“Es necesaria y urgente una justa política migratoria” Obispos de México: "La dignidad humana está siendo vulnerada, pues ha sido cambiada por un plato de lentejas”
“Dignidad de los migrantes”, es el título del mensaje de los Obispos de México en el cual denuncian que, “la migración interna y externa tiene como principio el hambre, la pobreza, la violencia, y la falta de oportunidades que reclama la creación de fuentes de empleo y reconstrucción del tejido social”
Mientras, miles de migrantes están esperando cruzar a los Estados Unidos huyendo de la violencia y la miseria en sus países de origen. Otros tantos son detenidos y son deportados a México
Denuncian actos de hostigamiento, criminalización y obstaculización de las labores de asistencia de los centros de las casas, centros y personas que responden ante esta urgencia con humanidad
Piden que el Espíritu Santo ilumine a las autoridades civiles de nuestras naciones para que tomen las decisiones más sabias, dignas, coherentes y auténticamente benéficas para nuestros pueblos
Denuncian actos de hostigamiento, criminalización y obstaculización de las labores de asistencia de los centros de las casas, centros y personas que responden ante esta urgencia con humanidad
Piden que el Espíritu Santo ilumine a las autoridades civiles de nuestras naciones para que tomen las decisiones más sabias, dignas, coherentes y auténticamente benéficas para nuestros pueblos
| Renato Martinez
(Vatican News).-
“La Iglesia está convencida de que es necesaria y urgente una justa política migratoria que, por un lado, garantice un ordenado, responsable y regulado libre tránsito de personas, y que vele por los intereses legítimos de nuestra nación”, lo afirman los Obispos de la Conferencia Episcopal Mexicana (CEM), en un mensaje titulado “Dignidad de los migrantes”, publicado este 23 de julio y dirigido a los Obispos, presbíteros y diáconos, a los agentes de pastoral de Movilidad Humana, y al pueblo de Dios.
Preocupación por la falta de acogida con los migrantes
En el mensaje, los Responsables de la Pastoral de Movilidad Humana de la CEM señalan que, “hemos externado nuestra preocupación por la falta de acogida verdaderamente humanitaria a nuestros hermanos migrantes, que refleje nuestras convicciones en materia de reconocimiento y protección de los derechos de todos los seres humanos por igual”.
Tristemente constatamos que esta dignidad como personas e hijos de Dios está siendo vulnerada, denuncian los Obispos, pues ha sido “cambiada por un plato de lentejas”. “México – precisan los Prelados – sin una política migratoria efectiva se ha sometido a los criterios e imposiciones del gobierno norteamericano aceptando la incoherencia de unir negocios con el derecho y la necesidad de migrar, buscando la oportunidad de una vida mejor”.
La dignidad humana está por encima de cualquier negociación
Los Obispos de México recuerdan en su mensaje las palabras del Papa Francisco sobre las actitudes concretas para con los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar. En este sentido, los Pastores señalan que, “los muros no solo se construyen con piedras y ladrillos sino también con actitudes negativas como el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional en nuestras fronteras como una solución fallida para frenar la migración; un muro no atiende a la raíz y a las verdaderas causas del fenómeno migratorio”.
El combate a la pobreza y a la desigualdad en México y en Centroamérica, se lee en la nota, pareciera quedar sustituido por el temor ante el otro, que es nuestro hermano. “La dignidad y la soberanía de nuestra nación, así como la dignidad y los derechos humanos de los migrantes – precisan los Obispos – están muy por encima de cualquier negociación, la Iglesia y la sociedad civil han defendido siempre la ‘no criminalización de las personas migrantes y de los defensores de derechos humanos’ que luchan a favor de la dignidad, a contracorriente y con riesgos importantes para su propia seguridad e incluso su vida”.
Ante esta circunstancia, los Obispos de México se pronunciaron a favor de una justa política migratoria. https://t.co/gIAXfz3CtI
— Noticias MVS (@NoticiasMVS) 24 de julio de 2019
Es necesaria y urgente una justa política migratoria
La Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana señala que, “la migración interna y externa tiene como principio el hambre, la pobreza, la violencia, y la falta de oportunidades que reclama la creación de fuentes de empleo y reconstrucción del tejido social”. Por ello, la Iglesia está convencida de que es necesaria y urgente una justa política migratoria que, por un lado, garantice un ordenado, responsable y regulado libre tránsito de personas, y que vele por los intereses legítimos de nuestra nación.
Mientras tanto, miles de migrantes están esperando cruzar a los Estados Unidos huyendo de la violencia y la miseria en sus países de origen. Otros tantos son detenidos y son deportados a México, ahora más bajo el programa unilateral americano “Quédate en México”, bajo el cual miles de centroamericanos, esperaran una resolución de su situación migratoria, colocándoles un brazalete electrónico y restringiéndoles su movimiento a un lugar específico.
Actos de hostigamiento que obstaculizan las labores de asistencia
Asimismo, los Obispos Mexicanos señalan que, las casas, centros de derechos humanos y personas laicas están respondiendo con humanidad, como es el mandato del Papa, y por ello, actos de hostigamiento, criminalización y obstaculización de las labores de asistencia, protección y defensa de derechos humanos de estas poblaciones. Como muestra, los casos más recientes son los ocurridos en el Centro de Atención al Migrante Exodus, en Agua Prieta, Sonora, con la Guardia Nacional; Casa del Migrante de Saltillo con la Policía Federal; DHIA y Uno de Siete Migrando en Ciudad Juárez y Chihuahua, respectivamente, con la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.
Preocupación de la Iglesia por la defensa de la dignidad
Antes de concluir su Mensaje, los Responsables de la Pastoral de Movilidad Humana manifiestan la preocupación actual de la Iglesia sobre “la defensa de la dignidad y de los derechos humanos de todos los migrantes; las redadas en EU con masivas detenciones de migrantes, su trato inhumano, con el grave peligro de la separación de las familias; la amenaza de las deportaciones masivas a México desde diversas ciudades de los Estados Unidos y la política de terror psicológico en la que viven migrantes en ese país; el cambio en la política migratoria del gobierno de México, pasando de una actitud de bienvenida, a otra de contención y deportación; la insistencia que se ha recibido de parte de diferentes dependencias como PFP, SER, INM, SEGOB solicitando información que los albergues manejan de manera interna, para salvaguardar la vida de las personas en tránsito”.
Obispos de México: Es necesaria y urgente una justa política migratoria https://t.co/8fgMsFCK7W
— Catholic.net (@Catholic_Net) 24 de julio de 2019
La Iglesia, madre y protectora, se ocupa de los migrantes
Finalmente, los Obispos Mexicanos recuerdan que, la Iglesia, como madre y protectora, se preocupa y se ocupa de los pobres y necesitados, y los migrantes son en este momento, los pobres entre los pobres, la colaboración de los Obispos mexicanos y norteamericanos en la caridad para este sector de la sociedad, manifiestan su deseo de seguir colaborando con todas las iniciativas que permitan encontrar un camino de mayor seguridad y protección de los derechos humanos de quienes emigran, y alzan su voz profética cuando estos derechos son violentados.
“Pedimos al Espíritu Santo – invocan los Pastores – que ilumine a las autoridades civiles de nuestras naciones para que tomen las decisiones más sabias, dignas, coherentes y auténticamente benéficas para nuestros pueblos, así como para velar por la soberanía de nuestra nación anteponiendo el bien común del hombre como signo de desarrollo humano, madurez e inteligencia”.
Texto completo del mensaje
Dignidad de los migrantes
Ciudad de México, a 23 de julio de 2019
Prot. 102/2019
A los Señores Obispos, presbíteros y diáconos. A los agentes de pastoral de Movilidad Humana, y al pueblo de Dios.
“No se trata solo de migrantes: se trata de nuestra humanidad”, dice el Papa Francisco, queriendo concientizar al mundo entero que la persona migrante, no debe verse como objeto del cual puedo servirme y mucho menos al cual tengo oportunidad y derecho de rebajar o ignorar su dignidad.
Como Dimensión de Movilidad Humana y como Conferencia del Episcopado Mexicano, “hemos externado nuestra preocupación por la falta de acogida verdaderamente humanitaria a nuestros hermanos migrantes, que refleje nuestras convicciones en materia de reconocimiento y protección de los derechos de todos los seres humanos por igual”, esto es una realidad que no podemos evadir.
Tristemente constatamos que esta dignidad como personas e hijos de Dios está siendo vulnerada, pues ha sido “cambiada por un plato de lentejas”. México sin una política migratoria efectiva se ha sometido a los criterios e imposiciones del gobierno norteamericano aceptando la incoherencia de unir negocios con el derecho y la necesidad de migrar, buscando la oportunidad de una vida mejor.
📄El @GobiernoMX refrenda su compromiso con el respeto a la dignidad y a los derechos humanos de las personas migrantes. La migración regional debe atenderse mediante la promoción de oportunidades y el desarrollo en las comunidades de origen.https://t.co/46ufGMxG2rpic.twitter.com/7lCsii95fm
— SRE México (@SRE_mx) 23 de julio de 2019
El Papa Francisco nos ha exhortado a tener actitudes concretas para con los migrantes: acoger, proteger, promover e integrar. Su intención es no dejarnos llevar por el miedo a encontrarnos con el otro; ni querer protegernos levantando muros en nuestro entorno; un muro no solo protege, sino aísla del encuentro con el otro; levantarlos es dejarnos llevar por el temor y la incertidumbre. Los muros no solo se construyen con piedras y ladrillos sino también con actitudes negativas como el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional en nuestras fronteras como una solución fallida para frenar la migración; un muro no atiende a la raíz y a las verdaderas causas del fenómeno migratorio.
El combate a la pobreza y a la desigualdad en México y en Centroamérica pareciera quedar sustituido por el temor ante el otro, que es nuestro hermano.
La dignidad y la soberanía de nuestra nación, así como la dignidad y los derechos humanos de los migrantes están muy por encima de cualquier negociación, la Iglesia y la sociedad civil han defendido siempre la “no criminalización de las personas migrantes y de los defensores de derechos humanos” que luchan a favor de la dignidad, a contracorriente y con riesgos importantes para su propia seguridad e incluso su vida.
Como Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, somos conscientes de la legitimidad y necesidad de tomar decisiones valientes para evitar la imposición de aranceles a los productos mexicanos que se comercian con los Estados Unidos, pero no en detrimento de la soberanía nacional, la dignidad y el respeto a los derechos humanos de los migrantes, la solidaridad entre los pueblos y el trabajo por el bien común de los países necesitados de apoyo y desarrollo digno.
La migración interna y externa tiene como principio el hambre, la pobreza, la violencia, y la falta de oportunidades que reclama la creación de fuentes de empleo y reconstrucción del tejido social.
#México | Nuevo Laredo concentra miles de migrantes expulsados por EE.UU.
— teleSUR TV (@teleSURtv) 21 de julio de 2019
La ciudad fronteriza alberga cientos de mujeres y niños que fueron expulsados de Estados Unidos en el marco de las políticas migratorias del Gobierno de Donald Trump.
→ https://t.co/EbM9cjTNhmpic.twitter.com/ySR4pKF2Lp
La Iglesia está convencida de que es necesaria y urgente una justa política migratoria que, por un lado, garantice un ordenado, responsable y regulado libre transito de personas, y que vele por los intereses legítimos de nuestra nación.
Miles de migrantes están esperando cruzar a los Estados Unidos huyendo de la violencia y la miseria en sus países de origen. Otros tantos son detenidos y son deportados a México, ahora má́s bajo el programa unilateral americano “Quédate en México”, bajo el cual miles de centroamericanos, esperaran una resolución de su situació́n migratoria, colocándoles un brazalete electrónico y restringiéndoles su movimiento a un lugar especifico. Los migrantes están expuestos a graves riesgos en las ciudades fronterizas impidiendo su pleno y libre acceso a la asistencia legal. Como miembros de la familia humana no podemos ser indiferentes al dolor que muchos de ellos viven y que reclama nuestra ayuda humanitaria y el respeto irrestricto a sus derechos humanos.
Las casas, centros de derechos humanos y personas laicas están respondiendo con humanidad, como es el mandato del Papa, y por ello, han sido objeto de actos de hostigamiento, criminalización y obstaculización de las labores de asistencia, protección y defensa de derechos humanos de estas poblaciones. Como muestra, los casos más recientes son los ocurridos en el Centro de Atención al Migrante Exodus, en Agua Prieta, Sonora, con la Guardia Nacional; Casa del Migrante de Saltillo con la Policía Federal; DHIA y Uno de Siete Migrando en Ciudad Juárez y Chihuahua, respectivamente, con la Fiscalía General del Estado de Chihuahua.
La preocupación actual de la Iglesia es en torno a:
1.La defensa de la dignidad y de los derechos humanos de todos los migrantes.
2. Las redadas en EU con masivas detenciones de migrantes, su trato inhumano, con el grave peligro de la separación de las familias.
3. La amenaza de las deportaciones masivas a México desde diversas ciudades de los Estados Unidos y la política de terror psicológico en la que viven migrantes en ese país.
4. El cambio en la política migratoria del gobierno de México, pasando de una actitud de bienvenida, a otra de contención y deportación.
5.La insistencia que se ha recibido de parte de diferentes dependencias como PFP, SER, INM, SEGOB solicitando información que los albergues manejan de manera interna, para salvaguardar la vida de las personas en tránsito.
La Iglesia, como madre y protectora, se preocupa y se ocupa de los pobres y necesitados, y los migrantes son en este momento, los pobres entre los pobres, la colaboración de los obispos mexicanos y norteamericanos en la caridad para este sector de la sociedad, manifiestan su deseo de seguir colaborando con todas las iniciativas que permitan encontrar un camino de mayor seguridad y protección de los derechos humanos de quienes emigran, y alzan su voz profética cuando estos derechos son violentados.
Pedimos al Espíritu Santo que ilumine a las autoridades civiles de nuestras naciones para que tomen las decisiones más sabias, dignas, coherentes y auténticamente benéficas para nuestros pueblos, así como para velar por la soberanía de nuestra nación anteponiendo el bien común del hombre como signo de desarrollo humano, madurez e inteligencia.
Que Santa María de Guadalupe, Emperatriz de las Américas, interceda por todos nosotros.
+José Guadalupe Torres Campos
Obispo de Cd. Juárez y
Responsable de Movilidad Humana
+Alfonso Miranda G. Guardiola
Obispo Auxiliar de Monterrey
y Secretario General de la CEM
Así se vive la persecución y violación de los derechos de las personas migrantes en #Mexico#MigrarEsUnDerechopic.twitter.com/659kDYUuEq
— Jesús Fernández (@jesus_fpc) 24 de julio de 2019
Etiquetas