El arzobispo de Santiago de Chile sueña "con un país cristiano y católico, no con palabras, sino con hechos" Neocardenal Chomali: "Vivimos en un momento de debilitamiento de la democracia, lo cual es dramático"

"A las 7.32 de la mañana recibí la llamada del periodista español Jesús Bastante: acababa de escuchar el Ángelus dominical y quería felicitarme". Así se enteró, el pasado 6 de octubre, Fernando Chomali, arzobispo de Santiago de Chile, de que el papa Francisco le iba a crear cardenal en su décimo consistorio que tendrá lugar este sábado, 7 de diciembre, en la basílica de san Pedro, en el Vaticano.

De 67 años y descendiente de una familia palestina que llegó a Chile en 1907, el obispo-poeta, como le llaman (ha escrito un poemario, dos obras de teatro y dirigido un documental sobre los desaparecidos durante la dictadura de Pinochet, que fue presentado a principios de año en Madrid, en un acto organizado por Religión Digital), Chomali acoge este nombramiento pontificio como "un acto de confianza del Santo Padre hacia la Iglesia chilena y hacia mí".

"Me da la oportunidad de estar más cerca del gobierno de la Iglesia al que con alegría he entregado mi vida y se la volvería a dar, porque en él he encontrado la única respuesta capaz de calmar las inquietudes de mi corazón. Es bueno saber que compartimos este servicio eclesial con obispos de todo el mundo. El colegio cardenalicio representa la universalidad de la Iglesia reunida en torno a su pastor, el Papa Francisco. Y es también un signo de comunión que espero enriquecer con mi mirada latinoamericana", señala en entrevista con el diario Avvenire.

Una Iglesia que, como en el caso de la chilena, se vio fuertemente zarandeada por los casos de abusos sexuales y la inacción y encubrimiento de sus pastores, lo que obligó a Franciso a intervenir de manera drástica. "Los abusos han infligido un sufrimiento terrible a las víctimas, ante todo, pero también a la comunidad, a la fe pública y a la confianza -reconoce el neocardenal-. La Conferencia Episcopal, las distintas diócesis y las distintas comunidades han puesto en marcha una serie de medidas para garantizar que un escándalo así no se repita. Y hemos logrado grandes avances. Tenemos procedimientos claros y transparentes".

Debilitamiento de la democracia 

Sobre la situación en su país, no oculta su preocupación el arzobispo de Santiago de Chile. "Se sigue viviendo una crisis económica, social y política muy compleja. El punto es la falta de un proyecto de país que logre movilizar a toda la sociedad. Ni siquiera existe una ética personal que reconozca que el bien común es superior al bien personal", señala.

Pero también echa en falta Chomali "un fuerte sentido de comunidad" en el país andino. "La nación ha crecido mucho desde el punto de vista económico, pero ha dejado atrás a demasiados ciudadanos. Esto generó un fuerte enfado. Vivimos en un momento de debilitamiento de la democracia. Lo cual es dramático: sin democracia no hay libertad ni garantía de defensa de los derechos humanos".

"Sueño con un país más justo y fraterno, donde no haya tantas desigualdades sociales, donde las personas puedan mirarse a los ojos y donde todos sean libres de expresar los carismas, las capacidades y los dones recibidos de Dios", señala el pastor, quien, con su palabras y escritos, trata de poner, de parte de la Iglesia, los talentos a funcionar para conseguir una nación más próspera en todos los sentidos.

"Y, ciertamente, sueño con un país cristiano y católico, no con palabras, sino con hechos. Un lugar donde la gente reconoce la vida espiritual como el fundamento de la existencia material y a Jesús como el centro de la historia. Sólo así podremos construir verdaderamente una sociedad más justa y fraterna".

El sábado 7 de diciembre a las 12:00 pm (hora chilena) y 16:00 pm (hora Italia) acompáñanos en la transmisión en vivo del Consistorio desde el Vaticano, donde Mons. @FernandoChomali será creado Cardenal. 🙏 pic.twitter.com/DLCq4peA2G

— Iglesia de Santiago (@Iglesiastgo) December 2, 2024

Y con respecto con la situación que se vive en la tierra de sus ancestros, asegura que "la paz en Tierra Santa es posible si las partes deciden poner en el centro la dignidad de la persona y el carácter sagrado de la vida. Y si todos reconocen el derecho de los seres humanos a vivir en países libres, sin violencia, con fronteras seguras".

"Me duele -prosigue el neopurpurado- que los repetidos llamamientos del Papa a la paz sean ignorados, al igual que las resoluciones de las Naciones Unidas. Me gustaría decir a los palestinos y a los israelíes que no caigan en la tentación de la violencia, ya que esto sólo provocará más violencia. Es hora de decir 'nunca más' a la guerra".