleno de secretos. Es posible que se le conceda el conocer el sufrimiento causado por el inmenso dolor de la humanidad. Atravesando su propio dolor, descubrirá que realmente participa del sufrimiento de la humanidad. Lo solemos ignorar en nuestras vidas hedonistas y superficiales. Esta es una realidad que se experimenta en el camino espiritual. Quien lo ha atravesado sabe que estoy diciendo la verdad. Entonces se le permite aproximarse al dolor de la humanidad que conoció el Maestro en su suplicio, en la cruz y en su agonía. Y descubrirá que no era solo dolor físico por su cuerpo lacerado, sino que era la participación también del sufrimiento de la humanidad, que Él supo acoger y atravesar. Por eso decimos que Él salva, libera, a la humanidad de su dolor y sufrimiento. 

Está escrito, además, el testimonio de algunos místicos que hablan sobre el momento más oscuro de este padecimiento que unifica dolor y sufrimiento, miedo y angustia, y dicen que llega a ser tan insoportable que en medio de tanto suplicio se percibe un sabor a dulce en el paladar. Puede que esto suene extraño y hasta masoquista en un contexto poco habituado al dolor; pero, a muchos se les concede este sabor y este saber. Otros también pueden percibir en el marco de su conciencia una participación en la cruz del Maestro: ya sea tendidos en el suelo, aferrados a la base de la cruz, o abrazados por el Maestro crucificado que le comparte sus padecimientos, o simplemente que están unidos al madero padeciendo con el Maestro (san Francisco de Asís).

Pero allí no termina todo. El sufrimiento, el dolor soportado, se carga de miedo y angustia porque nos pone de frente a la muerte, ‘el rey de los terrores’, y es la hora de decidirse a atravesar su umbral. Nadie quiere morir. Ningún practicante, ni ningún maestro quiere morir. Sin embargo, allí la propia voluntad se pierde, el sentido del tiempo parece congelarse y no queda más conocimiento que saber que se está en el propio límite. De esto solo surge una verdadera noche de los sentidos y una verdadera noche del alma, como los llamó el gran místico san Juan de la Cruz. Mente y cuerpo quedan enceguecidos de tal manera que solo queda el abismo oscuro y vacío del Misterio en el que ya no somos nosotros mismos y del que ya no tenemos ningún conocimiento mental directo. Es el fondo luminoso de la oscuridad de una experiencia mística en la que somos uno con la presencia amorosa de Dios. 

Se resucita a un nuevo amanecer del que nada sabemos previamente, pero del que emergemos inundados de la paz, el gozo y el amor que tanto buscamos; sin embargo, tampoco sabremos cómo se manifestará ese amor; puede ser la vivencia pacífica de la cotidianidad, un mayor vínculo profundo con nuestros seres queridos, un volcamiento hacia obras de misericordia y compasión, una vida dedicada al servicio social, o quien sabe qué más... El dolor y el miedo han sido transformados en amor por la propia fuerza del Espíritu que habita en nosotros, y sin la voluntad humana. Es una transmutación de la que solo somos testigos pasivos. No es un caprichoso cambio del dolor o del miedo a una actitud amorosa, como quien cambia de parecer; es un renacimiento, un amanecer, que acontece en nosotros.

¿Cómo transformar el dolor y el miedo en amor? Según las experiencias místicas de los cristianos, no es una tarea que podamos realizar a voluntad como quien transforma un pedazo de plastilina en una pequeña figura; es más bien un acontecimiento, un verdadero acontecer en el alma, gracias a la práctica asidua de la contemplación, en la que abandonamos nuestra voluntad y nos hacemos uno con el Espíritu divino que todo lo transforma. Redescubrimos el camino de regreso a lo que somos: amor. 

Entonces el dolor, el padecimiento por el miedo, y todas las limitaciones, son superadas en este amor que aunque también tiene manifestaciones sicológicas, no se limita a ellas, ni es un capricho afectivo, es nada más ni nada menos que la emergencia de la presencia divina en mi propio ser, en este ser humano, limitado y con defectos, que tiene todavía mucho por aprender, pero que le permite nuevamente al Espíritu de Dios volver a vivir el misterio de la encarnación del Cristo aquí y ahora, en mí. Todo está hecho de amor, y todo desemboca en él. Es en ese sentido en que los místicos cristianos también descubren que el dolor y el miedo nos pueden convertir en maestros del amor. Por esto las manos amorosas del Resucitado conservan las huellas del dolor del crucificado.

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