Había nacido el 2 de febrero de 1940 en la comunidad de Ourique, en el municipio de Benjamín Constant, en el Estado de Amazonas. Era hijo de caucheros. Fue ordenado sacerdote en 1967. Y su primer destino fue como párroco de la Parroquia de San Pablo Apóstol en São Paulo de Olivença, en la entonces Prelatura de Alto Solimões, siendo elegido Consejero y Definidor de la Custodia de los Hermanos Capuchinos de la Amazonía en 1972.
Casi 40 años de ordenación episcopal
Monseñor Alcimar, que habría cumplido 40 años de ordenación episcopal el próximo 25 de octubre, fue Obispo de la Diócesis de Carolina, en el Estado de Maranhão durante 9 años. Después, en 1990, fue trasladado a la Prelatura de Alto Solimões. Dos años más tarde, en 1992, la Prelatura se instituyó como Diócesis y recibió el nombramiento de Obispo diocesano, cargo que mantuvo hasta el 20 de mayo de 2015, cuando el Papa Francisco aceptó su renuncia canónica.
Una misión centrada en la dimensión social
La misión de Monseñor Alcimar en la tierra que le vio nacer, estuvo siempre muy marcada por la dimensión social, ayudando a promover proyectos al servicio de lograr mejores condiciones de vida para la población de las comunidades indígenas y ribereñas.
Reconocimiento de su trabajo
Su trabajo fue reconocido en numerosas ocasiones. En 1999 fue elegido Consejero del Estado de Amazonas para el Sector Primario y fue condecorado por el Gobierno de Amazonas con la medalla Marechal Cándido Rondon. En el año 2008, recibió el título de Caballero de la Paz, por sus acciones en favor de la Vida y de la Paz en la región del Alto Solimões y en otros lugares donde estuvo. Un año después, en el 2009, fue nominado para competir por el Premio Inmortal de Brasil, cuyo objetivo era elegir a seis brasileños con actividades en el área socioambiental y que tuvieran una importancia real, presentando beneficios y resultados demostrables para las comunidades, ciudades, Estados o Regiones en las que actúan.
Oraciones por su descanso eterno
En asociación con entidades extranjeras, gubernamentales, no gubernamentales y de la sociedad civil, Monseñor Alcimar realizó varios proyectos en favor de los necesitados. La diócesis,que pide oraciones por el eterno descanso de su Obispo emérito, ha mostrado su solidaridad con “su familia, la familia capuchina, los amigos y todos los que caminaron con él en esta nuestra diócesis en su misión como sacerdote y obispo entre nosotros”.
Aún no se anunció la fecha del velatorio y el entierro del Obispo emérito de Alto Solimões, que debería tener lugar en los próximos días en Tabatinga, sede de la Diócesis.